“Quedaron algunas almas en pena con la pandemia, hablo de gente muy cercana que tengo; pero hacer música es de las dos cosas más importantes de mi vida: mis hijos contentos, mi familia en armonía, y la música sin parar”, declara sus principios de vida Ligia Piro antes de los dos últimos shows que dará en el Torquato Tasso. “Creo que la música es un arte que me conmueve y que conmueve al que está disfrutándolo: parar de hacer música no es mi idea, ojalá pueda seguir lo más que pueda, hasta donde pueda, eso es lo que me moviliza y me mueve a seguir haciendo”, completa.

“El Tasso es un lugar que a mí me da mucha contención”, continúa en un cuasi monólogo para definir este ciclo que empezó el primer viernes de junio y termina el próximo viernes 8 de julio: después, se va a La Falda, Córdoba, a visitar a su papá y “que vea a los nietos”. La contención en el Tasso a la que se refería es porque siente que “los dueños están muy atentos a lo que necesita el artista, que se sienta acompañado para poder subir al escenario con mucha pila, y que el espectador también lo sienta”. Algo que señala como “fundamental”, ya que cree que cada concierto es “un encuentro de energías”. De su lado contará con las de Diego Alejandro (batería), Norby Cordoba (bajo) y Federico Mizrahi (piano, arreglos y dirección musical): “Empecé en pandemia a trabajar con un solo músico, y extrañaba mucho tener a la banda conmigo; no puedo todos, pero estoy en formato de trío, que es lo que permite el escenario.”

El ciclo de Piro, además, es la reapertura del Tasso luego de tres meses por remodelaciones. “Cambiaron sillas por sillones, las luces; no sé, está mucho más lindo, más acogedor. Y me parece que está bien, porque se necesita un poco de música en los lugares tipo Café Concert -algo la cantante conoce: sus padres, Osvaldo Piro y Susana Rinaldi, tenían uno en los 70 en Mar del Plata llamado Magoya-. Creo que hay un revival. La gente está necesitada de esa cosa de intimidad, que le produzca una sensación de cercanía y de tranquilidad, y ver al artista cerca”.

-No hay laburo para rechazar, tampoco.

-No hay laburo para rechazar y antes se estudiaba un poco: que hoy, y mucho más que antes de la pandemia, hay público para todos los gustos. Vas a trabajar para el que cree que no hay otra cosa que el Mundial, o viaja, y para otros que necesitan lo de siempre: salir el fin de semana o días que no son el fin de semana. En enero pasado estuve en un pub los lunes, en un espacio nuevo. Bueno, ahora me toca los viernes, mejor. Pero hay show miércoles, jueves, viernes, sábado y supongo que domingos a la tarde también. Uno trabaja para todo tipo de público y todos los gustos. Y eso amplió mucho el panorama y la cantidad de público que se ha renovado.

Ese cambio, para Piro -si bien no niega otras-, responde a una sencilla razón: “Siento que son dos años de encierro, dos años de analizar que la vida es tan cortita y tan efímero todo. Creo que a pesar de todo, y de tanta dureza que estamos viviendo en lo económico, la gente quiere pasarlo bien, quiere alegría, lo puedo ver en el público que me espera cuando termino cada show. Te puedo poner una consultora, si querés, con respecto al público presente”, estalla en risas.

Es que Ligia Piro lleva un constante y meticuloso seguimiento de quienes conforman su público, y también de lo que sucede con la audiencia en general a través de contactos permanentes con sus colegas. “Creo que tengo un público que va desde los 30 y 35, ponele, hasta los 80, tengo mucha variedad de generaciones. Por diversas razones. Pero está buenísimo, porque se va renovando. El gusto de las personas depende mucho de su interés. Yo, como espectadora, soy súper curiosa, y me gusta ver todo, todo. Estuve a un tris de ir a ver a Tini con mi hija. Porque mi hija me lo pide y porque creo que corresponde a su interés generacional: 9 años y está ávida de ver a sus artistas favoritos en escena. Yo no escucho a Tini, pero sí acompaño lo que está pasando en mi casa. Lo mismo de todos los raperos y traperos que conozco, porque mis hijos varones escuchan esa música. Vamos a ver, vamos a escuchar, quiero ser parte de esto; yo soy parte de este movimiento cultural de hoy. Entonces también tengo que estar. Y como me pasa a mí, creo que mi público también se renueva.

Mucha gente no sabe lo que hice hasta ahora, o me descubre porque el tío, el primo le dice ‘che, vamos porque tengo entradas’. Y hay gente que me descubre -son los menos, pero me causa mucha gracia y me encanta- porque están buscando una canción específica, entonces se ponen a buscar la canción y aparezco yo: ¿y ésta quién es? Y es un seguidor más. Podés testear lo que está pasando. Antes dependías solamente de que te contaban o de cuántos discos se vendían en las bateas.” Así es que en su Instagram aparecen fans que dicen no contar con el dinero para verla. “Será bolazo o no, pero hemos tenido momentos en que chequeamos, contactamos e invitamos. Ahora te digo esto y empiezan a llover llamados: ‘No me alcanza la guita’ jajaja”.

Ligia Piro en el Tasso
Viernes 1 y 8 de julio, 22 (puerta a las 20, sólo se podrá ingresar a la sala con barbijo), en Defensa 1575.