La vida de la gran cantante francesa y una de las más importantes figuras de la música universal vuelve a estar presente en la cartelera de Buenos Aires. Piaf, la obra que recrea la vida de Edith Piaf, se repuso por algunas semanas y volvió a ubicarse naturalmente como una de las propuestas más celebradas por el público. Protagonizada por Elena Roger, la trama que en clave teatral narra los avatares de quien fuera conocida como El Gorrión de París recorre desde los orígenes más que humildes de la cantante, su consagración en la Ciudad Luz y sus tribulaciones personales, siempre junto a una serie de canciones emblemáticas donde encontraremos desde “Non, je ne regrette rien” hasta la inolvidable “La Vie en Rose”.

Dirigida por el director británico Jamie Lloyd y escrita por Pam Gems, el regreso de Piaf se produce trece años más tarde de su debut. Fue en 2009 cuando con gran éxito, Elena Roger supo meterse de lleno en la vida de la cantante francesa. Hoy, la vuelta de la obra a la cartelera del Teatro Liceo es una oportunidad perfecta para todos aquellos que no pudieron verla en su momento, por lo cual, incluso, las funciones se extendieron más allá de lo previsto. “Hay muchos factores que pesan en el regreso de esta obra. En principio, volver a una rutina normal es totalmente emocionante, porque ya no hay barbijos, menos miedo de la gente, ganas de salir, la primavera y el renacer. Todo eso es un factor que nos pone una pila más arriba, y luego está el hecho de volver a Piaf después de 13 años sin hacerla. Somos casi el mismo elenco original de 2009 y sólo dos personas de ese elenco iniciático no pudieron participar, pero está el mismo director, el asistente de dirección, muchas personas de aquella época. Eso suma muchísimo porque nos encontramos nuevamente, pero con las vidas cambiadas por la pandemia. Volver luego de tantos años es un logro y una felicidad extra para toda esta etapa”, sostiene Elena Roger.

El reestreno de la obra surgió luego de muchas idas y vueltas: “Durante mucho tiempo me contactaban productores y quienes participaron de Piaf en su momento querían volver a hacerla. El que mostró mucho interés fue Adrián Suar, pero yo, por diversos motivos no pude, hasta que al cumplirse diez años de ausencia me pareció que todo era una buena excusa para volver. No se pudo en ese momento, allá por el 2019, luego vino el Covid, así que este año fue como el definitivo, el momento justo y lo sentí de manera fuerte. Carlos Rotemberg me mandó un mensaje y me dijo directamente que quería volver con Piaf porque esta obra era perfecta para festejar los 150 años del Teatro Liceo, así que en ese pedido todo comenzó a darse. Se alinearon los planetas, todo fluyó y se arregló todo. Así que lo único que tengo que decir es que las cosas se dan en el momento en que se tienen que dar”.

En cuanto a esas sensaciones de regresar con un trabajo que marcó tanto a quienes la hacen como al público, la cantante ahonda: “Estamos haciendo un ritual con esta obra, y por ahí pasa mucho de la emoción de la que algunos hablan. Esta es la vida de una gran cantante que cantaba música maravillosa y que tuvo una existencia especial que conmovió a mucha gente. Ella salió de la pobreza absoluta y llegó a ser la cantante mejor paga del mundo, tuvo sus tragedias en la vida y eso también la hace muy particular, sobre todo por la forma en la que sale de esas encrucijadas. En esta obra queda claro que lo más importante en la vida de Edith Piaf era la música, algo que marca la escritura de Pam Gems. En 2009 la montamos en Londres y luego la trajimos a Buenos Aires. Más allá de las diferencias geográficas, la obra es tan robusta que se vale por sí misma”.

Foto: Prensa

En cuanto a diferencias y similitudes de las puestas europeas y argentinas de Piaf, Roger aclara: “Esta reposición es casi igual, con aspectos distintos con respecto a cómo encaró el director la dirección de actores. Lo único central en ese sentido es el idioma, que se pasa de manera lógica al castellano, y al que le sumó un hablar lunfardo, porque acerca al personaje. En Londres yo no lo hacía así porque no sabía hablar en cockney, así que lo hice solamente en inglés, pero con actitud callejera”.

Piaf fue para Elena Roger un desafío vocal desde un principio, y también lo fue desde la actuación. “Sí, fue muy grande en su momento porque tuve que trabajar con mi voz sobre la herramienta de una artista cuya voz es enseguida reconocible en el mundo entero. En su momento fue toda una apuesta y exigencia tremenda, así que escuché mucho a Edith Piaf para llegar a sus tonos y alturas. Una vez ya transitada toda esa etapa de conocimiento, no fue tanto. Sin embargo, hay algo que persiste como complejo y es la parte actoral, sobre todo porque la obra tiene momentos muy intensos a los que hay que llegar con el cuerpo”.

La obra, que originalmente se repondría por sólo tres meses, generó tal demanda de entradas que finalmente estará en cartel por más tiempo. Su protagonista celebra: “Es algo súper conmovedor. Sabíamos como grupo que íbamos a recibir apoyo del público, pero la verdad es que nos superó. Transitar esta obra ya era un éxito para nosotros porque sólo ensayarla nos daba orgullo y emoción. Hoy la sala siempre está llena y eso no es ni más ni menos que un plus hermoso. De manera que poder seguir con esta Piaf, más allá de lo que estaba pautado originalmente, no será otra cosa que puro disfrute para los que la hacemos tanto como para los que conocen o vienen por primera vez”, concluye Roger.




Piaf
Una obra protagonizada por Elena Roger. Autora: Pam Gems. Dirección: Jamie Lloyd. Funciones de miércoles a domingo en el Teatro Liceo, Av. Rivadavia 1499.