6 años y 14 días después del “estrés financiero” de la entonces primera exportadora de granos y derivados de la Argentina, Vicentin será transferida al grupo Grassi SA, después de la publicación que hizo el juez civil y comercial de la segunda circunsripción, Fabián Lorenzini, desde sus oficinas en Reconquista, norte profundo del saqueado norte profundo santafesino. En tres días el nuevo titular de una historia de casi cien años deberá presentar el cronograma de pagos.
También el llamado Comité de Control, integrado por el Banco de la Nación Argentina y la Asociación de Cooperativas Argentinas, deberá sumar un listado de diez acreedores. Vicentin SAIC, la cáscara vacía presentada al concurso que se abrió en febrero de 2020, terminó con un valor de 511.182.000 dólares. De los 1.708 acreedores habilitados, 609 habían votado por las propuestas de Grassi y Dreyfuss.

“Cerrar esta etapa de seis años de espera y avanzar sobre la ejecución de algún acuerdo que permita el cobro de estos créditos”, dice un párrafo de la resolución de 52 páginas. Poco se sabe de la fuga de 788 millones de dólares y otros procesos penales abiertos desde finales del año 2019. Lo cierto es que desde entonces el principal negocio de la Argentina, la exportación de granos y derivados está manejado, mayoritariamente, por intereses extranjeros.
Tampoco se sabe mucho sobre lo que harán con las familias desesperadas de Algodonera Avellaneda que hace rato no conocen un sueldo completo y que pasarán una Navidad que no tendrá nada de noche buena.
Vicentin: el fugaducto del macrismo
Por otro lado es fundamental que los sectores políticos gobernantes también digan algo sobre el futuro inmediato y mediato del consorcio más importante de la provincia de Santa Fe y uno de los más estratégicos de la Argentina.
Vicentin fue el fugaducto del macrismo y gozó de impunidades políticas varias a lo largo de su historia reciente y pasada.
Resta saber si Grassi SA contará o no con el apoyo de Cargill, máxima referencia de Estados Unidos en el exclusivo y millonario negocio de las exportaciones de granos y derivados. Esa participación fue informada por los mismísimos referentes de la poderosa multinacional norteamericana a medios de comunicación rosarinos. No será ilógico. Hoy la Argentina es una semicolonia y participa activamente de los negocios y proyectos políticos de la administración de Donald Trump.

«Una pluralidad de intereses involucrados»
Volviendo al texto de Lorenzini, hay un fragmento sobre Vicentin Paraguay, una de las empresas más enigmáticas de todo lo sucedido en los últimos diez años. Habrá que profundizar la investigación sobre lo que pasó por allí, real y virtualmente.
Como bien dicen las palabras iniciales del documento, Vicentin es la síntesis de una “pluralidad de intereses involucrados” y que es necesaria la “preservación de las fuentes de trabajo” y la “maximización” del recupero de los acreedores y la “viabilidad y conservación empresaria”.

Resulta un eufemismo, por otro lado, cuando se cita la detención de los directivos de Vicentin a fines de 2024 presentándola como “una gran crisis de gestión por parte de los integrantes del directorio (Estanislao Bougain, Daniel Foschiatti y Carlos Alesio Sartor) quienes dispusieron el cierre de las plantas y la total paralización de las actividades”.
En ese contexto, a fines de abril de 2025, un barco llegaba al puerto San Lorenzo de Vicentin con media tonelada de cocaína. Hechos que, aunque no mencionados, forman parte de la vertiginosa historia de estos seis años en los que esa “pluralidad de intereses involucrados” construyeron impunidad y multiplicaron angustia entre las familias trabajadoras que realmente hicieron grande al grupo de 32 empresas.