Mauricio Macri fue entrevistado por Eduardo Feinmann esta mañana, en el programa que el periodista tiene en Radio Mitre. En una de sus primeras apariciones luego del estallido de Juntos por el Cambio, el expresidente desplegó una estrategia de campaña que comenzó con un tono exageradamente afable, hasta que en  algún momento derivó en vaticinios fatalistas de lo que su propio nuevo espacio, con Milei como candidato a presidente, podría traer.

Todo arrancó con un diagnóstico social a su medida: Macri dijo que estos días conformaban “una semana tan angustiante para el 63% de los argentinos que quieren un cambio para este país”, entre elogios prodigados a Radio Mitre y a la audiencia. Feinmann trató de hacer sus preguntas sobre la ruptura de Juntos por el Cambio, que por supuesto, el fundador del PRO minimizó. También negó haber presionado a la derrotada Patricia Bullrich para unirse a Javier Milei, e incluso la calificó de “transparente” para comunicar a sus votantes lo que piensa.

Luego se refirió al cambio, a que la aparición del libertario había planteado discrepancias entre los “jóvenes” y los “padres”, e insistió con que había que “sanar” la “discusión” entre los argentinos. Por supuesto, no faltó la diatriba contra el Estado.

Pero uno de los momentos más álgidos fue cuando el expresidente intentó justificar el movimiento político que hizo detonar Juntos por el Cambio. Macri recurrió a su hija para justificarse. “Antonia estaba preocupada: ´Papá, no hay alternativa, tenés que apoyar a Milei’. Así que si Antonia ya me dice ya eso, es palabra sagrada”, contó como insólita anécdota. “Ella siente que también quiere un cambio. La verdad es que los cambios traen incertidumbre, sin duda. Pero la certeza es que estamos en un tobogán que va para abajo (SIC), entonces en algún momento salgamos del tobogán. Por ahí te da miedo saltar…” Y luego graficó, con una inesperada analogía, lo que podía significar ese “cambio” a favor de Milei: “Vas en auto a 100, te vas a chocar contra el paredón y sabés que te matás, entonces te tirás del auto. ¿Vas a sobrevivir? Y qué sé yo, pero tenés una chance, ¿o no?”, concluyó el expresidente.