Luego de haber producido varios contenidos en la misma línea, Netflix estrenó la docuserie Sé dócil: oración y obediencia, un nuevo y escalofriante testimonio acerca de la secta religiosa de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, un culto basado en la poligamia cuyo “profeta” Warren Jeffs  se encuentra actualmente detenido por violar a dos niñas de 12 y 15 años, y por facilitar el abuso sexual de otras tantas menores de edad.

A partir del relato principal de las mujeres que pudieron escapar y denunciar a Jeffs, entre otros de quienes también vivieron sometidos por este culto desprendido de la iglesia Mormona, el documental arroja luz sobre una estructura de poder criminal, perversa y esencialmente machista. Un orden basado en el miedo, el aislamiento y sobre todo, el abuso sexual, físico y psicológico de mujeres y niñas, legitimado para alcanzar la “salvación” a través de la poligamia. Así, desde su fundación, uno de sus dogmas es que el hombre, para ganarse el favor del Cielo, debe tener al menos tres esposas. Cuantas más tenga, más bendito será. Al momento de ser detenido y juzgado, se supo que Jeffs llegó a tener 78 esposas, 24 de ellas niñas y adolescentes, muchas de las cuales violó en público. De esos abusos nacieron más de 60 criaturas.

La Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días surge como un desprendimiento de la Iglesia Mormona, justamente cuando esta última, a mitad del siglo pasado, prohíbe la poligamia. Un grupo que seguía defendiendo esta práctica se erige entonces como la rama fundamentalista, procurando mantener a capa y espada un sistema en el que la fe y la gracia divina se definen por la cantidad de esposas e hijos. Una comunidad absolutamente verticalista cuyo líder -a contramano de las leyes sociales más elementales- es considerado la máxima autoridad sobre la tierra. En efecto, “el profeta” es la encarnación de Dios y su poder sobre los fieles es absoluto. Obligar a los seguidores a vender sus propiedades y entregar su dinero y sus bienes, fueron la base de un poder territorial y concreto y otra de las formas que adquiría el abuso y manipulación.

En el sistema de la secta, como Sé dócil: oración y obediencia deja en claro a través de los testimonios de las mujeres que se animaron a romper con el calvario, el profeta determina qué varones desposaran a determinadas mujeres de la comunidad, entre ellas niñas, quienes en ningún caso podían decidir sobre el asunto. “Sé dócil” es una leyenda que estaba visible en todos lados, desde la parroquia, las casas y en cada sitio de la comunidad relgiosa. La educación para las chicas era la mínima indispensable como para leer la Biblia, y desde luego los temas de salud sexual y reproductiva eran totalmente tabú.

Warren Jeffs se hizo cargo de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días al morir su padre Rulon Jeffs, más conocido como Tío Rulon, en 1998. Rulon fue un verdadero patriarca para el culto establecido unos 50 años antes, en una localidad fornteriza entre Utah y Arizona. Warren se hizo cargo del lugar que dejó su padre y desposó a todas las mujeres de éste. Una de las voces que se escucha el documental es la de Rebecca Wall, quien a los 19 años fue obligada a desposar a Rulon cuando este tenía 85 años. De hecho, por cuestiones de poder y conveniencia, “el profeta” Warren solía desposar a púberes o a adolescentes con ancianos de la comunidad. Elissa, hermana de Rebecca, años después fue obligada también por éste a casarse con su primo, quien la violó luego de la ceremonia. Ese sería sólo el inicio de una serie de padecimientos que finalmente llevaron a Elissa a denunciar a Jeffs y lograr, no sin dificultades, su detención, juicio y encarcelamiento.

Warren Jeffs logró profugarse luego de esa denuncia, pero en 2006 fue arrestado y luego juzgado por casos de abuso sexual contra menores. Pero ese proceso fue declarado nulo por un tribunal de Utah. Sin embargo, Jeffs fue extraditado a Texas y finalmente condenado a cadena perpetua en 2011, por la violación de dos niñas de 12 y 15 años, habiendo cometido y registrado uno de estos dos abusos frente a sus esposas. El audio de la grabación, de hecho, fue prueba en el juicio.

La nueva producción de Netflix tiene 4 capítulos y llega luego de otras dentro de la misma temática, como Colonia dignidad, una secta alemana en Chile o Joao de Deus, curandero y criminal.