A fines de octubre, el gobierno nacional implementó un esquema de congelamiento de precios de más de 1400 productos de consumo esencial, con el fin de contener la inflación y de aliviar un poco el bolsillo. En la Secretaría de Comercio, a cargo de la iniciativa, están muy conformes con el cumplimiento de las empresas en lo relativo a los precios y bastante conformes en lo que refiere al abastecimiento.

En la cartera que conduce Roberto Feletti entienden que el cumplimiento de precios está por encima del 90%, mientras que el abastecimiento se ubica casi en un 80 por ciento. Sin embargo, hay una excepción que molesta: el aceite. En ese producto, se respetan los precios, dicen los funcionarios, pero no tanto el abastecimiento, que tiene un cumplimiento de apenas el 55%, muy por debajo del resto.

Las exportadoras de aceite aportaron U$S 190 millones en 2021 a un fideicomiso acordado con el gobierno, con el fin de subsidiar el valor del aceite en el mercado interno. Ese dinero, que sostiene el precio de 29 millones de litros mensuales, tiene los días contados, pero las exportadoras ya acordaron la inyección de U$S 28 millones adicionales que garanticen la estabilida de los precios por un nuevo período. De esta manera, el aporte de las exportadoras a las compañías dedicadas a abastecer el mercado interno será de U$S 218 millones. El fideicomiso deberá renovarse el 1 de febrero del próximo año.

Los relevamientos oficiales de precios no llegaron aún a evaluar la variación del valor del aceite a partir del inicio del congelamiento de precios (Indec publicará su habitual informe esta semana), pero sí hasta octubre último.

Entre octubre 2020 y mismo mes de este año, el aceite que mide el Indec elevó su precio en un 70 por ciento. El porcentaje está muy por encima de la ya alta inflación interanual general, del 52,1%, y de la suba en alimentos, del 51,4% en el mismo período. Con esta foto, es difícil entender la efectividad del fideicomiso.

Sin embargo, si se mira un par de años atrás, la foto cambia. Entre octubre 2019 y octubre 2020, el precio del aceite creció en un 34%, mientras que la inflación general del período fue del 37,2% y la de alimentos fue del 43,9 por ciento. Asimismo, entre octubre 2018 y octubre 2019, el aceite subió un 32%, mientras que la inflación general fue del 50,5% y la de alimentos se ubicó en 51,8 por ciento.

¿Y dónde está el aceite?

Los números son claros, pero donde falta claridad es en el rubro abastecimiento. Desde las empresas más grandes del sector, aseguran que los niveles de producción son los habituales y que no hay problemas en ese sentido. Sin embargo, no pueden precisar dónde queda varado el aceite. Las opciones no son muchas: mayoristas, supermercados o ellas mismas.

Las botellas de aceite no están llegando a las góndolas al ritmo que deberían y, si la producción no cayó, ¿dónde están? Los empresarios del sector, encabezados por Gustavo Indígoras (presidente de CIARA, la principal cámara aceitera del país), se comprometieron a investigar si hay «especulación o stockeo» en algún eslabón de la cadena.

Revisión de paritarias

En este cuadro, CIARA discutió con la federación de trabajadores aceiteros, que dirige Daniel Yofra, una revisión de la paritaria firmada en agosto pasado. Se acordó elevar el salario básico inicial de la actividad a $ 153 mil, a partir del 1 de enero de 2022. En agosto, habían acordado una suba del 48% que llevaba el salario de esas categoría a $ 110 mil. Así las cosas, en esta revisión alcanzaron un 38% más, que sumado al 48% anterior otorga un aumento acumulado del 104% para todo el período paritario.

Además, se acordó el pago de una suma extraordinaria no remunerativa de $ 104.214 para todos los trabajadores aceiteros encuadrados en el Convenio Colectivo de Trabajo 420/05, que será liquidado en los meses de febrero y marzo de 2022. Se trata de un pago extraordinario «que acordamos todos los años desde 2010» y que desde el gremio «imputamos como participación en las ganancias», comunicaron.

«Compañeras y compañeros, este nuevo logro le pertenece a las y los trabajadores aceiteros que han demostrado una y otra vez su unidad, solidaridad y conciencia de clase», apuntaron desde el sindicato. «