“Los voy a salir a buscar yo”. La frase la dijo hace un mes Diego Kravetz, el secretario de Seguridad de Lanús, intendente interino y candidato a intendente de Juntos por el Cambio en las próximas elecciones, cuyo cierre de campaña decidieron suspender ante la muerte de la nena de 11 años en la escuela N°60, en la calle Molinedo al 3200, Villa Giardino, zona de Lanús Oeste. Esta tarde habrá una marcha en reclamo de seguridad en el municipio.

La frase de Kravetz aludía a «motochorros», como los señaló, que habían robado horas antes. El funcionario venía ser repudiado y denunciado penalmente por detener a un menor de 16 años. “Son ellos o nosotros”, se lamentó sobre el crecimiento de la delincuencia. Tiempo atrás estuvo en primera plana haciendo gala de ser el primer municipio que usará «armas no letales». Él mismo posó con ellas en posición de disparo.

Este miércoles, los vecinos, padres y miembros de las comunidades educativas denuncian la ausencia de patrulleros. Ni en el ingreso ni en el egreso de los chicos en las escuelas hay seguridad. Cuando murió Morena en la puerta de la escuela no había patrulleros en la entrada, ni ahí ni en la escuela Mariano Moreno, ubicada del otro lado de la plaza. A esto se sumó que la ambulancia tardó 40 minutos en llegar. El RCP lo debió efectuar una madre del colegio, enfermera. No fue suficiente.

Tensión entre vecinos y policía en Lanús, tras la muerte de Morena.
Foto: Pedro Pérez

Loco

“Son siempre los mismos, 15 mocosos que entran y salen de prisión –declaró Kravetz este miércoles a TN–. Este tema acá es gravísimo, porque acá los conocemos con nombre y apellido. Y mirá, me animo a decírtelo televisión: yo lo voy a ir a buscar, por supuesto. Porque aparte estoy indignado y estoy loco por la situación. No me gustaría decirlo así, pero te digo, casi con certeza, que sé dónde lo van a encontrar. Pero con certeza”. Al mediodía se empezaron a aglomerar vecinos frente a la Comisaría 5° de Lanús. Denunciaban que habían apresado a al menos 10 jóvenes que «no tienen nada que ver».

“Estos son una repitencia de personas. No es que estamos peleando contra Al Qaeda. Estos son máximo quince mocosos que los tenemos, porque recontra conocidos. Sabemos las cosas que hacen. No sabemos ya cómo explicarle a la justicia que los tiene que haber detenido. El que mató a Morena no tiene mucha más edad que ella: ¿por qué, entonces, ella tiene que estar muerta y él vivo con su moto?”, agregó apuntando al accionar de los menores, aunque sin referirse a condiciones sociales, ni a cómo trabaja el Municipio en esos barrios para evitar que esos chicos sigan delinquiendo. El foco discursivo se depositó exclusivamente en lo punitivo.

Consultado acerca de quién es la responsabilidad de la inseguridad en la zona, sostuvo: “La constitución de la provincia de Buenos Aires lo que dice es que la responsabilidad de la seguridad de la provincia de la gobernación. Ahora, todos los municipios y gobiernos fuimos implementando medidas para complementar lo que hacía Provincia, porque no, obviamente, no alcanza”.

Inseguridad

Kravetz, que cumple 52 años en septiembre, es abogado, esposo de Soledad Acuña (ministra de Educación de Horacio Rodríguez Larreta) y, como numerosos dirigentes, pasó de una jurisdicción a otra. Hizo carrera en la Ciudad de Buenos Aires, de hecho fue exdiputado por CABA. En 2003 encabezó la lista de legisladores porteños del Partido de la Revolución Democrática, que postulaba como diputado nacional a Miguel Bonasso. En 2009 se fue del FpV porteño. Pasó a las filas de Telerman y de ahí en 2015 a Grindetti.

