Finalmente salen a la luz las declaraciones de Shakira efectuadas en 2019 en el juicio por fraude fiscal. Las mismas fueron dadas a conocer recientemente por el diario español El País, lo cual generó un nuevo sismo en la vida de la cantante colombiana.

El 6 de junio de ese año, Shakira se sentó en el banquillo de los acusados en Barcelona, investigada por un presunto fraude de 14,5 millones de euros. Actualmente el juicio continúa y está previsto que las audiencias orales comiencen a finales de noviembre. La Fiscalía pide ocho años y dos meses de cárcel para la artista, así como una multa de 23,7 millones de euros. Aunque se estudió un acuerdo para rebajar esta pena, que incluiría una aceptación de culpa y una multa, lo cierto es que ella está convencida de su inocencia, además de acusar a la Fiscalía de intransigente y de usar medios indebidos para presionarla.

Shakira con Bizarrap, en una foto de la BZRP Music Sessions #53, donde la cantante se despacha contra Piqué.
Foto: @bizarrap

Según la Agencia Tributaria, Shakira residió desde 2011 en España durante, al menos, 183 días (la mitad más uno) de cada año, aunque ella esgrime que no lo hizo hasta 2015, cuando nació su segundo hijo, Shasha. “Era una nómada, una persona sin raíces ni estabilidad», dijo la cantante, que aseguró que llegó a estar en tres países en un mismo día.  “Esos años la estaba rompiendo a nivel mundial con mi música. Estaba en todos lados, vivía en un avión”, declaró la colombiana.

Sobre su relación con Gerard Piqué, el que sería el padre de sus hijos más tarde, sostuvo: “Estaba encantada con él. Recuerdo estar sobrevolando Barcelona y le pedí al piloto si podía aterrizar brevemente solo para darle un beso a Gerard», recordó Shakira. «Mi único vínculo con España era Gerard. Aquí no tenía más que un novio”, afirmó la cantante. Y continúo: “No conozco a nadie que esté en un proceso penal por tener un novio. Por eso siento que es tan injusto y surreal todo esto”.

Más tarde, siempre de acuerdo con El País, Shakira sostuvo que está preocupada por la Fundación Pies Descalzos con la que ayuda a miles de niños: “Este proceso está dañando mi reputación y mi credibilidad, de la que dependen miles de personas”.