El Instituto nacional de Estadística y Censos (INDEC) presentó esta semana los últimos datos sobre el derrumbe económico de 2018, el peor desde la crisis de los años 2001 y 2002. Según el organismo oficial, a lo largo del año pasado la industria retrocedió un 5% respecto del cierre de 2017 mientras que la actividad de la construcción registró un alza del 0,8%.

Los datos, sin embargo, esconden una tendencia declinante que empezó en el segundo trimestre del año pasado y se acentuó con el paso de los meses.

Así, en diciembre, la actividad industrial cayó un 14,7% respecto al mismo mes de 2017 mientras que la construcción perdió un 20,5% de la actividad que desarrolló un año antes.

En el caso de la industria, el registro de diciembre es el peor de todo el año y acentuó los datos negativos que venían registrándose desde el segundo semestre: mientras que el INDEC verificó en el primer semestre de 2018 un alza en la producción industrial del 0,8% en la comparación con el mismo período de 2017, en el segundo semestre observó una caída del 10,3%.

El Indec registró así ocho meses consecutivos de caída de la actividad industrial en la comparación con el mismo mes del año anterior.

Esta es la razón de la pérdida de 120 mil empleos industriales a lo largo del mandato de Cambiemos.

De los 16 sectores industriales que integran la estadística del INDEC sólo tres cerraron 2018 con una mayor producción que el año anterior: “Industrias metálicas básicas”, con un 3%; “Vahículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes” (2,8%) y “Productos minerales no metálicos” (0,2%).

El resto presentó caídas en la producción anual de hasta el 24,1%, caso de “Otros equipos de transporte” en donde pesó el derrumbe de la producción de motos del 32,4% en 2018 y que llegó en diciembre a la friolera del 76,4%.

La caída de la producción industrial es una manifestación de la fuerte recesión que afecta al conjunto de la economía. Una muestra de ello es la caída en la refinación de petróleo para producir gasoil y nafta. La producción de gasoil cayó un 3,9% a lo largo de 2018 versus 2017. La de nafta se mantuvo estancada. Pero en ambos casos, diciembre marcó un derrumbe respecto del mismo mes del año anterior: caída del 11,9% en gasoil y del 5,3% en naftas.

Perspectivas para 2019

La encuesta cualitativa que acompañó los datos del INDEC –con respuestas de los empresarios industriales-, indica que en el inicio de este año se repiten los peores datos de 2018.

El 55,7% de los encuestados esperan una caída de la demanda interna para el verano respecto del mismo período de 2018 y apenas un 8,2% se mantiene optimista. El 41,4% anticipó que reducirá el uso de su capacidad instalada, de por sí muy baja y ubicada en promedio  de toda la industria en el 61%.

Del mismo modo, prácticamente un tercio de los encuestados asegura que reducirá sus dotaciones mientras que apenas un 6,8% piensa incrementarlas. El 40,7% de los empresarios prevé acortar la cantidad de horas trabajadas.

Pero otros datos conocidos el martes también impulsan el pesimismo. Por caso, ADEFA, la cámara empresaria que agrupa a las fábricas de automóviles, informó que la producción nacional cayó un 32,3% en enero: 14.803 vehículos contra 21.858 que se manufacturaron en enero de 2018.

En lo que respecta a las exportaciones, las automotrices enviaron al exterior 7403 vehículos entre autos y utilitarios livianos en enero, lo que reflejó una caída del 28,9 % en comparación con el mismo mes del año pasado.

Por su parte, las ventas a concesionarios se ubicaron en 30.038 unidades, lo que representó una baja del 53,4 % versus enero de 2018, cuando se entregaron 64.452 unidades a la red de concesionarios.

“El desempeño de enero, con el arrastre de diciembre, lleva a ser muy prudentes respecto del comportamiento que tendrá el sector en el año”, señaló Luis Fernando Peláez Gamboa, presidente de ADEFA.

En tanto, el lunes pasado la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que las ventas minoristas en locales al público cayeron un 11,6% en enero, comparadas con las de enero de 2018. CAME aseguró que se acumulan 11 meses consecutivos de caídas. En tanto, la entidad empresaria rescató que las ventas online crecieron un 4,8% respecto al mismo mes de 2018, pero ello no alcanzó para compensar la caída en las ventas físicas.