Las dos reuniones fueron confirmadas por fuentes de ambas partes, aunque todo de manera extraoficial. De un lado, Daniel Scioli, diputado del bloque Frente para la Victoria, recién llegado al Congreso desde las listas de Unidad Ciudadana, el candidato a presidente que perdió el balotaje ante Mauricio Macri. Del otro, Carlos Mac Allister, secretario de Deporte. Se habló de temas generales relacionados a las actuales políticas deportivas. Incluso, de los insultos a Mauricio Macri en las canchas. Pero hubo un tema central: el proyecto de ley de sociedades anónimas en el fútbol que el gobierno mandará al Congreso para que sea aprobado este año. 

Scioli está dispuesto a apoyar la ley en Diputados. Sería coherente con su trayectoria. Fue él mismo cuando era diputado por el PJ menemista que a fines de los 90 presentó un proyecto de ley de Sociedades Anónimas Deportivas. Mientras Scioli lo defendía en el terreno legislativo, Macri lo agitaba como presidente de Boca entre sus colegas dirigentes. Eran tiempos en los que resultaba inimaginable que ambos estuvieran frente a frente en una elección presidencial. El proyecto no prosperó, pero Macri volvió a la carga con el plan una vez que asumió como presidente de la Nación. Para eso, no sólo sumó poder con hombres propios dentro del fútbol. También comenzó a juntar voluntades en la política más allá de las fronteras de Cambiemos. Scioli es el caso, aunque compañeros del diputado del FpV ya aclaran que no lo acompañarán en ese apoyo. Y que la posición del bloque será firme en oponerse al proyecto.

A Scioli también se le expone un dilema. Desde que regresó al Congreso en diciembre pasado –en donde todavía se recuerda su ausencia durante la votación de la reforma previsional– su objetivo fue recluirse en la Comisión de Deportes. «Es un apasionado del deporte, y además cree que puede aportar desde ese lugar», dicen en su entorno. No lo dicen tan directo, pero también es una forma de atravesar estos tiempos, mirando más de lejos esos asuntos. Mac Allister dijo que el macrismo le daría su apoyo para esa empresa. A cambio, Scioli apoyará el proyecto de sociedades anónimas. Sin embargo, es su bloque el que debe designarlo en ese lugar. ¿Conseguirá ese apoyo de sus compañeros de bancada si se confirmara su posición? Ahí está su dilema.