Músico, cantante, compositor e integrante de múltiples proyectos de la escena rockera y alternativa de la Argentina y España, Guillermo Piccolini hace décadas que toca, pero recién hace un tiempo decidió explorar su faceta solista. El músico que entre tantos otros proyectos fundó Los Toreros Muertos, experimentó junto a Roberto Petinatto con Pachuco Cadáver y fue parte de los grupos Venus, Lions In Love y hasta rechazó ser parte de Los Redondos, tiene (no pueden caber dudas) una trayectoria enorme. De hecho, Piccolini también fue tecladista y productor artístico de otros tantos y tantas artistas de los más variados, como Andrés Calamaro, Susana Rinaldi, Mimi Maura y Man Ray, por nombrar sólo algunos.

“La verdad que tener un grupo es toda una logística que me costaba afrontar. Entonces, con los años, acumulé canciones para tocar con la criolla y en el piano, en algún cumpleaños de un amigo o en alguna fecha que surgiera. Canciones simples pero sentidas. Casi fogoneras. Nunca tuve la idea de sacar un disco con ellas. Las tocaba en plan juglar”, recuerda Piccolini sobre la génesis de Futuro imperfecto, su primer álbum en solitario, lanzado en 2021 y que sigue presentando en vivo. La próxima oportunidad para escucharlo será el jueves 28 de abril, en Café Berlín.

Durante la pandemia, frente a la falta de espacios para tocar, Piccolini se vio casi obligado a grabarlas esas nuevas composiciones para que puedan circular en las redes y las plataformas. “Salen tantos discos que no tenía ganas de hacer uno más”. Tuvo la ayuda de Sebastián Schachtel, tecladista de Las Pelotas y parte de La Portuaria, quien lo alentó a arreglar aquellas canciones artesanales que tenía en su repertorio.

Los temas del álbum tienen mucha guitarra acústica y bombo legüero, con algunos arreglos sutiles en un segundo plano (casi minimalistas), en los que se nota su un origen austero, pero con pequeñas complejidades sonoras que acompañan la poética de Piccolini. “Son temas con raíz folklorica, que es la música que escuchaba en mi casa y en Grand Bourg, mi barrio. Pero tienen algo de ese rock que me gusta y marcó mi carrera”.

Futuro imperfecto tiene también invitados: en Don Distante, que abre el disco y que además fue el primer corte de difusión, participa Fernando Samalea. En Poeta lo acompaña el percusionista Martín Bruhn. Daniel Melingo suma su voz en el tema La comida y en otro llamado Abejitas se puede escuchar los aportesdeAlejandro Terán. “Son todos amigos. Se fueron arrimando y se sumaron. Por suerte la vida me rodeó de amigos talentosos que adornaron mis canciones.”

El músico reconoce que muchas veces, por ser parte de grupos donde los temas los escribían otros, sus composiciones no tenían destino de canción, pero siempre tuvo material propio guardado. “El castellano es un idioma muy rico y me encanta poder decir cosas o construir imágenes acompañado de una guitarra. No toco muy bien la guitarra, así que traté de que cada letra diga o transmita algo” reconoce el autor.

Todas son canciones que surgieron de manera espontanea y rápida. “La letra y la música me surgieron de manera natural. Me dediqué a pulirlas, pero sin que se vaya lo artesanal. Creo es un trabajo que conecta con esos ritmos que nos son propios como argentinos. Hay arreglos disparatados que son marca propia, pero sin alejarme de la huella del legado del folklore que fue algo que siempre fue importante para mi, aunque quizá no se notaba tanto”.

Piccolini fue sacando los temas uno a uno: “Hoy, el concepto álbum puede surgir luego. Los simples van saliendo y luego se engloba, si da. No siempre todo es una obra conceptual, como el Sgt. Pepper’s de los Beatles o El lado oscuro de la luna de Pink Floyd. A mí me gusta que cada canción se defienda sola, y luego si hay algún tipo de hilo conductor, que puede ser sonoro, ideológico o estilístico, mejor”. En perspectiva, Piccolini ve su carrera con cariño, con dulce añoranza. “Me gusta todo lo que hice. Estoy conforme. Algunas las hice más por dinero, porque hay que sobrevivir, pero en todo lo que hice me reconozco. Sin dudas veo algo mío, un aporte, un detalle, entonces me quedo más tranquilo, que sé que di todo de mí para que salga lo mejor posible. Mi trayectoria, si algo así existe, me gusto transitarla. Siempre hay algo que cambiarías, pero son detalles, no la sustancia”.

Piccolini reconoce que tardó mucho en sacar este disco solista. “Me gusta como se dieron las cosas. Podría haber hecho este disco antes pero no le planteo quejas al destino”. Durante un tiempo creo que me cansó el hecho de grabar y por eso estaba negado.  Prefería tocar. Pero la pandemia me obligó a cambiar el dogma.”  Ya tiene temas para un nuevo disco. Pronto lanzará uno de ellos, La Fe. “Veremos cuando sale. Pero ya estoy masterizando todo para que también vayan saliendo de a poco, y espero poder tocarlo lo más que pueda”, dice el músico. Y espera seguir viajando y tocando. “No tengo la bola de cristal, pero para mí el futuro es concretar mil planes, intentar hacer lo que me gusta. Trabajar para que salgan y que la vida transcurra y lleguen las sorpresas”.


Guillermo Piccolini Futuro Imperfecto 
El jueves 28 de abril  a las 20:30 en Café Berlín Buenos Aires, San Martin 6656.