En noviembre de 2021, después de 15 años en la compañía, Jack Dorsey abandonó Twitter, donde había sido CEO durante años. Sin embargo, el cofundador de la red social del pajarito no se alejó de ese mundo, y ahora impulsa su nueva creación: Bluesky Social, como alternativa «no corporativa» a su antigua empresa, hoy liderada por Elon Musk, que no para de enfrentar tiempos turbulentos.

Hace unos meses Dorsey, a través de sus redes sociales, se disculpó por «lo que hizo con la gestión de su plataforma» y las consecuencias que cree haber detonado con la última llegada de Musk.

Dorsey es un crítico activo de todos los cambios, despidos masivos y modificaciones que Musk impulsó en la plataforma. Y su plataforma muestra parecidos, y conceptos similares:

El usuario o usuaria ingresa en la red social (ya disponible en iOS), por medio de una invitación. A la hora de crear una publicación, la aplicación muestra el texto “¿Qué pasa?”, en lugar del tradicional “¿Qué está pasando?” de la propuesta de Elon Musk. También hay “reposteos” en lugar de “retweets”.

No solo se busca posicionar como una versión minimalista y más pulcra de Twitter, pero sin la presencia del dueño de SpaceX, sino también crear una red social donde el usuario sea quien elija su algoritmo de recomendación favorito. Así, podría dejar de lado las prácticas actuales, donde es la propia empresa la que controla a su antojo este apartado.

Por el momento los dispositivos iOS son los primeros en comenzar con el uso de esta plataforma. Pero se habilitó ya un apartado en la página web de la red social, para que los interesados puedan unirse a la lista de espera oficial para incorporarse a la beta.

El protocolo, según se explica en la página web de Bluesky, se basa en cuatro pilares. Portabilidad, que permite mover la identidad del usuario a cualquier otro proveedor; elección algorítmica, que promete “algoritmos abiertos”; interoperación, que incluye un marco basado en esquemas llamado Lexicon, y rendimiento, para que ese apartado no sea opcional.

Cielo Azul promete dar al usuario más control y no solo en el contenido a consumir, sino también en la transferencia de los datos de su perfil a otros proveedores de servicios, con referencias claras a Twitter en las capturas de pantalla del servicio. Desde los botones para interactuar con el contenido, hasta la forma de mostrar las publicaciones y el perfil de los usuarios de la red social.

Permite algunas funciones familiares como incluir fotos, buscar y seguir a otros usuarios, así como también ver publicaciones en una línea de tiempo de Inicio.

No se sabe cuándo estará lista para el público ni cuántas personas han accedido hasta el momento. Pero es probable que este año ya lance la versión expandida de algo que más de uno ya denomina como «Twitter en sus inicios, pero sin Elon Musk».