Según un informe elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, la canasta de consumo básico de los productos típicos que se consumen en la Semana Santa se incrementó un 61,9% en apenas un año. La cifra contrasta con el IPC general que, según el último dato de febrero, registró un incremento interanual del 51,3%.

El informe asegura que “se llegó a un valor de $1.447 para la canasta estándar total. Esto es, un 61,9% más que en 2017”. Para el caso de la canasta económica compuesta por productos de segundas y terceras marcas, su valor alcanza los $635,7 que implica un alza del 63,6%. La canasta Premium, por su parte, se incrementó un 59,8% hasta alcanzar los $1.941.

El estudio destaca que “en relación a la Pascua de 2015 se acumulan aumentos del 307%” cuando en el mismo período “el IPC CABA mide una suba general de 235%”.

A su vez destaca que el impacto más importante se verifica en la cadena ictícola (pescados y frutos de mar) que, en promedio, subió un 71,5%. Con incrementos destacados en el salmón (+74,7%), el camarón (+72,5%) y la merluza (+72,3%). En menor proporción aumentaron los langostinos (+66,6%).

El informe, además, destaca que a la hora de comparar las subas con los ingresos de las familias surge que “con el salario mínimo de 2018 se podían comprar casi 24 canastas económicas mientras que, en la actualidad, un salario mínimo alcanza para poco menos de 20 canastas”.

Además, agrega que “estos incrementos por sobre el nivel general de precios –e ingresos- determinan una caída en el poder adquisitivo de las familias. En el último año, se redujo notablemente el poder de compra del salario mínimo (19,6%) y de la jubilación mínima (16,9%), respecto de las canastas de pascuas”.

A a hora de realizar un análisis más profundo, los técnicos  de la UNDAV atribuyen las escalada especialmente a dos factores. Por un lado a la fuerte devaluación de la moneda nacional y, por el otro, a los tarifazos de los servicios públicos que impactan en toda la cadena de valor. Es que, señalan, “la suba del dólar (de casi un 120% respecto de marzo de 2018) tiene un impacto directo en productos típicos de las pascuas, como huevos y figuras de chocolates. Eso se debe a que Argentina no es productor de cacao, por lo que debe importar la totalidad de la materia prima con que se hace el chocolate”.

Por el otro lado de las tarifas indican que “se debe sumar el incremento de las tarifas de servicios públicos y de otros insumos básicos, como el combustible, que tanto para industrias como para el comercio tuvieron un muy fuerte impacto en los balances, al punto de que muchos empresarios resignaron rentabilidad porque no podían trasladar las subas a los precios”.

Otro insumo clave con impacto en la canasta de Pascua son los huevos que, según el INDEC se incrementaron un 75% en febrero medidos en forma interanual como resultado de “los insumos importados que utilizan para alimentar a las gallinas ponedoras en los criaderos”. Lo mismo ocurrió con otro insumo clave para las panaderías como las harinas, la electricidad y el gas.

Así las cosas, para los sectores medios, se hace cada vez más difícil afrontar lo que no son otra cosa que los consumos tradicionales de las familias argentinas.