Los archivos extraídos de la computadora marca Toshiba y el teléfono celular del ex policía Ariel Zanchetta, detenido desde junio pasado por presunto espionaje ilegal a jueces y otros personajes públicos, mostraron hasta ahora dos facetas salientes: una mirada despectiva hacia la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y un elevado nivel de chantada. Llamar “inteligencia” a esos archivos es toda una osadía.

Tanto es así que el fiscal Carlos Stornelli (advertido por publicaciones periodísticas de que él también pudo haber sido objeto de “investigaciones” del ex policía) pidió ser querellante, pero cuando vio lo que contenían los archivos desistió de ello. Y hoy es el fiscal de la causa, por decisión del camarista federal Martín Irurzun.

Zanchetta es presentado mediáticamente como la punta de un supuesto iceberg de espionaje ilegal K por su relación con un dirigente de La Cámpora, Fabián “Conu” Rodríguez, y por algunos contactos con el diputado de ese mismo espacio Rodolfo Tailhade.

Días atrás, el juez Marcelo Martínez de Giorgi le envió a Tailhade todo el material que sobre él halló en la computadora y el celular. Zanchetta había elaborado un documento de 62 páginas hablando pestes del diputado. No sólo eso: lo “caminó” en las bases de datos que revelan historiales laborales, antecedentes familiares y detalles patrimoniales. El documento parece dirigido a un interesado incierto. ¿Para quién preparó Zanchetta ese dossier?

“Es uno de los operadores judiciales y de inteligencia del entorno más cerrado de Cristina Kirchner. Sus pasos, al igual que los de Oscar Parrilli, Juan Martín Mena, Leopoldo Moreau y Eduardo Valdés, siguen la estrategia de la vicepresidenta para tratar de anular las ocho causas en que está procesada”, afirma el documento en formato PDF hallado en su computadora.

“Se encargó de las denuncias ante la Justicia contra funcionarios del gobierno de Cambiemos por encargo de ‘La Señora’. Esta acusación fue un intento de balancear las causas por corrupción con el macrismo. Ya hay más de cien exfuncionarios K procesados. La mayoría de sus denuncias, hasta ahora, han sido sobreseídas o directamente cerradas por inexistencia de delito”.

Zanchetta destacó que el juez federal Ariel Lijo sobreseyó a Andrés Ibarra -ex ministro de Modernización de Cambiemos y hoy candidato a presidente de Boca Juniors junto a Mauricio Macri-, en una causa, y que el exmagistrado Luis Rodríguez hizo lo propio respecto del actual ministro de Economía, Luis Caputo, en un expediente por la compra de dólar futuro. El expolicía calificó a esas denuncias como “bloopers” de Tailhade.

“Para gusto de Cristina, hizo una denuncia contra el presidente de la Cámara Federal porteña, Martín Irurzun, y promueve la destitución del procurador general de la Nación provisorio, Eduardo Casal. (…) Desde Twitter y medios K como Página 12 o C5N promovió otras falsas denuncias, por ejemplo, de intento de extorsión contra el ‘empresario agropecuario jubilado’ Pedro Etchebest que involucraron al fiscal Carlos Stornelli. La Cámara Federal de Mar del Plata estableció, meses más tarde, que no hay ninguna prueba de esa denuncia contra Stornelli y anuló el procesamiento del fiscal que le había dictado el juez K Alejo Ramos Padilla”.

Toda la información de “inteligencia” parece recopilada de una simple búsqueda en Internet. Por una configuración involuntaria, Zanchetta tiene guardadas en su computadora todas las consultas que realizó en Google desde 2009 hasta que fue detenido. La última fue “ciberdelito qué es” y la anterior, “abogados Junín Buenos Aires”.  Zanchetta vivía en Junín y, ciertamente, iba a necesitar abogados.

Tailhade tiene registradas tres conversaciones vía Telegram con Zanchetta (siempre iniciadas por el expolicía hoy preso), quien le ofreció información sobre la exdiputada Elisa Carrió y el senador Luis Juez: el 9 de setiembre y los días 28 y 29 de noviembre de 2022.

Lo curioso es que el 20 de setiembre de 2022, a las 11.01, Zanchetta buscó en Internet “Rodolfo Tailhade DNI” y con ese dato lo rastreó en la página SudaméricaData, de la que obtenía por suscripción información sobre sus “objetivos”. Es decir que al mismo tiempo que se comunicaba para ofrecer informes, Zanchetta estaba investigando a Tailhade y lo descalificaba en un documento hallado en su computadora.

En otro diálogo, también por Telegram, que Zanchetta mantuvo con el periodista del diario Clarín Claudio Savoia aparece el apellido Tailhade, en el contexto de un supuesto conflicto interno de lo que por entonces era Juntos por el Cambio entre Elisa Carrió (la llama “la gorda”) y Mauricio Macri (identificado como “mm”) por supuestos favores por parte de la AFIP para la exprimera dama Juliana Awada.

El documento elaborado por Zanchetta sobre Tailhade afirma que “el nefasto historial del denunciador serial judicial es mucho más nutrido y no debe olvidarse que, en su papel de integrante del Consejo de la Magistratura, a donde llegó como soldado de La Cámpora, se dedica a entorpecer las denuncias contra los jueces afines al kirchnerismo”.

“Por lo visto, este diputado sigue los postulados de Lenin, quien sostenía que la mentira era revolucionaria”.

¿Qué es Tailhade en el expediente judicial? ¿Imputado por aquellos contactos con Zanchetta o víctima por el informe de “inteligencia” en su contra?

Esa pregunta generó un conflicto en Comodoro Py. Cuando el apellido del diputado ahora opositor apareció en la causa, el entonces fiscal a cargo, Gerardo Pollicita, se apartó de la investigación por razones que se remontan a 2018 y Twitter. En su reemplazo fue designado Stornelli, pero el juez Martínez de Giorgi lo apartó de oficio porque “el mencionado agente había presentado el 15 de noviembre de 2023 un escrito pidiendo ser querellante, lo que resulta incompatible con la función de titular de la acción penal recientemente asignada a la Fiscalía a su cargo, contradicción que podría implicar una afectación al principio de imparcialidad en su actuación”.

Otros personajes públicos también quisieron saber qué había sobre ellos: Mauricio Macri, Máximo Kirchner, Ariel Sujarchuk, Juan Martín Mena, Alberto Asseff y Christian Sanz. No todos pidieron ser querellantes. Stornelli, finalmente, no lo hizo. “No me considero incurso en ninguna de las causales objetivas de excusación y recusación, ni tampoco se halla afectado mi ánimo actual o mi capacidad de cumplir con objetividad mi rol en estos autos”. Martínez de Giorgi igualmente lo apartó pero el camarista Irurzun lo repuso: “La decisión –que implica definir de forma oficiosa que pese a ser designado reglamentariamente, el fiscal no puede ejercer la representación del órgano independiente que integra y que constituye una de las partes del proceso- carece de motivación legal” y, por consiguiente, “debe ser anulada”.

Así se revirtieron los roles. Stornelli investigará, con respaldo legal, a Zanchetta, después de que Zanchetta recopilara información (acaso de manera ilegal) sobre Stornelli.

Entretanto, la causa principal está a la espera de la apertura de los dispositivos secuestrados en la casa de “Conu” Rodríguez. No parece haber apuro judicial: Gendarmería prevé ese paso para el 23 de enero de 2024 . «