Desde hace tiempo el joven y prestigioso director de orquesta Pablo Quinteros viene trabajando junto a la dramaturga y directora Florencia Bendersky para restituirle a la ópera el carácter popular que tuvo en sus comienzos y liberarla del estigma de ser considerada hoy un espectáculo para minorías. Ambos, junto a Santiago Gelabert en el área tecnológica coinciden en el grupo Ópera 3.0 fundado hace 4 años. Para quitarle la rigidez que el género adquirió con el tiempo, trabajan por fuera del mercado del género y realizan acciones diversas, como ofrecer espectáculos en lugares no convencionales para el género operístico, horizontalizar el trabajo haciendo  propuestas musicales colectivas y también abordando piezas con gran protagonismo femenino.

Esta vez, la innovación se enmarca en la tecnocultura y la propuesta no tiene antecedentes en la Argentina. El 27 de septiembre a las 19 presentarán via streaming desde el teatro Picadero una versión de La traviata de Giuseppe Verdi. El espectáculo se llama Amami Alfredo  y tiene varias novedades.

“El objetivo de nuestros proyectos – explica el maestro Quinteros- es llevar la ópera a diferentes públicos. El año pasado, por ejemplo, hicimos una exploración sobre La traviata en lo que dimos en llamar La ópera te invade. El espectáculo se llamaba Violetta muere y lo hicimos en el cementerio de la Recoleta. Fue algo muy interesante por el marco del lugar.”

Y agrega acerca de la propuesta que se presentará el 27 de este mes: “El nuevo espectáculo que presentaremos vía streaming, Amami Alfredo, viene de la mano de ese concepto. Es también una reelaboración de La traviata y lo haremos en el teatro Picadero. Por la pandemia usamos un protocolo que admite hasta diez personas en el teatro. Esto nos obliga a reducir muchas cosas, pero estamos muy acostumbrados a trabajar según las posibilidades que tenemos en cada caso. Tuvimos que sortear una serie de escollos técnicos y prácticos ya desde los ensayos. En casi todas las puestas de Ópera, pero especialmente en La traviata, hay cercanía y contacto entre los cantantes. Se besan, se tocan, se pelean. Muchas veces estos contactos están especificados en la partitura misma. En el caso de Verdi, la partitura indica “se abrazan” y el hecho es que no se pueden abrazar. Esto es un determinante clarísimo porque en este momento debemos mantener la distancia social, lo que nos obliga a hacer cambios. Además, también está el hecho de que no puede haber más de diez personas en la sala, por lo que no es posible hacer todos los personajes. En la versión que presentaremos esta vez, Patricia Deleo es Violetta, Santiago Sirur es Alfredo y  Fabián Veloz, quien cantó el año pasado en el Colón, es Giorgio Germont, el padre de Alfredo. Todos ellos estarán sobre el escenario en vivo junto al pianista Gabriel Vinker.”

El espectáculo se presenta como “interactivo”. Respecto del alcance que el término tiene en el nuevo proyecto dice Quinteros: “Tenemos la gran alegría de estrenar una aplicación. Nuestra idea es que los dispositivos móviles no se apaguen durante el espectáculo. En realidad nunca tuvimos problema con eso, nunca tuvimos miedo de que resultaran invasivos en la energía del espectáculo. Por el contrario, creemos que son una herramienta para el espectador. En este caso, hay contenidos específicos sobre la obra para la gente que descargue la aplicación. Por ejemplo, data del espectáculo; trivias que tienen que ver con la historia de la ópera y con La traviata en particular. Además, una escenografía virtual realizada por Zacarías Gianni para cada uno de los cuadros, que son cuatro, diseñada especialmente para esta oportunidad. Es decir que quien baje la aplicación verá cuatro escenografías diferentes. Esto es algo que en la Argentina no lo tiene ninguna compañía de ópera porque es muy complejo y caro de hacer. Nosotros decidimos ponerle recursos y energía al aspecto tecnológico porque consideramos que los celulares y las tablets son los dispositivos que hoy más se utilizan para consumir gran parte de las cosas que consumimos”. 

Pero la puesta tiene también otro tipo de innovación, como es la incorporación del actor Carlos Portaluppi: “Nuestra intención –dice Quinteros- es tener siempre una visión más abarcadora que las partituras. Por eso, esta reelaboración de La Traviata lo incluye al gran actor Carlos Portaluppi, quien va a interactuar con las escenas. Su participación no es en vivo, sino a través de una edición. Va a tener cuatro o cinco escenas, pero no quiero anticipar mucho de esto, como se dice hoy, no quiero spoilear. Sus textos, por supuesto, no fueron escritos por Verdi, sino que tienen que ver con la dramaturgia de Bendersky y son prólogos o interludios de los actos. Esto está incluido en el streaming, no tiene que ver con la aplicación. El espectáculo es un crossover entre música, literatura, teatro y tecnología.”

Aunque la pandemia y el consecuente aislamiento obligatorio han impuesto la virtualidad como único modo de acceder a espectáculos, las transmisiones se alejan mucho de lo presencial. “Cuando se transmite música a través de Instagram o cuando se ve un espectáculo a través de YouTube – sostiene Quinteros- se pierde la calidad y la impronta del espectáculo en vivo. En este caso va a ser distinto porque el espectador lo podrá ver y escuchar con toda la calidad. Es lo más cercano a lo que vería y escucharía si estuviera realmente en la sala del conciertos. Además, el equipo técnico del Picadero es impresionante. Todo esto creo que hace una diferencia muy grande con los espectáculos virtuales que están circulando hoy. La calidad del sonido para nosotros es fundamental.”

La elección de La traviata en tiempos de pandemia no ha sido casual, ya que, tal como dicen los organizadores del espectáculo, “está recorrida por el amor, los prejuicios, las imposibilidades y la enfermedad”. Está basada en la novela de Alejandro Dumas La dama de las camelias, con libreto de Piave. La gran obra de Verdi no ha perdido su vigencia.

Amami Alfredo

Domingo 27 de septiembre a las 19

El valor de la entrada es de 500 pesos  y se adquieren a través de Plateanet.