El fiscal que investiga la balacera en la que fue asesinado Máximo Jerez (11) y resultaron heridos sus tres primos de 2, 13 y 14 años, confirmó este martes la detención de tres hombres que, según la principal hipótesis, fueron quienes efectuaron los disparos cuando quisieron atentar contra un sindicado narco del barrio «Los Pumitas», detenido ayer mientras los vecinos destruían y saqueaban su vivienda.

«Hay tres personas detenidas en un allanamiento llevado a cabo anoche», dijo esta mañana el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos de Rosario a cargo de la causa, Adrián Spelta, quien detalló que los apresados serían quienes dispararon hacia los chicos cuando pretendían atacar a Carlos Villazón, apodado «El Salteño», un sindicado narco del barrio «Los Pumitas».

«La persona que ayer fue sindicada por los vecinos y aprehendida por personal policial responde o es la cabeza de una de las bandas y hacia ella dirigieron el ataque otras bandas, en principio por una cuestión territorial o por venganza», dijo Spelta a radio La Red, tras asegurar que el trasfondo del enfrentamiento está ligado al narcotráfico.

En la puerta de la casa de los sospechosos se secuestró también un Toyota Corolla negro con vidrios polarizados que podría ser el que fue utilizado para el ataque que tuvo lugar en Cabal al 1300 bis, en el asentamiento “Los Pumitas”
Foto: División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal y la Unidad Regional II de Santa Fe

«Los responsables (del crimen de Máximo) serían integrantes de la banda contraria», añadió el fiscal.

Fuentes de la pesquisa agregaron a Télam que los tres nuevos arrestos se realizaron en el barrio Godoy de Rosario y que también en esa zona se halló un auto Honda Civic negro parcialmente quemado, que sería desde donde se efectuaron los disparos contra los chicos la madrugada del pasado domingo.

Spelta aclaró que cuando habla de «bandas» se refiere a grupos de vecinos que mantienen «conflictos territoriales menores -ligados a la venta de drogas- y que los terminan resolviendo con mucha más violencia que antes».

«No son bandas que manejan una zona de la ciudad de Rosario, sino que manejan un barrio, y su capacidad de ataque está limitada, pero es muy violenta», describió.

«Cada uno responde a bandas mucho más grandes y funcionan como una especie de franquicia en los barrios», agregó Spelta.

Ayer, tras el velatorio e inhumación de los restos de Máximo Jerez, numerosos vecinos atacaron a pedradas y derribaron las paredes de la casa del sindicado narco Villazón, donde -aseguraron- funcionaba un búnker de drogas.

Los incidentes se iniciaron cerca de las 13, cuando los vecinos comenzaron a agolparse frente a la vivienda ubicada en la calle Cabal bis al 1300, del barrio «Los Pumas», donde denunciaron que funcionaba un búnker.

Entre los manifestantes se hallaban el padre de Máximo, otros familiares, amigos y vecinos, quienes comenzaron a atacar el frente de la casa precaria, desde la cual, antes de ser detenidos, el sospechoso y sus familiares subieron a una terraza y respondieron con botellazos hacia los manifestantes, por lo que el desorden fue en aumento.

Varios grupos de policías especiales llegaron pocos minutos más tarde y lograron detener a Villazón, a dos de sus hijos y a otros familiares que se hallaban dentro de la vivienda, mientras disparaban balas de goma contra los vecinos para dispersarlos.

En cierto momento, la policía se llevó a todos los detenidos y la casa quedó a merced de los vecinos, que con mazas, martillazos y palazos lograron derribar paredes y saquear todo lo que quedaba en el interior.

Mientras la casa era derrumbada, los vecinos aplaudían y «marcaban» otras casas que consideraban que eran utilizadas como kioscos de drogas, que también fueron atacadas e incendiadas.