Aunque la pelota no haya rodado, este martes fue un día histórico para el fútbol español. Con la presencia de los argentinos Leonardo Ponzio, Nicolás Bertolo y Leonardo Franco, 42 imputados son llevados a juicio por el supuesto arreglo del partido que Levante y Zaragoza disputaron el 21 de mayo de 2011, en la última jornada de la Liga 2011/12. Con el triunfo por 2 a 1, Zaragoza salvó la categoría y condenó al descenso al Deportivo La Coruña. La denuncia está a cargo del Deportivo y también de Javier Tebas, presidente de La Liga, quien asegura que un jugador de Zaragoza, de quien no quiere dar el nombre, le confesó el arreglo. Como aquella revelación se dio en el marco de una consulta a Tebas en su condición de abogado, Zaragoza acusa a Tebas de vulnerar derechos fundamentales y pide la nulidad del juicio.

Aquel partido que se jugó en el Ciutat de Valencia tiene muchas aristas llamativas. Según las estadísticas que cita el diario El País, Levante apenas pateó al arco y casi ni cruzó la mitad de la cancha. Zaragoza fue el equipo con mejores marcas en esa cancha en toda la temporada y atacó como nunca para un equipo que peleó abajo las 38 fechas de torneo: disparó 20 veces al arco rival. La denuncia de La Liga, la Fiscalía Anticorrupción y el Deportivo es que el equipo aragonés entregó casi un millón de euros a los futbolistas del Levante para conseguir el triunfo que evite el descenso.

Según las acusaciones, el Zaragoza transfirió a la cuentas de nueve jugadores, el técnico Javier Aguirre y el director deportivo 965 mil Euros a modo de primas. Ellos once sacaron el dinero entre el 18 y el 20 de mayo, días antes del partido, y se lo entregaron personalmente a los futbolistas del Levante para que se dejaran ganar. La defensa niega esa versión y aseguran que no hay pruebas, pese a que el relato de Javier Tebas coincide con la secuencia luego comprobada por la investigación judicial del depósito extemporal de dinero y la retirada casi inmediata. Por el lado de los futbolistas del Levante, también hay sospechas en sus movimientos económicos. La investigación de la Agencia Tributaria se extrañó por la quietud que vivieron en las semanas siguientes a ese partido las cuentas de los integrantes del Levante, que casi no movieron dinero ni hicieron pagos con tarjeta. La explicación de que al estar de vacaciones en las casas de sus padres, donde no había necesidad de gastar dinero, no parecen suficientes.

Las penas que solicitan los fiscales en este macrojuicio que sentará a 42 acusados en el banquillo van desde los 2 años de prisión hasta los seis de inhabilitación para cualquier función deportiva, ya sea jugador, técnico o gestor deportivo. Ponzio, que fue titular en aquel partido, pidió declarar rápidamente para volver a entrarse con su equipo en la Argentina, pero aún no es seguro cuándo hará su comparecencia. Además de los tres argentinos, entre los citados a declarar están el ahora jugador del PSG Ander Herrera, el excapitán del Atlético de Madrid Gabi, el uruguayo que debía estar citado a su selección Cristian Stuani y el exlateral de River Carlos Diogo, entre otros.

Al haber tantos acusados y como el juez piensa tomarle testimonio a todos, es posible que el juicio se extienda hasta fin de mes, lo que puede alterar la rutina de todos los futbolistas acusados.