Kravetz es fundador del Instituto de Políticas de Pacificación (sic). En mayo pasado cruzó en sus redes sociales a Gladys Guerrero, madre del adolescente Agustín Guerrero (16), que fue asesinado por la policía el 11 de marzo: «Muchas veces el problema es la propia familia que vive con naturalidad el mundo criminal».

A fines de abril, en tono electoral, los precandidatos del PRO a la presidencia y a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, Patricia Bullrich y Néstor Grindetti, presentaron junto a Kravetz un nuevo programa: «Armas no letales», para dotar a los agentes de la Policía Municipal que recorran las calles de este partido del sur del Gran Buenos Aires. Lanús se convirtió así en el primer municipio en incorporar este tipo de armamento para los integrantes de los equipos de Seguridad Ciudadana y PRI, sin necesidad de que sean aprobadas por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC).

Los efectivos están provistos de pistolas Bersa de aire comprimido, denominadas «Byrna» que disparan proyectiles cinéticos o químicos calibre 68. Dicho de otra manera, postas de goma y gas pimienta.

Según se informó, estas armas son de producción nacional y resultan efectivas a una distancia de hasta 18 metros. Tienen un cargador de cinco municiones y se venden en armerías, evitando así el registro del organismo encargado de controlar toda actividad vinculada con armas de fuego, explosivos y otros materiales controlados.

Foto: @diegokravetz

«Empezamos a conversar con Bersa. Probamos tanto armas cortas como largas en la lógica de tener un equipamiento distinto que nos permite intervenir en situaciones que hoy se resuelven de forma equivocada o no se resuelven«, explicó Kravetz. «Hoy ante un conflicto con un cuchillo, el agente no tiene otra opción que sacar su arma reglamentaria y disparar. Esto da otras opciones», acotó.

El director de Justicia y Seguridad del CELS, Manuel Tufró, remarcó a Tiempo: «se hacen estos anuncios en un contexto electoral sin dar a conocer ningún tipo de protocolo de cómo se las va a usar ni cuál es el objetivo. Porque si la idea fuera reducir la letalidad policial tendrían que remplazar las armas de fuego con estas armas en determinados escenarios. Sino más que reducir la letalidad, lo que hacen es ampliar la gama de situaciones en las que la policía usa armas. Y eso no está bueno. Es un poco lo mismo que ocurría con las Taser: mientras no haya un protocolo y no se sepa para qué las van a usar, todo es como un anuncio muy rimbombante pero muy poco serio».

Sin embargo, en el episodio de Morena no solo no la usaron. No hubo agentes, ni patrulleros. A pesar de que era el horario de ingreso de la comunidad educativas a las escuelas. Usualmente en todos los distritos hay policías o agentes de tránsito cuando se ingresa y se egresa de una escuela. En esa zona de Lanús vecinos y familias denuncian que eso no ocurre. De hecho, mencionan antecedentes de delitos similares con muchachos en moto que asaltan a niños, niñas y docentes. Carolina, maestra del establecimiento, tiene riesgo de perder uno de sus ojos por haber recibido un «culetazo» de un delincuente que la abordó antes de llegar al establecimiento.

Madres, padres, docentes y los propios chicos apuntan a dos zonas: Diamante y Jardín. Allí la droga está muy presente, sobre todo en la juventud. Del 2021 al 2022, según datos del Ministerio Público de la Provincia, aumentaron un 140% las denuncias por hurto en el departamento judicial de Avellaneda-Lanús. Los robos, otro 13,7%. Aunque eso es lo que llega a denunciarse.

En la web del Municipio de Lanús lo primero que se difunde y se publicita es el área de Seguridad. «Durante estos 7 años de gestión se logró un gran avance en cuanto a políticas públicas de seguridad refiere, progresando de forma paulatina pero constante por medio de dos herramientas clave: Los recursos humanos y la tecnología», sostiene el texto oficial.

Y acotan que «Lanús llegó a 85 móviles para la fuerza seguridad municipal». Ninguno estuvo presente alrededor de la Escuela N° 60 cuando atacaron a Morena.