En paralelo a la disputa por el poder en la AFA, esta semana tiene que definirse la puja por los derechos de televisación del fútbol argentino, la vuelta de un dueño privado, lo que inaugurará una nueva era después de ocho años de transmisiones estatales. Está previsto -aunque nada en la AFA se pueda prever- que mañana la comisión audiovisual conformada ad hoc seleccione entre una de las tres ofertas que tiene sobre la mesa. ESPN, Mediapro y la sociedad Fox-Turner garantizan una llave de 1200 millones de pesos para ingresar al negocio, un dinero que los clubes necesitan como el agua.
Fueron -son- días de un lobby incesante. Y talla, sobre todo, la preferencia del gobierno de Mauricio Macri. Aunque Fernando Marín, el delegado presidencial para liquidar Fútbol para Todos, se mostró públicamente como neutral, en privado hizo conocer su favoritismo -y, por ende, el de la Casa Rosada- hacia el desembarco de Fox-Turner al fútbol argentino. Detrás de esa oferta, además, a través de distintas empresas se asoma el Grupo Clarín. Esta semana, circuló una carta confidencial presentada ante la AFA por Fox-Turner, en la que Televisión Satelital Codificada (TSC) -una sociedad de Clarín-Torneos- se compromete a no continuar el juicio millonario que mantiene contra la AFA por la ruptura del contrato en 2009.

«La realidad es que ese juicio está mal. La AFA tiene otros derechos que no sabe que tuvo y que fueron mal explotados», dijo hace unos días Carlos Ávila, fundador de Torneos, que hasta aseguró estar dispuesto a declarar a favor de la institución en el juicio. En Fox sostienen que todo lo que hicieron fue asegurarse que el juicio no entorpezca un eventual negocio. Sus competidoras, en cambio, lo observan como un mecanismo extorsivo. Las acusaciones cruzadas, por lo bajo, no se quedan ahí. «Mediapro es ESPN», dicen desde la otra vereda. Ambas empresas, es cierto, tienen vínculos en común. Semanas atrás, se lo vio a Jorge Valdano en una larga entrevista con ESPN -la favorita de Marcelo Tinelli y Juan Sebastián Verón- aunque el excampeón del mundo en México 86, empresario y comentarista había llegado al país para hacer fuerza por Mediapro, donde trabaja en las transmisiones del fútbol español. ESPN y Mediapro, además, mantuvieron negocios con Full Play, la empresa de Hugo y Mariano Jinkis, envueltos en el FIFAGate. Pero ese escándalo también salpica a Fox-Turner a través de Alejandro Burzaco, el exCEO de Torneos.

«Clarín -agregó Ávila- va a seguir en el mundo del fútbol. Es inevitable que cualquiera de las tres compañías que están pujando por los derechos tienen que hacer una negociación con los distribuidores de señal, y en este caso los más importantes, que son Clarín (Cablevisión) y DirecTV».

Las ofertas giran en torno de los 3000 millones anuales, actualizables. Si bien circuló la posibilidad de que las empresas se repartan los derechos, distintas fuentes desmintieron que eso pueda ocurrir. Aunque algunos dirigentes se entusiasmaran con que, ese esquema, hiciera subir el precio.