No piensa elegir entre la música y la arquitectura por más razón de fuerza que hubiera: «Creo que me quedaría en un limbo, que es en el mismo limbo en el que empecé», dice la cantante, bajista, guitarrista y compositora María “Luli” Zamtlejfer -antes Las Ligas Menores, desde 2020 Tigre Ulli-, demostrando que aún una no decisión implica decidir algo. De hecho, esa no decisión entre seguir su carrera como arquitecta y dedicarse a la música, sino sumar la segunda a la primera, fue la que la llevó, en primer lugar, a ser música sin dejar la profesión que alimenta su cuerpo y en parte su espíritu (y viceversa, aunque no se sabe en qué proporciones cada una). Y luego la que luego le hizo cambiar el rumbo para dejar Las Ligas Menores y encarar Tigre Ulli. «Un gris -sigue pensando una respuesta a la capciosa pregunta de qué elegiría ante la disyuntiva de quedarse con la música o la arquitectura-. Un claroscuro. Una bruma -ríe-. Sí, eso, una bruma.”

“La bruma” es un tema de próximo lanzamiento en redes («y un video del que un poco son protagonistas mis hijos»), que además Tigre Ulli, su nueva mixtura entre el rock indie o alternativo y el punk, estará tocando el próximo 24 de febrero en Camping, y el 3 de marzo en Niceto (con Bestia Bebé). En la oración se juntaron varios de los hitos recientes de su vida: la nueva banda, los hijos y otra banda que integra quien es su compañero en el proyecto de familia y musical de Tigre Ulli, Tom Quintans.

No será como la película nominada al Oscar, Todo en todas partes al mismo tiempo, pero algo de eso tiene. “Laptra (el sello que edita el disco), que vincula a 107 Faunos, Bestia Bebé, El Mató, Las Ligas Menores, sobre todo tiene que ver con la amistad, con gustos en común. En principio a todos nos vinculó la amistad y un montón de cuestiones en común, desde la música hasta la estética, la visual. En general son todos como multiartistas: tocan, dibujan, hacen videos. Y yo, en realidad, los conocí tocando, pero también desde otros aspectos. Morita (Sánchez Viamonte, bajista de 107 Faunos y deTigre Ulli) tiene un emprendimiento de cerámica y de ilustraciones, y siempre me encantó; Tom es músico, pero también nos produjo cuando estaba en Las Ligas, y hace ilustraciones; a Marcos (Canosa, guitarrista de este proyecto y Cabeza Flotante) sí lo conocí tocando, pero también se dedica al sonido. Y Tigre Ulli surgió porque yo no estaba buscando tener una banda fija. Entonces el hecho de que todos tuviesen un proyecto paralelo a mí me daba una tranquilidad de: ‘bueno, no tengo que cargar con toda la responsabilidad de armar una banda y llevarla adelante’. Y es un espacio diferente para ellos tres para hacer algo que no necesariamente hacen en sus bandas, aunque obviamente tiene un montón de cosas en común en cuanto al sonido y demás”. Así fue que Zamtlejfer, luego de una gira de 18 presentaciones a fines de 2018 por España con Las Ligas y antes de iniciar otra en 2019, decidió que era momento de “dar un paso al costado” si también quería concretar su proyecto de maternidad. Claro que no esperaba mellizos. Tampoco una pandemia. “El parto fue en el peor momento: en julio del 2020, totalmente solos, porque estábamos aislados. Fue muy duro, pero al mismo tiempo lo recordamos con melancolía por momentos: esa posibilidad de estar solos, juntos, sin tener que salir a trabajar, fue estupendo. Si es por una cuestión de roles, el que más está durante la semana es él, y yo más en el fin de semana que es cuando él sale a tocar con Bestia”.

La música amplía: “Somos una familia bastante poco tradicional, pero es muy abrumador. Sostener el proyecto de la banda es una especie de bandera que tengo, que tiene que ver con no postergar mis deseos, pensando que la felicidad de mis hijos tiene que ver con la felicidad de nosotros. Es un esfuerzo muy grande, pero logramos compatibilizar y también estamos muy a favor de la crianza con la familia. Tenemos una familia muy grande que nos ayuda un montón: familia de sangre y familia de amigos. Hay una cuestión de roles de la sociedad que espera que yo como mujer esté ahí postergándome, que lo mejor es amamantar hasta que tengan 65 años y estar todo el tiempo con ellos. Y la verdad que me parece muy injusto eso. ‘La bruma’ habla de la parte más oscura de la maternidad. Pero de ninguna manera siento que sea una limitación en mi vida, sino algo que me potencia bastante. Creo que somos un buen ejemplo de compartir la crianza”.

-Dentro del espacio de lo alternativo y lo indie, ¿qué diferencias encontrás con los artistas que los precedieron y los que van surgiendo?

-Por ahí, en las anteriores había cosas más dogmáticas sobre cómo había que hacer las cosas. Cosas más desde la estructura, sobre todo, no digo tanto de la música. Creo que nuestra generación, desde armar fechas hasta salir a tocar a todos lados, abrió un montón el panorama. Como también pensar desde otro lugar todo. Y hacerlo con lo que teníamos. Cuando empecé a tocar en Las Ligas tocábamos con lo que podíamos y lo importante eran las canciones. Y creo que esa filosofía se mantiene un poco. Ahora las bandas nuevas hay una diferencia con las chicas: hay muchas más bandas con mujeres, que no había tanto cuando nosotras arrancamos. Y eso es algo buenísimo. Y también tienen esta filosofía: generarse y armar sus propios espacios a como dé lugar, y que lo importante es tocar.

Tigre Ulli
El grupo formado por María “Luli” Zamtlejfer en voz y guitarra, Marcos Canosa en guitarras, Mora Sánchez Viamonte y Tom Quintans en batería se presenta junto con Cabeza Flotante y Nadar de noche este viernes 24 de febrero en un show al aire libre en Camping, Av. Del Libertador 999.