En julio, a la Argentina llegará un mínimo de 15 millones de vacunas (ocho de Sinopharm), casi el doble que en junio. Provincia de Buenos Aires siempre recibe el 40% de cada envío. Así, obtendrá 3,2 millones de dosis chinas. Entre el sitio y la app Vacunate, se anotaron hasta ahora 9.650.00 bonaerenses, de los cuales 6,4 millones ya recibieron una dosis (1,47 millones, las dos). Y hay 1,2 millones nuevos turnos para estos días. Eso significa que, únicamente con las Sinopharm, la Provincia inmunizará con al menos una dosis a toda la población inscripta. Pero al ser un plan optativo, un desafío central es llegar con las vacunas a la gente que no se anotó, para poder lograr la tan mencionada inmunidad de rebaño, que se estima entre el 60 y el 70% de la población. Actualmente, en todo el país ya se cubrió con una dosis al 39% de la población.

Con Delta acechando, mientras se intenta atrasar su circulación comunitaria, tres ejes atraviesan la política epidemiológica actual: estudiar la combinación de vacunas (la monodosis de Cansino, que empezará a llegar en julio, es equivalente al componente 2 de Sputnik V); completar los esquemas, ante lo cual se bajó el lapso entre la primera y la segunda dosis a ocho semanas para AstraZeneca y Sputnik V, y a cuatro semanas para Sinopharm; y el tercero es, justamente, ir “casa por casa” en busca de quienes, sin ser «antivacunas», no se inscribieron, por vivir lejos, no tener conectividad o simplemente desconocer el proceso de anotación. “Vamos a realizar acciones de búsqueda activa para vacunar a quienes están teniendo dificultades en la inscripción y brindar información para quien pueda tener dudas, siempre en función de los planes estratégicos provinciales”, aseguró la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, horas atrás, tras un encuentro virtual con los ministros provinciales.

El concepto es la vacunación en territorio, estrategia extra muro, sobre todo la población de riesgo aún sin vacunar. Por ejemplo, la Provincia de Buenos Aires ya vacunó con una dosis al 84% de los mayores de 40 que se anotaron. Pero hay 760 mil que no se inscribieron. ¿Cómo dar con ellos? “Se llega con operativos de inscripción y ampliando la vacunación itinerante que se está haciendo en varias localidades, con vacunas Sinopharm y AstraZeneca, que se conservan entre 2 y 8 grados y permiten su traslado en conservadoras”, responde Victoria Anadon, subsecretaria técnica, administrativa y legal del Ministerio de Salud bonaerense y jefa de Logística del VacunatePBA. Y señala que “no vemos un posicionamiento antivacunas en un grupo grande de la población”.

La funcionaria también describe cómo es el proceso desde que llegan las vacunas al país hasta que la aplica un vacunatorio: «La logística de la distribución de las vacunas implica en un primer momento la distribución del gobierno nacional a la provincia, la asignación de turnos que tienen en cuenta stock, inscripción y grupos priorizados además del cálculo de las personas que pueden acercarse sin turno a las postas según la población que ya puede vacunarse sin inscripción previa y la capacidad de almacenamiento máxima que tienen las postas de vacunación, por lo que en una misma semana el Correo Argentino, que es el operador logístico de la campaña en la Provincia, puede realizar hasta cinco distribuciones en una semana a las 135 municipios de la provincia».

En la mayoría del país avanza la estrategia de ir a buscar a quienes no se anotaron. En Chaco ya permiten que mayores de 18 sin comorbilidad se acerquen sin turno a vacunarse. Tucumán, Jujuy, Santa Fe, anunciaron operativos por barrios vulnerables y parajes. “Estamos llevando la vacuna al territorio”, indicó la ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, y acotó que ya cubrieron a casi el 90% de la población objetivo estipulada al principio de la campaña. Respecto a las embarazadas, el grupo de riesgo sumado más recientemente, ocho de cada diez ya acudieron a inmunizarse en Santa Fe. En Córdoba, el gobierno otorgará licencia obligatoria y sin percepción de haberes a las y los empleados públicos mayores de 60 años que sean de riesgo y que “se niegan a recibir la vacuna”.

La foto que ilustra esta nota es de un operativo de vacunación en una comunidad mbyá guaraní de Pozo Azul, Misiones, una de las provincias con menos porcentaje de aplicaciones, justificado desde el gobierno provincial en la gran cantidad de población rural que no llega acceder a los vacunatorios. En Salta, más de mil agentes sanitarios visitan a familias que viven lejos de la ciudad, haciendo prevención y promoción de la salud. Cada año se encargan de realizar prevención y promoción de la salud con la población de su zona, desde educación sexual o chagas, hasta aplicar las vacunas. En pandemia se volvieron esenciales, llevando las dosis contra el Covid-19. “En el Chaco Salteño, hay comunidades a 80 kilómetros del hospital cabecera, y en los Valles Calchaquíes o La Poma suele haber nieve y temperaturas bajo cero. Esas personas, que viven alejadas de los centros de salud, tienen el mismo acceso a las vacunas que las de la ciudad”, dice Adriana Jure, jefa del Programa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud salteño. La relación excede lo sanitario. Y se genera un vínculo muy fuerte entre el agente y la familia, clave para la inmunización en territorio.

