Una nueva tanda de documentos publicados este jueves por Wikileaks señalan que la CIA desarrolló y utilizó una herramienta para espiar a otros organismos estadounidenses -y de otros países-, como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Según el sitio de filtraciones, la CIA creó un malware llamado ExpressLane, un troyano que obtiene los datos de los sistemas de las otras agencias sin que éstas lo noten.

La infección, detalló la plataforma fundada por Julian Assange, se realiza a través de la OTS (Oficina de Servicios Técnicos, por sus siglas en inglés), una dependencia de la CIA que ofrece un servicio de escaneo de datos biométricos a agencias aliadas de todo el mundo con el objetivo de compartir esos datos de forma cómoda y «voluntaria».

Sin embargo, para la agencia esa «participación voluntaria» en el sistema no habría sido suficiente, por lo que habría creado ExpressLane para extraer de forma secreta los datos de esos sistemas.

El malware sería propagado por los propios operarios de la OTS, quienes al actualizar el sistema biométrico en las demás agencias instalarían -sin saberlo- el troyano.

Los componentes principales del sistema de OTS se basan en productos de la empresa Cross Match, especializada en software biométrico para la comunidad de inteligencia, la misma que los militares estadounidenses utilizaron para identificar a Osama Bin Laden antes de matarlo en Pakistán, precisó Wikileaks.

Esta nueva filtración forma parte de «Vault 7», un paquete de documentos que da cuenta de numerosos proyectos de espionaje masivo de la agencia de inteligencia.