Después de un recorrido intenso por fuera del país, llegará a los cines una producción local que tiene al vértigo entre sus buenos contenidos. Se trata de Hace mucho que no duermo, la nueva película del director Agustín Godoy, tendrá su estreno en las salas argentinas el jueves 21 de septiembre.

En pantalla, un oficinista de mediana edad que no logra conciliar el sueño bajo ningún punto de vista, se encuentra de casualidad con una mochila a todas luces de carácter misterioso. Qué él la haya encontrado también es un problema ya que muchos otros también la buscan de manera desesperada. El film es una comedia romántica que se presentó en la Competencia Argentina del Festival Internacional de Mar del Plata (celebrada en 2022) donde obtuvo el Premio ASA al Mejor Sonido de película argentina.

En los 87 minutos de extensión de la película se cruzan misterios, vigilias y muchos recorridos por la Ciudad de Buenos Aires que de movida generan adhesión inmediata. “Como director me siento en esta previa al estreno como una especie de cumpleaños, por lo nervioso me refiero. Uno se pregunta por la gente, si va a ir o no a las salas a verla porque el centro de atención es lo que uno produjo tanto tiempo y que ahora está a disposición de todos los que quieran prestar su tiempo. Qué llegue a su estreno en Buenos Aires es importante para nosotros porque hay mucha gente del equipo que participó en la película que no pudo verla, entonces también hay muchas sensaciones en ellos. Más allá de eso, esta es una producción que habla mucho de esta ciudad, así que era importante para nosotros que sea emitida acá, en plena Buenos Aires”, dice Agustín Godoy algunos días antes del estreno formal de su película.

Este film más allá de tener a su director responsable, habla también de un gran grupo de trabajo. Así fue el génesis de Hace mucho que no duermo según Godoy: “Somos muchos detrás de esta propuesta. El comienzo viene por un conjunto de personas que trabaja hace tiempo entre los que me incluyo. Con ellos teníamos ganas de hacer una película divertida, de generarla con tiempo, con poca plata, pero con más libertades. La primera escena con la que empecé fue la de una mochila, así que desde ahí fui tirando hilos, escribiendo y reescribiendo, con libertad. Eso se fue agrandando y generó un proceso más largo, hubo cambios lógicos, editando y volviendo a ver. Ahí todo el equipo fue sumando ideas, apreciaciones. Fue una construcción colaborativa también”.

Más allá de los estrenos para pocos que tuvo este film, el director se presta para ofrecer algunas pistas de su película: “Esta es una comedia bastante disparatada, de aventuras sobre un burócrata insomne que por no dormir se le empiezan a mezclar el mundo de la vigilia y el de los sueños. Luego eso lo lleva a protagonizar una aventura que lo traslada a correr por una gran ciudad de manera incesante”.

Misterio, energía, vitalidad. Esos son algunos de los elementos de esta propuesta que necesitó de marchas y contramarchas para llegar a este resultado final. “Nuestro espíritu siempre fue mezclar muchos elementos para obtener diferentes situaciones. La idea era tener varios tonos, géneros y contar con mucha libertad de acción, aunque mucho de eso se fue generando en el camino”.

Hace mucho que no duermo es un film rico en situaciones geográficas donde la Ciudad de Buenos Aires siempre está presente. “Comenzamos filmando locaciones conocidas y cercanas, pero a medida que avanzamos se hacía más necesario tomar otros aspectos de la ciudad. Luego entramos en el reto de filmar en lugares sagrados y difíciles de conseguir, que no hayan sido vistos. Nos volvimos locos porque después filmamos en la cancha de Boca Juniors o en el Congreso de la Nación, o la Universidad de Buenos Aires. Sabíamos que muchos de esos lugares nos darían secuencias particulares para resaltar y que eso beneficiaría a los personajes. Si tengo que decir algo, yo diría que conseguir los lugares fue fácil siempre y cuando tengas tiempo y paciencia. Como no teníamos dinero ni presupuesto, nuestros pedidos pasaban por muchos filtros que nos obligaron a esperar pero que nos obligaba a actuar cuando tuviésemos el ok para filmar. Las carencias económicas nos obligaron a tener un plan, que era el de hacer todo con mucho tiempo. Tener un formato de filmación más formal, por ejemplo, de tres o cuatro semanas, obliga a filmar mucho en poco tiempo para cumplir con los tiempos establecidos. Nosotros teníamos tiempo y por eso la película nos llevó unas 55 jornadas de rodaje, así que había días donde sólo hicimos una escena, lo que nos permitía concentrarnos mucho. Todo en total nos llevó aproximadamente unos cuatro años de extensión con la pandemia de por medio”, aclara Agustín Godoy.

Más allá de su participación en el Festival Internacional de Mar del Plata, la película recorrió países como Estonia y Bogotá, donde en esta última ciudad permaneció cuatro meses en cartelera. “Tuvimos muy buena repercusión y efusividad en algunos casos. En Mar del Plata nos fue muy bien, pero en Estonia también. En Colombia se dio algo raro porque estuvo varios meses con muchos espectadores. Fue una sorpresa para nosotros y ojalá se dé lo mismo en Argentina”, concluye el director.


Hace mucho que no duermo

Dirección & Guión: Agustín Godoy. Actúan: Agustín Gagliardi, Agustina Rudi, Aliín Salas, Marcelo Pozzi, entre otros. Estreno en cines: jueves 21 de septiembre.