«Nunca el capital por sobre la vida». El cartel está tatuado a mano. Se puede leer en el escenario montado en la Plaza de Mayo por los trabajadores del Hospital Garrahan y el Foro Permanente por la Discapacidad. Un «abrazo simbólico» es la consigna que une a las organizaciones en la tarde del miércoles frente a la motosierra en áreas de salud pediátrica y discapacidad. El mensaje es contra la falta de fondos, la desidia y el odio del gobierno nacional.

Las gargantas poderosas se hacen escuchar en el corazón de la frígida ciudad de la furia. Médicos, enfermeros, psicólogos, asistentes sociales, administrativos, discas y pacientes de a pie lastimados por la motosierra mileísta tienen claro el diagnóstico: “El ajuste mata”.

«El reclamo creció durante todo el año, tuvimos las leyes y el gobierno no las cumple, insiste con el odio. Somos maltratados, dicen que somos mentirosos, un gobierno que es pura crueldad», reflexiona Cristina Alonso, bioquímica del hospital pediátrico anclado en el olvidado sur de la urbe.
El gobierno anuncia más ajuste para el 2026: menos pensiones, menos fondos, menos derechos. «Nosotros vamos a seguir peleando en la calle, hoy estamos en la Plaza de Mayo, justo el Día de los Derechos Humanos, porque defendemos nuestros derechos, porque queremos que cumplan las leyes, porque le decimos a Milei que no se meta con los chicos del Garrahan y los discas», dice Johnny de la Silla, comunicador y voz del streaming Discasta.

Frente al escenario está María Eugenia. Su hijo está intenado en el Garrahan. La señora, integrante de la orga Familias Unidas, cuenta que el último mes no le entregaron las drogas oncológicas para tratar a su pequeño: «Los fondos no alcanzan, nos mienten, no cumplen la ley, por eso estamos luchando, encima roban, son el mal».

La tarde se cierra con una ronda y el pedido para que el Congreso que comienza a sesionar destine fondos en el Presupuesto para hacer cumplir las leyes. Una señora levanta un cartel entre los presentes: «¿Por qué esta sociedad es cómplice del horror que nos mata?». Frente a ese horror, luchan abrazados.