Suele decirse de algunas personas que sus vidas han sido tan intensas que pareciera que hubieran vivido muchas al mismo tiempo. El axioma suele aplicarse a personajes desmesurados que nunca aceptaron detenerse ante rutinas o convenciones y que frente a la imposibilidad de quedarse quietos se convirtieron a sí mismos en su propia obra. La cultura popular argentina está llena de personalidades así y sus apariciones a lo largo de la historia permiten conjeturar que algo de eso está inscripto en el gen nacional.

Ese arquetipo tuvo decenas de encarnaciones, pero podría haber tenido la primera en la figura hoy olvidada de un actor, extraordinario comediante y uno de los padres del humor argentino, Florencio Parravicini. De rescatar su figura se ocupa el libro La vida romántica y aventurera de Florencio Parravicini. El hombre que hizo reír a tres generaciones, de Martín Alvera, que la Biblioteca Nacional (BN) acaba de sumar a su extraordinaria colección Los Raros. El mismo, que puede descargarse de forma gratuita en la web de la Biblioteca, será presentado de forma oficial el viernes 22 de septiembre a las 19, en el auditorio Jorge Luis Borges de la BN (ver recuadro).

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El volumen reúne 52 textos que el escritor y periodista Alfredo Varela publicó bajo seudónimo, usando su segundo nombre y un anagrama de su apellido, entre julio y diciembre de 1945 en la revista ¡Aquí está! En ellas abarca todas las vidas de quien fuera, quizás, el actor más popular que haya dado el teatro nacional y primer capo cómico argentino. Desde su nacimiento en una casa de alta alcurnia hasta su suicidio, que tuvo lugar en la mañana del 25 de marzo de 1941, cuatro años antes de la aparición del primer artículo de Varela/Alvera.

Vida de Parravicini

Nieto de Jacobo Parravicini di Casanova, embajador del Imperio Austrohúngaro en tiempos de Juan Manuel de Rosas, pariente político de Napoleón Bonaparte y descendiente directo del Giacomo Casanova, el famoso seductor veneciano del siglo XVIII, pareciera que sobre Parravicini pesaba el mandato familiar de ser un aventurero. Sin embargo, los relatos que Varela acumula en su libro dan cuenta de lo contrario.

Florencio fue la oveja negra, el hermano menor de una familia que a finales del siglo XIX se encontraba entre las más potentes de la aristocracia criolla, dueña de más de 50 propiedades solo en Buenos Aires, así como de numerosas estancias y campos infinitos por toda la pampa. Al heredar ese imperio, Florencio, que ya era un comediante de renombre, se dedicó a hacer lo que mejor le salía: despilfarrar todo de la forma más épica posible.

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Florencio Parravicini y Hugo del Carril.

“Llevada al libro, la vida de Parravicini hubiera parecido una exageración del autor”, escribe Varela en su primer texto. “Por eso al querer referirla, ahora, afrontamos un riesgo tremendo: el de que no se nos crea”, concluye. Es que Parravicini se convirtió en una leyenda, que él mismo alimentaba con las historias inverosímiles acerca de sus mil y una vidas. Como la vez en que, siendo joven, su familia, cansada de sus correrías, lo llevó engañado al puerto para embarcarlo por la fuerza a modo de castigo, con la esperanza de que el trato con los ásperos marineros ayudara a bajarle el copete. Pero Florencio acabó convertido en amigo de todos, haciéndolos reír con sus ocurrencias inagotables.

En la pluma de Varela la vida del actor se convierte en una novela de aventuras, un compendio de anécdotas hilarantes que convierten al libro en una lectura gratísima y recomendable. Sus páginas revelan un personaje encantador que no merece el olvido que pesa sobre él. Y además cumplen con el doble rescate de echar luz sobre el propio autor, Alfredo Varela, otro olvidado, un escritor con una poderosa mirada social.

Así lo revela su novela de 1943 El río profundo, basada en su experiencia como periodista investigando las condiciones de trabajo de los mensúes, en los obrajes de la provincia de Misiones. Una novela que se volvería más famosa al ser adaptada al cine por Hugo del Carril, para transformarse en una de las películas más importantes del cine argentino: Las aguas bajan turbias (1952). Dos figuras valiosas que vuelven a vivir gracias a la labor de la BN.

Presentación en la Biblioteca

La vida romántica y aventurera de Parravicini, de Martín Alvera (Alfredo Varela) tendrá su presentación oficial el próximo viernes 22 de septiembre a las 19, en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502.

Participan la actriz Cristina Banegas, el editor Guillermo Korn, los investigadores Alexia Masholder y Nicolás Reydó, y el actor Víctor Laplace, quien interpretó a Parravicini en la película Flop (Eduardo Mignogna, 1990). La entrada es libre y gratuita.

El libro puede descargarse de forma gratuita desde el sitio web de la Biblioteca Nacional.