La figura del Gato Barbieri parece condensar muchas vidas y significantes. En lo artístico, un saxofonista infatigable que primero tocó bebop, luego se tiró de cabeza al free jazz, después creó una cosmogonía jazzística singularísima –poniendo su lenguaje en diálogo con diversos folklores sudamericanos– y más tarde casi cobró forma de ícono pop con la banda de sonido de Último tango en París. Desde el punto de vista más personal, la historia de Barbieri es también la de un rosarino de origen humilde que alcanzó la consagración en EE UU y Europa expandiendo las fronteras del género con una mirada innovadora. Pero su vida también permite asomarse a un mundo distinto, los ’60 y ’70 –su etapa de mayor ebullición creativa– se desarrollaron en un clima de exaltación liberadora. Todo parecía estar bajo cuestionamiento: desde los preceptos fundantes del sistema musical occidental hasta el modelo capitalista.

Todo eso y mucho más observó el periodista e investigador del Conicet Sergio Pujol –también responsable de reveladoras biografías sobre Atahualpa Yupanqui, Enrique Santos Discépolo, María Elena Walsh y Oscar Alemán, entre otros–. Por eso realizó una profunda investigación que dio por resultado Gato Barbieri, un sonido para el tercer mundo (Planeta). “Diversos factores me llevaron a decidir hacer este libro. Uno particularmente determinante fue esa doble situación de que el Gato Barbieri era muy reconocido en el contexto internacional, figura en las enciclopedias del género y es, sin dudas, el músico argentino de jazz que triunfó en las ligas mayores. Pero, al mismo tiempo, era una personalidad enigmática, con varios capítulos de su vida y su obra totalmente desconocidos. Su música y esos factores, entre otros, hicieron que me decidiera a escribir la primera biografía sobre el Gato en todo el mundo”, destaca Pujol, en dialogo con Tiempo.

La carrera de Leandro “Gato” Barbieri se desarrolló durante aproximadamente seis décadas y dejó casi 30 discos como líder. En ese largo camino compartió grabaciones y shows con Charlie Haden, Don Cherry, Carla Bley, Dollar Brand y Dino Saluzzi, entre muchos otros. “Mi etapa favorita es la que va de 1969 a 1975 –destaca Pujol–. Que comienza con The Third World (1970) y concluye con Chapter Four (1975). Creo que es la más original y determinante. Hasta ese momento el Gato era un excelente intérprete de jazz moderno y free jazz. Este giro de finales de los ’60 le permite dos cosas: a partir de su experiencia con el avant garde explora las raíces culturales sudamericanas y, gracias a eso, desarrolla un estilo absolutamente personal y original. Muchos años después dijo de ese periodo que había sido de vanguardia, sin ser free jazz. Me parece una definición muy interesante.”

Barbieri murió el 2 de abril de 2016, a los 83 años, en Nueva York, donde vivió durante más de cuatro décadas. El último segmento de su vida artística había resultado decepcionante para muchos de sus seguidores. Al respecto, Pujol reflexiona: “Muchos calificaron esa larga etapa de decadencia, un crítico estadounidense habló incluso de ‘el penoso naufragio de un gran artista’. Yo no estoy totalmente de acuerdo. Creo que por un lado hay cierto desencanto político que se hace visible a partir del disco Caliente! (1976). Desde entonces hay momentos muy buenos y discos olvidables, es cierto, aunque en sus presentaciones en vivo siempre le daba lugar a sus composiciones de la etapa tercermundista. Hay que tener en cuenta que por ese entonces el jazz ya vivía un momento recesivo y creo que el Gato transitaba la contradicción entre el vanguardista y el artista que quiere ser popular. Considero que finalmente este notable instrumentista de jazz terminó siendo el único artista popular que produjo la Argentina.”


Gato Barbieri. Un sonido para el tercer mundo

De Sergio Pujol. 384 páginas. Editorial Planeta.