El Gobierno de Estados Unidos anunció que va a movilizar unos 2.000 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad de Los Ángeles para reprimir las marchas de protesta iniciadas el viernes último luego de 44 detenciones realizadas por agentes del Servicio de Inmigración en esa ciudad de California.

El presidente Donald Trump autorizó la movilización de efectivos afirmando que ni el gobernador de California ni la alcaldesa de Los Ángeles, pudieron desbaratar las protestas que según el mandatario derivaron en una situación de “anarquía”.

“El Presidente Trump firmó un Memorando Presidencial desplegando 2.000 miembros de la Guardia Nacional para abordar la anarquía que se ha permitido que se agrave”, señaló la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un mensaje desde su cuenta de la red social X.

Si el gobernador Gavin Newsom, de California, y la alcaldesa Karen Bass, de Los Ángeles, no pueden hacer su trabajo, algo que todos saben que no pueden, entonces el Gobierno Federal intervendrá y resolverá el problema de los disturbios y saqueos, ¡como debe ser!”, sostuvo Trump en un mensaje en su red Truth Social.

En esa misma red posteó que “Los Ángeles, ha sido invadida y ocupada por inmigrantes indocumentados y criminales. Ahora, turbas violentas e insurrectas acosan y atacan a nuestros agentes federales para intentar detener nuestras operaciones de deportación” y anunció que tomará “todas las medidas necesarias para liberar a Los Ángeles de la invasión migratoria y poner fin a estos disturbios”.

Tras las redadas llevadas a cabo por el Servicio de Migraciones durante la jornada del viernes, multitud de manifestantes se echaron a las calles para protestar contra la intervención policial y rodearon el centro de detención donde se encontraban los arrestados.

Según la subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, un millar de personas se concentraron ante el centro de detención, causando además daños en el mobiliario público y los edificios, informó la agencia de noticias Europa Press.

El Departamento de Policía de San Francisco informó este lunes que las fuerzas de seguridad detuvieron a alrededor de 60 personas durante las protestas del domingo. «Los agentes recuperaron un arma de fuego en el lugar de los hechos. Las personas tienen libertad de ejercer sus derechos amparados por la Primera Enmienda, pero la violencia, especialmente contra agentes del Departamento de Policía de San Francisco (SFPD), nunca será tolerada», señalan en un comunicado, agregando que tres agentes resultaron heridos.

Por su parte, el Departamento de Policía de la ciudad de Los Ángeles comunicó la detención de diez personas durante el tercer día de protestas contra las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).  El jefe del organismo, Jim McDonnell, dijo que su «labor no es dividir a las comunidades ni politizar la aplicación de la ley«, sino «garantizar la seguridad de todos».

El Departamento de Policía declaró el centro de Los Ángeles como «asamblea ilegal», advirtiendo así a la población de abandonar el área. Dos agentes resultaron heridos cuando dos motoristas, que fueron posteriormente detenidos, trataron de romper la línea defensiva de las fuerzas de seguridad.

Así mostró el periodista argentino Carlos Montero la situación que se vivió en la ciudad estadounidense.

Se registraron seis coches incendiados y barricadas con sillas, cubos de basura y señales de tráfico, además de pintadas contrarias al ICE en un autobús y el encendido de fuegos artificiales mientras agentes de la Policía montada trataban de hacer retroceder a la multitud.

La Policía de Los Ángeles advirtió que «el uso de dispositivos incendiarios contra agentes de la policía montada será respondido con la fuerza adecuada«, avisando que otorgó autorización para el uso de municiones «menos letales» capaces de «causar dolor y malestar» a los agentes.

alg con NA y Europa Press