Pareciera que el tiempo no le pasó ninguna factura. Como si aquellas noches de vértigo de los 80 y 90, y las cantidades industriales de Marlboro y Jack Daniels lo hubieran fortalecido. Tantos años después, Slash sigue con sus rulos negros, la galera, los anteojos oscuros, su Gibson Les Paul. Pero sobre todo con su capacidad como guitarrista sigue alimentando la historia del rock.

Slash volvió a la Argentina acompañado por la Myles Kennedy and The Conspirators, una banda de hard rock californiano conformada por su vocalista y frontman Myles Kennedy, Todd Kerns en bajo (de los Age of Electric) , Bren Fitz en batería (Alice Cooper, Vince Neil y su banda Theory of a Deadman) y el guitarrista Frank Sidoris. Todos ellos sobre el escenario conforman los engranajes necesarios de una máquina potente y dinámica.


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En un GEBA explotado de público y con una energía vibrante, en su mayoría antiguos fans de los Guns, el guitarrista le dio a la noche todos los condimentos imprescindibles para que el show se convirtiera en una verdadera fiesta del rock, con la liturgia impresa en las infaltables remeras de Slash, de los Guns y los pantalones de cuero.

Pero lejos estuvo de convertirse en un show que fuera un revival de aquellos gloriosos ’80 y ’90. Muy por el contrario, el setlist se compuso de un torrente de canciones de sus discos solistas más recientes, entre las que se destacaron temas como «Back From Cali», «Driving Rain», «Anastasia» y «World on Fire». Pero el pico de energía de la noche se lo llevó la versión de  “Nightrain”, la único canción de Guns N’ Roses que sonó en la noche.  

Fue un show de dos horas con una banda compacta y un Slash de enorme carisma y buena forma musical. El final fue coronado por una lluvia torrencial que no alcanzó para apagar los aplausos.

-Slash junto a Myles Kennedy and The Conspirators. Sábado 18/05 en GEBA.