Quienes trabajan en las escuelas públicas de la Ciudad aseguran que sufren las consecuencias de años de abandono. No sólo en materia de infraestructura y mantenimiento escolar sino en todo sentido. La falta de seguridad por la que atraviesan los edificios escolares es uno de los principales temas que preocupan a toda la comunidad educativa.

En menos de 2 meses asaltaron alrededor de 10 escuelas porteñas, aunque la cifra puede ser superior. El Ministerio de Educación de CABA en la mayoría de los casos logra imponer un manto de silencio sobre estos temas para que no llegan a mediatizarse.

En último robo confirmado y publicado en este medio ocurrió a mediados de febrero. En esa oportunidad saquearon la Escuela N° 19 del DE 19 de Villa Soldati, y se llevaron 30 computadoras y varios elementos con los que trabajan las y los estudiantes y docentes.

En esta ocasión, desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA), denunciaron que robaron la Escuela 15 DE 17 Antonio Devoto, ubicada en Salvador María del Carril 4180.

“Una vez más esta escuela primaria sufrió un robo. En tan solo seis meses le robaron en tres ocasiones y fue víctima de varios episodios vandálico”, denunció en diálogo con Tiempo Alejandro Saucedo, docente, delegado del sindicato y referente educativo del distrito escolar 17.

“En este último robo se llevaron 150 computadoras y materiales electrónicos con los que trabajan los chicos y chicas como equipos de audio, cámaras, un cañón audiovisual y hasta una alarma del colegio. Desde la UTE  nos pusimos a disposición de la escuela. Iremos informando los próximos pasos que van a seguir para reclamar mejores medidas de seguridad”, agrega.

En robos anteriores, de esta escuela se llevaron cientos de computadoras. Forzaron los carritos de las tablets y vaciaron los del primer piso y los pisos superiores.

Tiempo se puso en contacto con ministerio de Educación que conduce Mercedes Miguel para indagar sobre éste último robo y reconoció que las computadoras fueron robadas desde un “aula segura”, que la propia cartera educativa acondicionó para evitar que eso ocurra.

“Todos los elementos sustraídos se encontraban en el espacio seguro, que contaba con alarma. Se constató que la alarma sonó, pero la casera del establecimiento no la escuchó como así tampoco oyó ningún otro ruido sospechoso”, argumentó la cartera educativa. “Personal del Ministerio se acercó a la escuela para hacer un relevamiento y reparar los daños causados por los delincuentes. Se repararon ventanas y una puerta. También se puso a disposición de la Policía de la Ciudad para avanzar con las investigaciones del hecho”, agrega.