Benito Quinquela Martín, uno de los pintores más emblemáticos de la Argentina, fue abandonado apenas nacido en la puerta del orfanato Casa de los Expósitos en el barrio de Barracas con una nota que decía: «Este niño ha sido bautizado con el nombre de Benito Juan Martín». En esa institución viviría los primeros seis años de su vida hasta ser adoptado por la familia formada por Justina Molina, una indígena correntina, y Manuel Chinchella, de origen genovés, que tenía una carbonería en el barrio de La Boca, donde él mismo trabajó hasta dedicarse de lleno a las artes plásticas.

La obra de Quinquela más que reproducir postales, aporta una visión social del mundo que lo rodeaba, así engendró la identidad de lo que por muchos años fue el centro la vida nacional: el puerto, la inmigración y el trabajo.

Nació, pintó y murió en La Boca. Las pinturas y aguafuertes que conforman el corazón de su obra son los paisajes portuarios de ese barrio: el río, el puerto con sus grúas, la vuelta de Rocha, la isla Maciel, el barrio con su bohemia y sus casas coloridas, las fraguas, las viviendas, los hombres y mujeres que allí habitaban. Sus cuadros presentan el dinamismo de los trabajadores del puerto en acción, los colores de los barcos, la vida y los espacios de los sectores populares. En este sentido, su obra es profundamente personal y política.

En una entrevista de 1944, el autor de «Día de Sol», expresaba como esa relación con el pueblo iba más allá de la mera representación sino que formaba parte de su experiencia vital: «Siempre tenemos gente. Ya es tradición en nuestra casa. La introdujo mi madre. Cuando tenía negocio, siempre venían a comer unos amigos de mi padre, trabajadores del puerto, y alguna vez unos clientes del negocio, los más pobres, aquellos mismos que no pagaban las compras…» (en el archivo del museo).

Con el paso de los años fue creando en su barrio una Escuela de Artes Gráficas, un jardín maternal y otro de infantes, el Hospital Odontológico, el Museo de Bellas Artes –que hoy lleva su nombre– y el Teatro de la Ribera. Todos donados al Estado Nacional para funcionar con esos fines.

Se estima que nació el 1 de marzo de 1890 y murió el 28 de enero de 1977, hace 40, en la Ciudad de Buenos Aires. Sus estudios de pintura comenzaron con Alfredo Lazzari en el Conservatorio de Pezzini-Sttiatessi, y comenzó a exponer en 1918, ya en 1920 obtuvo el Segundo Premio del Salón Nacional. Con el tiempo llegó a exponer en Río de Janeiro, París, España, Nueva York, La Habana, Milán y Londres.

Sus obras, además de estar expuestas en muchos museos nacionales, se encuentran en instituciones de todo el mundo, como el Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Luxemburgo de París; el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York; la Galleria Nazionale D’Arte Moderna de Roma; el Palacio de Guanabara y el Museo de Bellas Artes de Río de Janeiro; los museos británicos de Birmingham, Cardiff y Sheffield, entre otros.