El plan del gobierno de buscar un acuerdo de precios y salarios que enfríe la inflación y que proporcione, además, una foto que aporte a la estabilidad institucional sigue lejos de la expectativa de su promotor y parte más interesada, el ministro de Economía, Sergio Massa.

El panorama es por lo menos contradictorio. Mientras la CGT adelantó que la semana que viene empezarán las reuniones con los dirigentes del llamado Grupo de los Seis (G6), que reúne a varias de las cámaras empresarias más representativas de la patronal, desde ese grupo aseguraron a Tiempo que no existen reuniones en agenda para los próximos días y que incluso varios de los que deberían asistir partirán en las próximas horas a Europa.

Mientras tanto, Comercio trabajó en la renovación de planes de control de precios ya existentes y en el posible tratamiento de nuevas iniciativas de la misma clase.

La disparada del dólar blue en la última semana de abril se trasladó, previsiblemente, a los precios minoristas, especialmente a los que se pagan en los comercios chicos ubicados en los barrios de menores recursos, donde no llegan los programas de precios de referencia oficiales.

Frente a esa realidad, los comercios de cercanía, almacenes y autoservicios presentaron esta semana a la Secretaría de Comercio una propuesta de un listado de 40 productos basados en los principales consumos de las familias, con la intención de que la dependencia del Ministerio de Economía negocie una rebaja de los precios con las fábricas de productos alimenticios, de limpieza y tocador.

Los funcionarios confirmaron a Tiempo que esa lista llegó a la oficina de Matías Tombolini, pero la agenda del titular se centró en los últimos días en definir nuevas versiones de la Canasta de Frutas y Verduras, que se publicó el martes, y del programa Precios Justos, cuya nueva versión entraría en vigencia esta semana con aumentos que se estiman del 5 por ciento.

Una medida direccionada al segmento de cercanía, la de los almaceneros y autoservicios u otra, podría ser una buena señal en un sector que denuncia que recibe listas de los mayoristas con precios marcadamente altos en relación con los que reciben las grandes cadenas de supermercados.

Ese sector abarca entre el 60% y el 70% de las ventas minoristas, sin embargo, nunca fue un objetivo de las políticas de control de precios que se negocian con las grandes industrias y las cadenas supermercadistas.

Esta semana el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) publicó su Índice Barrial de Precios (IBP) con datos de 900 locales de cercanía, que dio cuenta de un aumento de la Canasta Básica de Alimentos del 8,13% respecto a marzo. Esa misma canasta aumentó el 42% en los primeros cuatro meses de 2023. Los precios más inflacionarios de abril fueron los de almacén, con un aumento del 9,65%, y las carnes, que treparon el 9,41 por ciento.

El titular de la Federación de Almaceneros Bonaerenses, Fernando Savore, indicó a este medio que la lista que se envió a Tombolini consta de 40 productos que son de primera marca y de primera calidad, “representativos del consumo diario de una familia tipo”. Sin embargo, no aclaró si se busca retrotraer los precios actuales de esos productos ni tampoco desde qué fecha, para no condicionar las negociaciones del gobierno con los mayoristas.

El panorama, explicó, se complicó mucho después de la suba del dólar informal en las dos semanas pasadas, cuando “los precios subieron al ritmo de la cotización, pero cuando el dólar bajó los precios se mantuvieron estables”. Algo similar a lo que pasó después de la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía, en agosto de 2022.

Fuentes del sector mayorista dijeron que están al tanto de que se está trabajando en una propuesta que no conocen en detalle, prefirieron no especular sobre la posibilidad de que la propuesta impacte positivamente en los precios y desviaron la atención hacia la cuestión del abastecimiento, un problema al que consideran prioritario comparado en relación a la inflación: “Lo que realmente está en juego ahora es el abastecimiento de la industria. Esa es la mayor preocupación, y el gran desafío del trimestre va a ser cómo la resuelve el gobierno”.