El presidente Donald Trump está decidido a provocar un incidente que le permita justificar un ataque a Venezuela, una vieja táctica que en el Caribe le dio a William McKinley la posibilidad de iniciar una guerra contra el imperio español en Cuba, en 1898, sin entrar en más detalles sobre la tradición estadounidense. Así, a la destrucción de una lancha y la muerte de 11 supuestos “narcoterroristas” el 2 de septiembre, ael empresario inmobiliario gregó este lunes otra embarcación que, según dice, llevaba droga, y el asesinato de tres personas que iban a bordo. En su cuenta de la red Truth, el mandatario se jacta de que «fuerzas militares estadounidenses han realizado un segundo ataque cinético contra los cárteles y narcoterroristas extraordinariamente violentos, identificados positivamente». Como si se hubiera tratado de la batalla de Trafalgar.
«El ataque ha resultado en la muerte de tres terroristas varones (…). Advertencia. Si se transportan drogas que pueden matar a estadounidenses, ¡¡vamos a cazarlos!!», concluye en la cuenta de su porpia red social. El mensaje esta acompañado de un vídeo de un dispositivo de vigilancia en el que se observa una embarcación parada en el mar y cómo una gran explosión causa su destrucción.
«Estos narcoterroristas de Venezuela estaban en aguas internacionales transportando narcóticos ilegales, ¡un arma venenosa mortal para los estadounidenses!», señala Trump, que considera a los cárteles «responsables de consecuencias devastadoras sobre las comunidades estadounidenses desde hace décadas». Estas drogas «han matado a millones de ciudadanos estadounidenses. Ya no más», afirma.
Mientras tanto, el gobierno de Nicolás Maduro profundiza un dispositivo para el entrenamiento de sus tropas -equipadas y pertrechadas con material militar ruso- y tiene a sus tropas regulares en estado de alerta porque prevé un inminente ataque con misiles de EEUU. De hecho, en una entrevista a un medio español, el líder opositor Edmundo González consideró que “algo tiene que pasar. (Hay) 4.000 o 6.000 efectivos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos acantonados en una isla cerca de Venezuela, cuatro buques de guerra, aviones F-35. Todo esto es un movimiento muy importante. Algo tiene que ocurrir, no hay duda de eso”, según dijo a RTVE.
Este nuevo operativo se suma al primer ataque cinético del 2 de septiembre, en el que EE.UU. destruyó una lancha venezolana vinculada supestamente al grupo criminal Tren de Aragua, con un saldo de 11 muertos. Aquella acción generó controversia por el uso de fuerza letal en aguas internacionales y por la falta de una justificación legal clara.
Además, desde agosto, EE.UU. ha desplegado buques de guerra, submarinos y más de 4.000 efectivos en el Caribe como parte de una ofensiva militar contra el narcotráfico. El gobierno estadounidense calificó al régimen de Nicolás Maduro como un “cartel del narcotráfico” y lo acusa de facilitar el tráfico de drogas hacia territorio norteamericano.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) condenó en un comunicado, la agresión de Estados Unidos contra un buque pesquero en Zona Económica Exclusiva de Venezuela del viernes pasado. Los países del bloque regional lo consideran «un insensato acto de agresión», perpetrado contra el buque Carmen Rosa, con una tripulación de nueve venezolanos que realizaban una faena.
Para la Alianza, se trata de un hecho «irresponsable y provocador», que representa una violación al derecho internacional y una amenaza a la estabilidad regional. Y se suma así a otros mensajes de adhesión de los gobiernos de Bolivia y Nicaragua.
Colombia descertificada
El presidente colombiano, Gustavo Petro, por otro lado, se quejó de que el Gobierno de Estados Unidos hubiera eliminado a Colombia de la lista de países que luchan contra las drogas. La administración estado unidense aseguró que «el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado récords históricos bajo la presidencia de Gustavo Petro», e incluye al país, junto a otros como Venezuela, Afganistán, Ecuador o China, como «importantes países de tránsito o de producción de drogas ilícitas».
Petro respondió a un mensaje en las redes emitido por la embajada estadounidense. “El crecimiento de cultivos de coca se presenta en el gobierno de (Iván) Duque, y con fumigación forzada. Es la política de los EEUU la que ha fallado”
Ustedes comienzan por una mentira fáctica señores US embassy. El crecimiento de cultivos de coca se presenta en el gobierno de Duque, y con fumigación forzada. Es la política de los EEUU la que ha fallado.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 16, 2025
Para que disminuyan los cultivo de hoja de coca lo que se necesita no es… https://t.co/qwA499APT0
«Los Estados Unidos nos han descertificado (quitaron la certificación de país que combate las drogasilícitas). Esto ocurre después de decenas de policías muertos, en especial soldados, y también de ciudadanos del común que han tratado de impedir que la cocaína llegue a su destino», dijo Petro durante un consejo de ministros.
El mandatario señaló que el país se ha esforzado para evitar que la cocaína llegue a Estados Unidos, para su consumo interno. «Porque todo lo que hacemos realmente no tiene que ver con el pueblo colombiano -aunque incluso termina afectándolo de una u otra manera, sean inocentes o no-, sino con impedir que la sociedad norteamericana siga embadurnándose la nariz con ese afán de trabajar, trabajar y trabajar. Esa droga es un estimulante que, en últimas, les impide descansar», afirmó Petro.
De acuerdo con la nota de prensa del Gobierno de Donald Trump, la decisión se tomó por no cumplir con las obligaciones que tiene el país con respecto a la lucha contra el narcotráfico.
ALG con NA, Europa Press y Sputnik