La inversión pública fue una de las anclas que utilizó el gobierno para reducir el gasto público en términos reales y cumplir las metas de déficit fiscal en 2022. Las transferencias de capital cayeron significativamente y en algunos rubros las erogaciones fueron la mitad de lo que significaron en el ejercicio anterior.

El análisis fue hecho por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que se basa en los datos de la Secretaría de Hacienda con el criterio de gasto devengado, que se considera en el momento en el que la transacción produce una obligación de pago. Por esa razón tiene algunas diferencias con relación al criterio de caja, que computa los pagos efectivamente realizados.

Bajo este último sistema, el Ministerio de Economía informó en la última semana que el déficit fiscal primario de 2022 fue de $ 1,955 billones, equivalentes al 2,4% del PBI. Esta marca quedó una décima porcentual por debajo de las previsiones y se alcanzó gracias a que en diciembre se produjo “una reducción del gasto primario real por sexto mes consecutivo”.

De acuerdo al análisis de la OPC, la inversión pública ejecutada durante 2022 alcanzó $ 1,178 billones, lo que significó una utilización del 86,7% de las partidas vigentes. Sin embargo, el monto total, una vez descontada la inflación del período, tuvo una caída real de 38,3% con relación a la ejecución del año anterior. En particular, las transferencias a fondos fiduciarios cayeron 55,8% año contra año, impulsadas mayormente por el recorte en los programas Procrear, mientras que los giros a las provincias disminuyeron 33,4% en términos reales. En tanto, la inversión real directa, que agrupa tanto los proyectos de inversión como la adquisición de bienes de capital, sólo bajó 9,9%.

“Desde el punto de vista funcional del gasto, tres sectores concentraron más de la mitad de las erogaciones (59,0%): transporte, vivienda y urbanismo y agua potable. Todas disminuyeron en términos reales con relación a la ejecución de un año atrás (23,6%, 54,5% y 54,7%, respectivamente)”, señala el documento.

La OPC destacó que “si bien la inversión pública en 2022 resultó inferior a la de 2021 (1,4% vs. 2,4% del PBI), se mantuvo en niveles superiores al trienio 2018-2020”. El informe también aclara que en 2021 se había registrado el pico máximo de los últimos cuatro años.

El menor volumen total destinado a la inversión pública no significa que la misma se haya paralizado, a juzgar por los números de la OPC. En el trabajo se señala que la ejecución en proyectos de inversión alcanzó a 710 obras en todo el país. Además, los montos destinados a comprar bienes de capital subieron 13,8% en términos reales: allí se destacan la adquisición de computadoras para el plan Conectar Igualdad, equipamiento militar, maquinarias y equipos para la Dirección Nacional de Vialidad, y material sanitario y de laboratorio.