Las rejas negras de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio porteño de Constitución, están cerradas y cubiertas de carteles que dicen “En defensa de la democracia facultad tomada” y “No a la proscripción, en defensa de los derechos democráticos”. Desde este martes, en que se conoció el fallo que condena a la expresidenta Cristina Fernández a seis años de prisión y a la inhabilitación perpetua para ser candidata en los comicios, el estudiantado está movilizado y en emergencia. Se sucedieron tomas simultáneas de las facultades de la UBA como Filosofía y Letras, Ciencias Exactas y Naturales, Arquitectura, Diseño y Urbanismo y hasta el cierre completo de la Ciudad Universitaria por casi 48 horas. También, en facultades de la Universidad Nacional de La Plata. La medida de fuerza, asimismo, coincidió con el paro docente que busca una recomposición salarial.
No obstante, a pesar de que la situación no cambió, los estudiantes de Sociales y de otras facultades han decidido levantar las tomas desde las 17 horas de este jueves y pasar a una instancia de asambleas para definir el plan de lucha. Pero sin abandonar las calles.
Sin democracia no hay universidad pública
“La respuesta fue inmediata ante la situación judicial de Cristina. Hubo consenso generalizado, unánime, de profundo rechazo a la situación judicial y a la proscripción que se está llevando adelante y por eso el martes comenzamos a las 10 de la noche con una toma que hoy vamos a levantar y a convocar a una asamblea mañana viernes”, contó a Tiempo Natalia Arakaki, presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (Cecso). Asimismo, expresó que toda la comunidad educativa repudia la condena ya que atenta contra la democracia. “Es necesario seguir organizándonos desde los lugares que podamos y seguir manifestando nuestra posición”, manifestó.
Arakaki sostuvo que la proscripción de Cristina tiene un impacto en toda la sociedad. “No solo por la Causa Vialidad que está llena de irregularidades, sino debido a la proscripción de la líder política más importante de la historia de nuestro país, que además es la líder opositora al gobierno de Milei”, señaló. Y agregó: “Lo que nosotros estudiamos no está escindido del país en el que vivimos, de la realidad que atravesamos y tenemos un profundo compromiso con nuestras causas, con lo que sucede. Esto es un quiebre”.
Lucas Grimson estudia Ciencias Políticas, es consejero y parte del centro de estudiantes. Contó que el martes, mientras se movilizaban al Partido Justicialista y a la casa de Cristina, que se encuentra muy cerca de esa facultad, decidieron realizar la toma. “Nuestra facultad tiene la particularidad de que está a metros de la casa de Cristina y por eso fue una toma de puertas abiertas para todos los compañeros y compañeras que vinieron a acompañar las distintas vigilias, como lugar de descanso, para tomar agua y usar el baño, comer”, expresó. Asimismo, señaló que aún así, se tomaron medidas de seguridad y de cuidado, considerando el contexto.
“Desde el movimiento estudiantil, las distintas facultades, universidades y colegios secundarios de todo el país que fueron tomados no vamos a dejar que esto pase así como si nada. Nos estamos movilizando en defensa de la democracia”, aseveró. Asimismo, resaltó el compromiso de los estudiantes con la educación que es, a su vez, un compromiso con todo el país. “Si no tenemos democracia, no tenemos universidad pública, ni presupuesto universitario, ni tenemos ciencia y desarrollo en nuestro país. Somos futuros profesionales que tenemos que estar al servicio del pueblo con un compromiso profundo que muchos de los estudiantes lo tenemos”, apuntó.
Sigue la crisis presupuestaria en las universidades
Grimson recordó que las tomas de facultades y asambleas universitarias ya se habían sucedido durante 2024. “El año pasado hubo dos grandes movilizaciones que fueron históricas para el movimiento universitario y estudiantil, demostramos que somos una oposición frontal a este gobierno. Tuvo que dar algún tipo de respuesta”, aseveró. El estudiante señaló que la gestión de gobierno de Javier Milei eligió a los estudiantes universitarios como sus enemigos, sin embargo “no vamos a dejar de movilizar por más que digan todo tipo de mentiras, que anuncien supuestos aumentos que después en realidad nunca llegan o no son suficientes”, apuntó.
En este sentido, mencionó que la crisis en términos presupuestarios para la universidad continúa. “Nuestros docentes y no docentes siguen cobrando salarios de miseria. Entre nosotros se siente mucho en las becas estudiantiles, tanto a nivel nacional como las distintas jurisdicciones. Los montos están muy atrasados”, manifestó. El reclamo, aseguró, también tiene que ver con la posibilidad de sostener una carrera universitaria. “Una carrera universitaria no es gratis. La universidad es no remunerada, pero ese sostenimiento no es gratis y es cada vez más difícil. Son más, día a día, los estudiantes que arrancamos la carrera y salimos a laburar. Por eso en este contexto, exigimos más presupuesto universitario y exigimos salarios dignos para nuestros docentes y no docentes”, espetó.
No hace falta ser K para rechazar el fallo
“Desde mi agrupación no apoyamos políticamente al kirchnerismo pero estamos en esta toma en rechazo al fallo proscriptivo del Poder Judicial contra una de las principales referentes de la oposición. Es un ataque a las libertades democráticas de los y las trabajadores que tienen que poder decidir quiénes van a ser nuestros representantes”, dijo a Tiempo Lucía Waldman, secretaria de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y de la agrupación Ya Basta. En este sentido, la estudiante expresó que la población es la que debe decidir quiénes son sus mandatarios y no la Justicia.
Por otra parte, valoró las medidas de tomas y asambleas ya que consideró que no es posible que la situación se resuelva por medio de “las mismas instituciones que vienen dándole gobernabilidad a Milei, el Congreso que votó la Ley Bases, el veto al presupuesto universitario”. Al respecto, manifestó la necesidad de que las centrales obreras como la CGT y la CTA hagan un llamado al paro y movilización.