El exagente de Policía del Servicio de Inteligencia de Ecuador Luis Raúl Chicaiza, refugiado en la Argentina, afirmó hoy que recibió presiones para involucrar al expresidente Rafael Correa en el caso del secuestro del dirigente opositor Fernando Balda en 2012, por el que el exmandatario y precandidato a vicepresidente tiene una orden de prisión que le impide regresar a su país.

Desde Bruselas, al conocer la noticia que fue difundida en todos los medios del Ecuador, Correa tuiteó: “De la larga intervención de un disperso Chicaíza, la substancia:

Balda preparó caso con (Lenin) Moreno; (el expresidente del Consejo de Participación Ciudadana) Trujillo lo presionó para que me involucre o lo mandaban 9 años preso; (la Secretaría de Inteligencia) Senain nunca incumplió la ley; (el exjefe de Inteligencia) Pablo Romero es inocente; Balda es un delincuente”.

Además dijo que en breve presentaría un video. Por su parte, el exdiputado Balda y actual precandidato a volver a la Asamblea Nacional, aseguró que “si Chicaiza cambia de versión será otro prófugo de la justicia por fraude procesal, habrá boleta de INTERPOL y tendrá que esconderse en la Patagonia”. Además sugirió un “acuerdo” entre el exagente y Correa.

En la presentación, Chicaiza hizo alusión varias veces a que había recibido «presiones políticas» para incriminar a Correa, de quien dijo no poder pronunciarse sobre su inocencia o culpabilidad: «No soy juez, sino un policía que nació policía y morirá policía».

Aunque el exagente no mostró pruebas y dijo que este era «un primer guión» y que la próxima semana presentaría comunicaciones, procesos y videos, entre ellas fotografías de una reunión en Esmeralda, Ecuador, entre el exdiputado Balda y el presidente Moreno.

Sostuvo que el caso es político y que fue usado por el exasesor presidencial Santiago Cuesta Caputi y el exministro del Interior José Serrano con la presión oficial del expresidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, Julio César Trujillo, y el exfiscal Paúl Pérez Reina.

Chicaiza está en Buenos Aires en condición de solicitante de refugio político, dado que considera que en su país es víctima de persecución por parte del Gobierno de Lenin Moreno y de la Justicia. Aseguró que la tradición de la Argentina en materia de Derechos Humanos le hace tener la tranquilidad de saber que «en cuanto uno pisa suelo argentino ya cuenta con garantías».

El caso Balda alude al secuestro, el 13 de agosto de 2012, de Fernando Balda, un opositor al Gobierno de Correa, raptado en una calle de Bogotá por varios hombres que lo subieron a la fuerza a una camioneta y lo mantuvieron privado de su libertad durante una hora.

Balda es exmilitante de Alianza PAIS, el partido fundado por Correa en 2006 y ahora pertenece al Partido Sociedad Patriótica (PSP), la fuerza del expresidente y actual candidato presidencial Lucio Gutierrez, uno de los mayores opositores a Correa. Balda y su esposa abandonaron Ecuador en 2009 y se establecieron en Bogotá, Colombia, donde según Chicaiza se dedicaron a vender equipos de tecnología para espionaje.

Durante el juicio por el secuestro de Balda, la Fiscalía presentó 20 testigos y documentos que señalaron que Chicaiza y la exagente Diana Falcón participaron en el secuestro por orden del exjefe de la Secretaría Nacional de Inteligencia Pablo Romero, actualmente detenido, y según la acusación, por órdenes directas de Correa.

A mediados de este mes, un tribunal de la Corte de Justicia sentenció a Romero y Falcón a nueve años de cárcel como autor mediato del delito de secuestro agravado.