Las guitarras bien temperadas (Les guitares bien tempérées) es una obra compuesta en 1962 por Mario Castelnuovo-Tedesco (1895-1968) para dos guitarras. Consiste en 24 pares de preludios y fugas, uno por cada tonalidad mayor y menor. Las 24 piezas se dividen en cuatro libros. La obra está inspirada y dedicada al dúo de guitarristas Alexandre Lagoya e Ida Presti, y es un homenaje a la obra de Johann Sebastian Bach El clave bien temperado, que tiene una estructura similar para teclado. Se trata de uno de los conciertos más importantes para dos guitarras jamás escritos.

Carlos Groisman, guitarrista argentino de renombre internacional, y su talentoso discípulo Pablo Carballo, trabajaron arduamente durante dos años en los ensayos de esta desafiante serie de composiciones y la interpretarán hoy y el jueves 28 a las 19.30 en la Fundación Beethoven (Av. Santa Fe 1452, CABA).

Groisman dialoga con Tiempo sobre las características de esta obra y el reto de ofrecerla en concierto.

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-¿Qué rasgos distintivos tiene esta composición?

-Los 24 Preludios y Fugas de Las guitarras bien temperadas fueron compuestos en 1962 y están escritas en  las 24 tonalidades. La obra completa dura aproximadamente dos horas y media y la tocaremos en dos conciertos: hoy los “Preludios y Fugas” del 1 al 12 y el jueves del 13 al 24. De alguna manera tienen cierto contacto con los 24 Preludios y Fugas de El clave bien temperado de Bach. Al igual que él, Castelnuovo también trabaja el tema de las fugas, pero con una impronta que proviene de la música italiana y española.

-¿Existen muchas versiones grabadas de esta obra?

-Tengo entendido que hay solamente una versión de audio con la obra completa y algunos fragmentos que se pueden encontrar en YouTube. Nosotros pudimos registrar en video todo el concierto en el auditorio de la Fundación Beethoven gracias al Mecenazgo de CABA y un subsidio del Fondo Nacional de las Artes. Todo este material será subido a las redes, además de que será publicado en un disco.

-¿Qué posibilidades ofrece para un compositor la guitarra como instrumento y, en especial, para esta composición de Castelnuovo?

-Si Berlioz decía que la guitarra es una pequeña orquesta, dos guitarras amplían muchísimo las posibilidades de lo que se puede conseguir a nivel compositivo e interpretativo. El trabajo que hizo Castelnuovo en esta obra hace que las dos guitarras desarrollen una labor polifónica y orquestal muy importante. Además estas obras se caracterizan por tener mucha variedad rítmica. Castelnuovo nació en Italia y escribió muchas obras para Andrés Segovia. Por lo tanto en sus obras para guitarra predomina lo italiano y lo español, tanto en su vertiente popular como en su vertiente clásica. A esto debemos sumar que es un amante de los ritmos barrocos. La música demuestra que culturalmente enlaza a los pueblos y haberme comprometido con esta obra me da la pauta de la importancia que sigue teniendo la música en nuestras vidas.

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-¿Qué es lo que nos podés decir sobre este compositor, su obra y sus influencias?

-Él vivía en Florencia, y cuando el norte de Italia cayó en manos de la ocupación alemana, escapó a los Estados Unidos. Ahí compuso una gran cantidad de bandas sonoras para películas, en colaboración con la ayuda del violinista Jascha Heifetz. Era un compositor con una gran formación y una gran capacidad de trabajo. Tuvo además mucho contacto con la música de origen español que se producía en Los Ángeles. Tanto es así que en el tercer movimiento de su Concierto para dos guitarras, tiene gran influencia de un corrillo mejicano. Era muy inquieto y muy amplio y, sobre todo, muy exigente con las obras que compuso para guitarra. Diría que en sus obras se aplica perfectamente el sentido orquestal del instrumento, porque siempre lo lleva a los extremos de las posibilidades que puede brindar. Es muy ambicioso con el sonido. Por eso sus obras no son fáciles para interpretar y exigen mucho al ejecutante y no es tan popular para los guitarristas.  Abordar sus obras es una labor muy exigente. A diferencia de las obras de Leo Brower, cuyas composiciones también los son pero que, a pesar de todo, pueden ser presentadas para los que recién empiezan a estudiar el instrumento.

-A pesar de ser un creador del siglo veinte, no se lo puede considerar dentro de la vanguardia musical.

-No es un compositor de vanguardia, ya que se apega a lo tonal. Pero su estilo es muy ambicioso y sofisticado porque trabaja sobre la textura y melodías muy ricas, con muchos contrapuntos y armonías muy extendidas. En esta obra siempre hay un diálogo entre las dos guitarras, que es lo que se identifica con el trabajo contrapuntístico de la partitura.

-¿Cómo encararon la preparación de esta obra tan desafiante?

-Fue un trabajo muy arduo, pero a su vez fue una salvación ya que lo empezamos a encarar durante la pandemia.  Al no existir posibilidades de hacer conciertos pudimos utilizar ese tiempo para abocarnos a esta obra. La exigencia es muy grande, ya que son dos horas y media de música. Pablo se graduó en el Conservatorio, es muy joven y rompió el molde, porque es muy talentoso, muy exigente con él mismo. Ya no lo considero discípulo porque él tiene un gran valor por sí mismo. Y lo demuestra, entre otras cosas, por la manera cómo encaró este trabajo. Lo hizo con seriedad, compromiso y un gran sentido del valor de lo que estábamos ensayando, que es un gran desafío para cualquier guitarrista. Desafío que, convengamos, no muchos se atreven afrontar.

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-¿Qué sigue significando la guitarra para un instrumentista experimentado y tan reconocido como vos?

La guitarra es, a nivel universal, el instrumento acompañante del canto popular. Pero como solista tiene una fuerza y una expresividad muy grande, como lo demuestra la música española o en la sudamericana, por ejemplo. Es un instrumento desafiante para los compositores porque brinda posibilidades que son infinitas. Además es un instrumento que sigue vigente desde hace quinientos años y siento que todavía tiene mucho para dar.

Carlos Groisman y Pablo Carballo presentarán Las guitarras bien temperadas en el Auditorio de la Fundación Beethoven, Av. Santa Fe 1452, CABA.  Entradas a través de la Fundación Beethoven.  Más información o compra de las entradas, WhatsApp 11 5836-8310, teléfono 4816 3224, o a través de  [email protected].