“Si los sospechosos pasan a confirmados, superan el número de camas”, dijo Oscar Trotta, pediatra y miembro del Consejo Administrativo del Hospital Garrahan, para explicar por qué allí se está abriendo la cuarta sala para pacientes con coronavirus. En este momento, hay 37 niñas y niños internados, cuatro en terapia intensiva, y 21 en una sala de casos sospechosos. “La apertura es porque tenemos 36 camas en moderados y seis en terapia. De esas 36, tenemos 33 ocupadas. Si los sospechosos pasan a confirmados, nos supera el número de camas. Por eso necesitamos abrir una sala con 16 camas más”, detalló en diálogo con Tiempo. Y agregó que, de acuerdo a los datos de la Red Pediátrica de la Ciudad –que incluye al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y al Pedro Elizalde- “ahí también está habiendo aumento por lo que esperamos que en las próximas horas y días la tendencia siga subiendo. Para prevenir esa demanda es la apertura”. Las y los pacientes internados en este momento en el Garrahan son de corta edad: el mayor tiene ocho años. “En nuestro hospital el 80% tiene patologías previas –son nuestros pacientes y vienen directamente acá- pero en otros hospitales se invierte: solo el 20% tiene comorbilidades”, comparó. La suba de casos en niños y niñas de corta edad se da mientras sigue la discusión por la presencialidad escolar, que cobra nuevo ímpetu tras el anuncio del presidente Alberto Fernández sobre continuidad de la educación a distancia hasta el 21 de mayo en los distritos con mayor circulación del virus. En relación a la postura del Gobierno de la Ciudad, que defiende la presencialidad pese al contexto, Trotta sostuvo: “Lo que planteamos es que se haga lo que se hace en el resto del mundo: restringir la presencialidad en la escuela. Se hizo allí donde lograron corregir la curva”. En cuanto a la posibilidad de que sólo se restrinja la presencialidad en secundarias –algo que evalúa el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta- “creo que es una decisión equivocada. La realidad es que están aumentando los casos y si no se restringe la circulación y la presencualidad, no creo que vaya a funcionar”. El pediatra remarcó que “la circulación de los escolares y sus familias aumenta el intercambio interpersonal y con eso el contagio. Eso está demostrado en revistas científicas que publicaron estudios confiables donde la segunda causa de contagios es la presencialidad. Es irrefutable”. En la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo a los últimos reportes de la cartera sanitaria, los casos entre niñas y niños hasta once años siguen creciendo, mientras que en las franjas de adolescentes y jóvenes mostraron una reducción leve tras las restricciones a la nocturnidad.