Estas navidades encuentran a Papá Noel con expectativas de llevar muchos regalos, pero con el bolsillo de la población muy castigado.

Héctor Polino, referente de la ONG Consumidores Libres, elogió la iniciativa del gobierno de garantizar estabilidad de precios para el acceso a una canasta navideña. «Eso va a beneficiar a un sector de bajos ingresos, que podrá comprar a precios más razonables. Vamos a ver si se encuentran (los precios bajos) en las góndolas», indicó en diálogo con Tiempo.

Polino advirtió sobre un comportamiento en la evolución de precios que va en detrimento de los sectores más vulnerables. «Se da la particularidad de que aquellos productos de precios más altos tienen un porcentaje de aumento menor a los de precios más bajos, que aumentan por encima del promedio». Dicho de otra forma, los productos que ya eran caros aumentaron menos, pero siguen siendo caros. En tanto, los productos más baratos tuvieron aumentos más fuertes y se volvieron caros. O sea, todos son caros ahora.

Las mediciones de Consumidores Libres muestran varios ejemplos del fenómeno: en los últimos 12 meses, el champagne Federico de Alvear pasó de $ 210 a $ 475 (un 126% de aumento), mientras que el champagne Fresita pasó de $ 480 a $ 745 (un 55% de aumento); el pan dulce Canale de 500 gramos pasó de $ 380 a $ 580 (53%), mientras que el Margola pasó de $ 290 a $ 463 (60%) y el Bagley, de $ 230 a $ 380 (65 por ciento).

Con las canastas armadas por los supermercados ocurre lo mismo. En Disco Plaza Vea, la canasta económica de seis productos pasó de $ 399 a $ 690 (73%); la mediana de ocho productos, de $ 699 a $ 1099 (57%); y la premium, de ocho productos, de $ 1499 a $ 1999 (33% de incremento).

«Hay que poner en funcionamiento el observatorio de precios, la ley antimonopolio (o de defensa de la competencia) y la ley de góndolas. Es la única manera de frenar estos aumentos permanentes y desmedidos», concluyó Polino.

Arbolito con juguetes

Emmanuel Poletto, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, aseguró que el sector tiene «buenas expectativas para la temporada de fin de año». El antecedente inmediato fue el Día del Niño, que «exhibió una recuperación de las ventas de juegos y juguetes».

Poletto agregó que «con la salida de la pandemia, las familias están con ganas de volver a reunirse y festejar, por lo que esperamos que habrá una buena demanda de juguetes y artículos».

El empresario basó su buena mirada en la situación económica actual. «Si bien venimos de un largo período de crisis económica, tenemos buenas expectativas por las políticas públicas dirigidas a recuperar el poder adquisitivo de los salarios y porque las familias priorizan el gasto para los niños y niñas. El juguete tiene una fortaleza: es el último regalo que se priva».

Un relevamiento de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) apuntó que el 35% de las pymes espera que las ventas aumenten «levemente» respecto del año pasado; el 25%, que aumenten «notablemente», y solo el 15%, que bajen las ventas.

El bolsillo de Papá Noel

Damián Di Pace, de la consultora Focus Market, indicó: «Si bien las ventas navideñas tienen perspectivas de crecimiento del 11% interanual –frente a una caída del 10,2% el año pasado de acuerdo a la Came–, los regalos para el arbolito han tenido una variación de precios muy por encima del salario en Argentina. Para el caso del salario no registrado o informal, la pérdida de poder ha sido muy grande», indicó.

«Los argentinos siguen perdiendo poder adquisitivo frente a la evolución de la inflación y necesitan financiarse con tarjeta de crédito para hacer frente a la cantidad de regalos que involucran las navidades. Es un instrumento peligroso frente al incremento de la deuda, con ingresos que no tienen mucho más margen para soportar acumulación de un pasivo mayor respecto de las necesidades de gasto corriente de las familias de clase media», advirtió Di Pace.

Focus Market realizó una encuesta entre casi 8000 compradores con el objeto de tener una noción acerca de los intereses de la demanda. El resultado fue que el 27% busca indumentaria; el 25%, juguetes; el 12%, bazar y regalos varios; el 8%, perfumería; el 5%, libros; el 4%, experiencia (cena navideña, spa, etc.); el 4%, artículos vinculados a la práctica deportiva; el 3%, calzados; el 1%, bijouterie; el 2%, telefonía; y el 2%, flores y plantas, entre otras opciones de obsequios navideños. «