El Indec presentó este jueves el Indice de Precios al Consumidor (IPC) con un incremento mensual del 5,3%. Entre enero y junio la inflación acumuló un 36,2% que equivale todo lo acumulado en 2020, año del estallido de la pandemia de Covid-19.

Por segundo mes consecutivo el aumento más alto correspondió a Salud, que promedió 7,4% por la tracción de la medicina prepaga y los medicamentos.

Seis de los 12 rubros analizados quedaron por encima del promedio. Después de Salud, el segundo rubro más alcista fue Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles, con un 6,8%; Bebidas Alcohólicas y Tabaco, 6,7%; Restaurantes y Hoteles ,6,2%; Equipamiento y Mantenimiento del Hogar, 6%; y Prendas de Vestir y Calzado, 5,8%.

Por debajo del promedio se ubicaron Bienes y Servicios Varios, con un 5%; Transporte, con un 4,7%; Recreación y Cultura, 4,3%; Educación, 2%; y Comunicación, 0,4%.  

Pero Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, que promedió 4,6% (5% en el Gran Buenos Aires), volvió a ser la categoría con mayor incidencia en la medición con un aporte de 1,3 puntos porcentuales. La aceleración respecto a mayo pasado fue de 0,2 puntos porcentuales.

El aumento de este rubro respecto a junio de 2021 es del 66,4% (68,2% en la Patagonia y 67,3% en el Noreste y en el Noroeste).

En junio, la explicación del aumento tiene que ver mayormente con la suba de las carnes, que fue del 3,1% en el Gran Buenos Aires; y en menor medida con los aumentos de las verduras, subrayó el Indec.

Entre los precios de carnes que comparte el ente estadístico en su informe mensual, las Hamburguesas fueron el producto más alcista, con un 16,1%; seguidas por las Salchichas, con el 10,3%. En el apartado de las verduras se destacan incrementos importantes en Papa (21,5%), Lechuga (37,8%), y Tomate Redondo (20,4%).  

Lo que viene. El análisis del Centro de Economía Política (CEPA) asocia el dato de junio al impacto de los precios internacionales. Considerando la presión inflacionaria local y el movimiento del tipo de cambio, el valor del shock externo alcanzaría el 39%.

En particular la fuente señaló los precios de productos derivados de Trigo, Maíz y aceites afectados por la guerra entre Rusia y Ucrania. El CEPA apuntó que 27 de los productos que mide el Indec tienen como insumos maíz, trigo o girasol.

También indicó que sectores de la formación de precios aprovecharon la renuncia de Martín Guzmán al ministerio de Economía para aumentar en forma significativa y arbitraria.

En ese sentido, también apuntó que las empresas asumieron que se dio “carta blanca” para aumentar precios en un contexto en el que se pagó la segunda cuota del bono de $18.000 para desocupados, monotributistas A y B, trabajadoras/es de casas particulares y demás y varias actualizaciones salariales y adelanto de paritarias.

Otro factor fue el ajuste de precios regulados, como las tarifas.

La tendencia en general es poco prometedora, porque el contexto de inestabilidad política y económica nubla toda posibilidad de estabilizar a los formadores de precios que remarcan no solo por costos y por la concentración que caracteriza al mercado, sino también por expectativas.

La consultora LCG informó que en las primeras dos semanas de julio midió una inflación del 4% de Alimentos y Bebidas y consignó que el aumento mensualizado es del 8,2%.