La inauguración de la estación Julieta Lanteri-Facultad de Derecho, el jueves pasado, sumó exactamente un kilómetro a la red de los subterráneos de Buenos Aires. Muy lejos de los diez kilómetros por año de los que hablaba Mauricio Macri, como promesa de campaña, cuando buscaba la Jefatura de Gobierno porteño en 2007. Esa modesta expansión, que contrasta con el desarrollo del metro en otras grandes urbes de la región y de otros continentes, es la culpable de una derrota anunciada. En el Mundial de subtes, Buenos Aires quedó eliminada en primera ronda.   

En rigor, se trató de una competencia de diseño entre los planos oficiales de las redes de subte de 32 países: 13 de Europa, siete de Asia, nueve de Norteamérica y tres sudamericanos, los de Santiago de Chile, San Pablo y Buenos Aires.

Con un sistema de votación online y eliminación directa, el debut –y la despedida– del subte porteño en la competencia global fue contra el metro de Seúl, Corea del Sur, que tiene un recorrido total de 1108 kilómetros distribuidos en 16 líneas, con 328 estaciones y 6,7 millones de pasajeros diarios. Una enormidad comparada con los 68,7 kilómetros del subterráneo de Buenos Aires (incluido el Premetro), seis líneas (centrípetas, a excepción de la transversal H) y una media que no llega al millón de viajes diarios (en todo marzo totalizaron 29.093.475, según la Dirección General de Estadística y Censos porteña).

El modesto impulso a la red de subte de Buenos Aires en los últimos años se trasluce en su plano, y por eso quedó rápidamente fuera del Mundial organizado por el sitio especializado transitmap.net. Perdió con Seúl, que llegó cuartos de final. El sorpresivo campeón fue el metro de Santiago, con seis líneas –la última inaugurada en 2017–, una séptima que este año llevará la red a un total de 140 kilómetros –el doble que Buenos Aires– y un plano rico en información urbana. Vencieron consecutivamente a Singapur, Vancouver, Seúl, Boston y, en la final, al célebre Metro de Moscú.

En medio de un conflicto creciente entre Metrovías y la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), con el envío de 100 telegramas de suspensiones por parte de la empresa y la continuidad, en consecuencia, de las medidas de fuerza, Macri y Horacio Rodríguez Larreta inauguraron una nueva estación. No alcanzó para mejorar la actuación mundialista. De hecho, Facultad de Derecho será utilizada diariamente por unos 30 mil pasajeros, pero funcionará durante mucho tiempo como nueva cabecera de la línea H, al punto que el plan de extenderla a Retiro por la Villa 31 ha sido literalmente cajoneado. «