“Amaba la vida, estaba feliz conmigo misma y me sentía muy bien. Estaba orgullosa de todas las decisiones que había tomado y te conocí. Me introdujiste en la cocaína, la prostitución, el daño psicológico y las enfermedades. Hiciste cosas muy buenas por mí, pero me rompiste como persona Jim. Yo quería conseguir a Jekyll, pero en lugar de eso tuve a Hyde. Porque te quiero, habría atrapado a Hyde durante todo el año para estar con Jekyll, pero me echaste de tu vida cuando tuviste lo que quedaba de mí que valía la pena». Este es el fragmento de la carta que Cathriona White, la última pareja de Jim Carrey, le envió al actor por mail poco antes de suicidarse.

La publicación del fragmento por parte del tabloide The Sun pone en un lugar muy complicado al artista que desde 2015 sufre acusaciones del ex marido de White y de sus padres, que acusan a Carrey de haberle facilitado las drogas con la que la también actriz se habría quitado la vida. Y forman parte de la investigación que los peritos de parte de los padres de White están llevando adelante desde que comenzaron la demanda. Según la publicación el mail con esas palabras había sido borrada por ella misma de su computadora, pero los peritos pudieron reconstruirlo después de un trabajo de muchos meses.

Desde el suicidio de su pareja, Carrey desapareció de las fiestas de Hollywood, a las que no era muy afecto pero en las que mantenía presencia porque “ahí” también se hace la carrera. Su última presencia en un evento de esas características tuvo lugar a fines de septiembre, el New York Fashion Week. Allí, la reportera de E! News, Catt Sadler, quiso sacarle algunas declaraciones, y dio lugar a lo que parte de la prensa norteamericana calificó como la entrevista más surrealista de los últimos tiempos.

«He cubierto muchas Fashion Weeks y esta es la primera vez que me he encontrado con Jim Carrey», dijo la periodista mientras el actor daba vueltas sin un objetivo aparente. -¡Espera! ¡Dime! ¿Es verdad que estabas paseando por la calle? ¿Necesitas una cita para la fiesta? ¿Qué pasa?», preguntó Sadler. -No, no, no. Estoy bien. Yo simplemente… ya sabes. Nada de esto tiene significado. Así que quería encontrar la cosa más insignificante a la que poder ir y unirme… Y aquí estoy. Quiero decir, tienes que admitirlo; es completamente insignificante».

La periodista quiso llevar la charla hacia los símbolos que mostraba la moda.

-¿Celebrar íconos? -dijo Carrey- Chico, eso es sólo apuntar a la posibilidad más baja que se nos podía haber ocurrido… No creo en las personalidades. No creo que tú existas, pero hay una maravillosa fragancia en el aire» -¿No crees que hay ciertos íconos que tienen el poder de traer cambio, de pensar diferente?

-Creo que la paz está más allá de las personalidades.

El actor había sorprendido con declaraciones de tono existencial también en la reciente Mostra de Venecia, donde presentó Jim and Andy: The Great Beyond, un documental sobre el tiempo que estuvo rodando Man on the Moon, de Milos Forman, en la que personificó al cómico Andy Kaufman.

Durante esa película el actor tuvo la idea de seguir siendo Kaufman ya fuera del set de filmación, y dejar registro. Para eso llamó a Lynne Margulies, pareja de Kaufman hasta que este falleció en 1984, quien se prestó gustosa para el proyecto. Para dejar en claro que su “locura” no es sólo actual (de la que la acusan varios, y dan a entender que es porque traicionó a una secta relacionada con alguna de las órdenes que figuran en el libro El código Da Vinci), Carrey dijo: “Nunca escogí las cosas al azar o para tener una excusa para hacer muecas. Por ejemplo, Ace Ventura respondía a mi voluntad de destruir Hollywood. Me quería reír del galán, de ese tipo que tiene todas las respuestas, como un cruce entre Sherlock Holmes y Clint Eastwood. No hace falta ir demasiado lejos. Solo hay que llegar a un punto de honestidad. La honestidad es subversiva”.