Cada género tiene sus fortalezas, debilidades y tics. En la cultura rock un disco de covers suele funcionar como un descanso para una carrera desgastada o simplemente como una estrategia de marketing para conquistar nuevos públicos. Con honrosas excepciones, como siempre. Canciones usadas de Alfredo Piro recorre nueve emblemas del rock argentino con un acento especial en el post punk de los ’80 –en parte por el repertorio, pero sobre todo por cierto tono general–. El cantante es hijo de Susana Rinaldi y Osvaldo Piro, hermano de Ligia, vivió entre el tango, se encandiló con el rock a temprana edad, construyó una carrera desde el 2×4 y ahora retoma con fervor las influencias más directas de su adolescencia.

“Es un disco en el cual me miro para adentro, más que mirar para atrás. Pero es cierto que tiene que ver con ese tiempo de la vida en el que uno escucha y arma sus gustos para siempre. Podrían haber sido otros temas. Algunas otras bandas, como Metrópoli o La Sobrecarga. Pero creo que logramos una selección muy representativa”, explica el cantante. “Es la música y lo vivido –agrega–. Nunca me voy a olvidar que vi la presentación del primer disco de Soda Stereo en el Teatro Astros. Una tía de Cerati vino a buscar a Ligia, pero ella había salido. Así que mi vieja me mandó a mí. Fue una experiencia inolvidable. A partir de ahí recorrí todo el under en una época que todos los shows terminaban de día. Eso te marca.”

Canciones usadas incluye versiones de “Ana no duerme” (Almendra), “Habitantes” (Daniel Melero), “Una señal en el agua” (Don Cornelio y la Zona), “Porque hoy nací” (Manal), “Amanece en la ruta” (Sueter), “A veces llamo” (Fricción), “Pronta entrega” (Virus), “Ropa sucia” (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota) y “Estallando desde el océano” (Sumo). El cover de “Mercado Indio” (Los Violadores) será lanzado en formato digital después de la presentación del álbum que se concretará este sábado en el CAFF. La selección de temas no incluye grandes sorpresas. Ni corrimientos de estilo de esos que convocan a la curiosidad –Attaque 77 versionando a Gilda, por ejemplo–. El peso específico del disco pasa por el tono despojado de las versiones –en ese punto el aporte de la guitarra acústica de Carlos Filipo es fundamental– y la capacidad técnica y profundidad de Piro.

El cantante detalla: “Y sí. Buscamos un poco por ese lado. La serie de discos American Recordings de Johnny Cash. El concepto del productor Rick Rubin siempre me apasionó y, muy humildemente, intentamos ir por ese lado. Hasta mi apellido en la tapa refiere a la tipografía de Cash.” Piro va más allá de su admiración por el músico. “También me marcó Pink Moon de Nick Drake y el disco de Tanguito –puntualiza–. Siento que con mi anterior álbum El tiempo de los necios me metí con mis propias composiciones en el campo de la cultura rock, pero este es un disco de género hecho y derecho. Hay algo siempre atrapante en la desnudez de una buena canción.” «