Miguel López tiene 35 años, es de Cafayate y trabaja inmunizando en las afueras, cerca de Tolombón. “La mayoría vive en zona rurales, por campos y montañas, incomunicados”, cuenta a Tiempo. A ellos los van a buscar, primero en moto, después caminando cuatro horas por las alturas. “Soy el único personal de salud que está cerca y estoy para ellos de lunes a sábados las 24 horas. Además de las vacunas, les llevo medicamentos, por si llegaran a necesitar”. Y agrega cómo trabaja con cada uno de ellos el proceso de vacunación: “En primer lugar trato de informarles lo más claro posible acerca de las vacunas, para que ellos entiendan correctamente, y que estén tranquilos, también les hablo sobre los efectos adversos. Preguntan más eso que de dónde viene la vacuna”.

Salta es de las más avanzadas en otro factor clave para la confianza en las vacunas: la posición activa de la sociedad civil en favor de la vacunación. Quienes van al Casino deben estar inmunizados, el medio Multivision realizó sorteos de 2000 pesos entre personas vacunadas, y la Cámara Hotelera y Gastronómica lanzó una campaña de beneficios o descuentos para aquellos que presenten su carnet de vacunación, desde regalar postres hasta invitar bebidas. Jure agrega: “Al principio hicimos una encuesta donde el 70% decía que quería vacunarse, el 20% dudaba, y el resto decía que no, hoy más del 90% la quiere. Cuando abrimos la página para que se inscriban los más jóvenes, colapsó. Hoy los ves llegando con sus papás o sus abuelos que no querían vacunarse, y ellos los convencieron. También hay gente que elige qué vacuna ponerse. Te pregunta si está la rusa o la inglesa, vienen tipo heladería. Nosotros les decimos ‘la mejor vacuna es la que primero te llegue al brazo’”.

El otro gran paso nacional para la inmunización colectiva será abrir la vacunación a menores, algo que en el gobierno piensan arrancar en pocas semanas, posiblemente en agosto. De ahí el decreto para cambiar la legislación local y permitir así el ingreso de las vacunas estadounidenses. Junto con la de Sinopharm, son las únicas que ya se están aplicando a chicos en el mundo. Cuba está en la fase final de ensayos de sus vacunas para niños y adolescentes. La idea del gobierno es generar una alianza para poder fabricarlas en tierras locales.

Seguramente la primera etapa de vacunación a chicos en Argentina abarcará a quienes tienen entre 12 y 17 años, más factible de inmunizar con vacunas aprobadas en emergencia. No es poco si se tiene en cuenta que el país cuenta con casi 14 millones de menores de 18. En Europa la falta de vacunación en un sector de la sociedad empieza a generar problemas. España, con más de la mitad de la población al menos una dosis, pasó de 4 mil casos el 22 de junio, a 12.500 esta semana. El aceleramiento es atribuido a los jóvenes, cuya incidencia de covid es de 251 casos por 100 mil habitantes. Justamente la franja etaria menos inmunizada y que tiene una percepción de riesgo menor. Poco más del 20% de treintañeros y el 12% de los jóvenes de 20 a 29 años han recibido una dosis.

A pesar de que bajó la confianza en las vacunas en general entre 2019 y 2020 de un 93 a un 86% (según el Índice de Confianza y Acceso a Vacunas de la Fundación Bunge y Born), la Argentina sigue siendo uno de los países donde más se cree en ellas. Hasta ahora, un 84% de la población mayor de 50 años ya inició su esquema de vacunación. A diferencia de Estados Unidos o Francia, aquí no parecería haber un problema de confianza o creencia, sino de acceso. “¿Por qué las personas no nos vacunaríamos? –se preguntaba tiempo atrás la bióloga y difusora científica, Guadalupe Nogués–. Dos grandes aspectos influyen en esto: baja confianza en las vacunas, y bajo acceso a las vacunas”. Y agregó: “Hilando más fino sobre el índice de confianza, se ve que las mujeres confían un poco más que los hombres, lo que es buena noticia, porque suelen ser las que deciden la vacunación en la familia”.

No deja de ser llamativo el alto número de personas que decidieron darse la vacuna contra el Covid–19, teniendo en cuenta la campaña mediática y política opositora contra el plan de vacunación. El 24 de enero, el diario Clarín titulaba “Quedarían sin vacunar este año los que tienen entre 18 y 60 sin enfermedades”. Este jueves tituló: “Bajó el ritmo de vacunación y hay 4,1 millones de dosis que todavía no se aplicaron”. Un día después, el país llegó al récord de 471 mil vacunados. «

UTI, baja la ocupación

A la espera de la cepa Delta, el avance de la vacunación muestra buenos resultados, a pesar del todavía alto número de casos y fallecimientos. Donde más se nota es en las Unidades de Terapia Intensiva: el viernes había 5784 camas ocupadas por pacientes con Covid, la cifra más baja desde el 18 de mayo. El promedio semanal de casos diarios subió levemente, después de cinco semanas de descenso, de 18.832 a 19.693. Resta saber si fue un rebrote por el Día del Padre. El promedio de fallecidos sigue bajando: los 487 de esta semana no se veían desde el 22 de mayo. “A partir de las semanas epidemiológicas 15 y 16 se observa un claro amesetamiento de la curva de fallecidos en los grupos vacunados (mayores de 60, primero), a diferencia del aumento continuo en el grupo no vacunado –informaron a Tiempo desde el Ministerio de Salud de Nación–. Si se compara con el pico de fallecidos registrado en 2020, en la semana 21 de este año hubo un aumento del 164% en las personas menores de 60 años, mientras que solo fue del 15% en las mayores de sesenta”.