Luego de dos años, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) volvió a reunirse presencialmente en Davos tras dos años de ediciones virtuales. La última edición presencial del Foro había tenido lugar en enero de 2020, pocas semanas antes de que la pandemia del Covid-19 irrumpiera en los países occidentales. Desde entonces, los encuentros no han podido ser más que virtuales. El tema de este año será “Trabajar juntos, restaurar la confianza”.

Durante la jornada de apertura, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, aprovechó para pedir más armas y sanciones «máximas» contra Rusia, y fondos por US$ 5.000 millones mensuales para resistir el embate. Además, la organización internacional Oxfam, que lucha contra el hambre en el mundo, solicitó implementar impuestos de emergencia y permanentes a los ricos para financiar el apoyo a las personas que se enfrentan al aumento los costos de la energía y los alimentos, y puso como ejemplo las recientes iniciativas de la Argentina.

En esta oportunidad, el encuentro anual tiene lugar en la ciudad suiza hasta el 26 de mayo, donde cerca de 2.500 personas entre ejecutivos de empresas, autoridades gubernamentales y las elites más ricas y poderosas del mundo confluyen para debatir los principales problemas que aquejan al mundo. La persistencia de la pandemia de Covid 19, la invasión de Rusia en Ucrania, y la consecuente desglobalización mundial, crisis alimentaria y disparada de precios de las materias primas, figuran entre los principales puntos.

Allí Zelensky aprovechó el foro para exponer que Ucrania necesita al menos US$ 5.000 millones al mes para evitar un colapso económico que tendría profundas ramificaciones globales. “La cantidad de trabajo es enorme”, dijo el presidente ucraniano. “Tenemos más de medio billón de dólares en pérdidas y decenas de miles de instalaciones destruidas. Necesitamos reconstruir ciudades e industrias enteras”, concluyó el mandatario.

Por su parte, para Oxfam «la tributación permanente de la riqueza que reequilibra la tributación del capital y el trabajo puede reducir en gran medida la desigualdad, así como combatir el poder político desproporcionado y las enormes emisiones de carbono de los súper ricos». De esta forma, la propuesta de Oxfam se basa en aplicar tres tipos de impuestos a los ricos, dada la coyuntura internacional.

«Argentina adoptó el año pasado un impuesto a la riqueza único para los más ricos como parte de su campaña Covid 19 Plan de Recuperación, y ahora está considerando introducir un impuesto extraordinario sobre las ganancias de energía, así como una contribución única del 20% sobre activos extraterritoriales no declarados para financiar directamente préstamos del FMI», destacó el informe.

El reporte presentado este lunes se denomina “Beneficiándose del Dolor”, y se hizo en el marco de la cumbre de Davos, que reúne a cerca de 2.500 ejecutivos de empresas y líderes mundiales en la capital suiza, por primera vez desde la irrupción de la pandemia en 2020. Dicho informe, que plantea la necesidad «urgente» de agregar tres tipos de impuestos a los ricos, con iniciativas similares a las de la Argentina, reveló también que por cada nuevo multimillonario creado durante la pandemia, uno cada 30 horas, casi un millón de personas podrían verse empujadas a la pobreza extrema en 2022, casi al mismo ritmo.