Pasaron tres años y 95 días, y finalmente llegó el anuncio oficial de algo que en la práctica ya se vive hace rato: la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de la emergencia sanitaria por Covid-19.

«Ayer, el Comité de Emergencia por COVID-19 se reunió por decimoquinta vez y me recomendó declarar el fin de la emergencia de salud pública de interés internacional. He aceptado ese consejo. Con gran esperanza, declaro que el COVID-19 ha terminado como una emergencia sanitaria mundial».

Así lo afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, este viernes, considerando que el virus se encuentra controlado pero que «no hay que bajar la guardia».

La pandemia dejó unos 20 millones de muertos en el mundo, casi el triple de lo informado oficialmente en su momento. La semana pasada el virus «se cobró una vida cada tres minutos, y eso solo en las muertes que conocemos», sostuvo Tedros, y en ese marco si bien dio de baja la emergencia sanitaria convocó a las autoridades gubernamentales a «no bajar la guardia».

Nueva definición

La nueva definición de la OMS «no significa que la covid-19 haya dejado de ser una amenaza para la salud mundial. El virus llegó para quedarse –añadió–. Lo peor que podría hacer ahora cualquier país es utilizar esta noticia como motivo para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que ha construido o enviar el mensaje a su población de que la Covid-19 no es nada de lo que preocuparse». 

El siguiente paso es que el Covid pase a formar parte de las políticas sanitarias de cada país junto a otros virus infecciosos, por ejemplo la gripe. De ahí la iniciativa de sumar una vacuna por año, similar en ambos casos.

La jefa técnica de la OMS, Maria Van Kerkhove, acotó: «la fase de emergencia terminó, pero el Covid no. No podemos bajar la guardia».  

Vacunar

En la Argentina los últimos reportes semanales datan de la cuarta semana de febrero. En aquel momento informaron 817 casos, número significativamente menor a los 72.558 que supo haber a fines de diciembre. Además, hubo dos fallecidos y 287 camas UTI ocupadas por las diferentes patologías.

OMS
Foto: AFP/Frank Augstein

Con el barbijo ya extinto, la clave pasa por continuar con el plan de vacunación, ya encarado como un refuerzo anual, sobre todo para la población con factores de riesgo.

Hasta el momento el país aplicó 115.513.181 dosis, una de las mayores tasas de la región: de ellas, 41.166.829 fueron primeras dosis, 38.057.113 segundas dosis, 3.172.697 dosis adicionales y 33.116.542 refuerzos.

Mientras tanto, se avanza con la vacuna local, que podría llegar a estar en el último cuatrimestre. Actualmente se encuentran en ensayos clínicos de la fase 2/3 con humanos. La idea será que la producción sirva para evitar la importación de dosis, para aplicarlas una vez por año.

Con el arranque del frío y el cerrado de espacios de ventilación, las autoridades encomendaron que la población (especialmente con comorbilidades) vaya a darse la dosis de este año. Porque, como remarcaron, ya no hay emergencia sanitaria, pero el Covid todavía está.