“Han pasado 461 días 17 horas y 46 minutos sin ascensores”, detalla el contador anclado en la web oficial del Instituto de Educación Superior N°1 «Alicia Moreau de Justo». Sí, las autoridades del IES N° 1, cansadas de la falta de respuesta, decidieron instalar en la página del establecimiento educativo, un contador de los días trascurridos en que los ascensores dejaron de funcionar. El 10 de agosto del 2021, un equipo técnico del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los clausuró y nunca más vinieron a repararlos. Pasó exactamente 1 año y tres meses que la gestión de Soledad Acuña, al mando de la cartera de Educación, no remedia un inconveniente sencillo pero que complica el acceso a la educación de varios estudiantes que padecen problemas motrices.

“Esa fecha dieron de baja a ambos ascensores, los anularon sin posibilidad de arreglo y nunca más vino nadie a repararlos. Dijeron que había que cambiarlos y supuestamente iban a hacer una licitación que nunca se hizo”, cuenta a Tiempo Beatriz Frenkel, Rectora del instituto. En reiteradas ocasiones el ejecutivo porteño manifestó la decisión de arreglar los ascensores pero, bajo el argumento que debían realizar un proceso de licitación que lleva una cierta cantidad de tiempo. “Dicen que tienen que presentar los pedidos de licitación, pero durante todo este tiempo”, señala Frenkel, “no han hecho ninguna presentación, ningún pliego, absolutamente nada. Y tampoco consigo que me expidan un documento por escrito”.

El Instituto Alicia Moreau de Justo se encuentra en la esquina de avenida Córdoba y Junín, en la zona de Barrio Norte, a metros de la Facultad de Medicina de la UBA. Tiene una comunidad educativa de 2000 estudiantes que cursan los profesorados de Historia, Filosofía, Letras, Psicología, Física, Matemática y la carrera de Psicopedagogía. En sus paredes, techos y aulas se reflejan las malas condiciones de infraestructura escolar y la falta de mantenimiento.

El edificio es muy antiguo y los pisos poseen grandes dimensiones: “son el doble exactamente que en un edificio convencional. Es decir, si tenés que subir al segundo piso es como si tuvieras que ir al cuarto, con lo cual hay muchos estudiantes, docentes y trabajadores auxiliares que no pueden subir más allá del primero”, agrega la Rectora. Alrededor de 50 estudiantes tienen alguna dificultad motriz o respiratoria, que les impide subir las escaleras para poder acceder a las aulas que se encuentran en el segundo, tercer y cuarto piso. Muchos no pudieron sostener los estudios y otros cursan bajo un régimen especial, donde el docente se mantiene en contacto con el estudiante, le asigna tareas y trabajos prácticos con algunas materias. Situación que es imposible aplicar a a las prácticas docentes que los estudiantes deben hacer en las aulas.

A las pésimas condiciones de infraestructura por las que atraviesa el edificio, se suman varios hechos de inseguridad que sufrió la comunidad educativa las últimas semanas. Sus estudiantes y equipo de conducción denunciaron que se llevaron computadoras, proyectores y otros elementos, hasta se robaron la mercadería del bar que se encuentra en el interior del colegio.

“Nosotros seguimos mandando expedientes, haciendo pedidos de todas las maneras, hablando con las arquitectas, con mantenimiento, con la parte gerencial del ministerio, y no pasa absolutamente nada. Lamentablemente ni siquiera me dan una nota desde el Ministerio donde se comprometen a hacerse cargo de algo, todo es de palabra”, suma Frenkel.

El recorte sobre los Institutos de Formación Docente

En junio de este año, Tiempo realizó un informe detallado de otro ajuste que realizará la cartera educativa que comanda Soledad Acuña: “Recortará 24 materias de profesorados docentes”. La última novedad está relacionada con los ISFD que forma profesores y profesoras en Educación Física: El ISEF N°2 “Federico Williams Dickens”; y el Nº 1 «Dr. Enrique Romero Brest”. La Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente, dependiente del Ministerio de Educación de la Ciudad, envió un documento a estos institutos superiores bajo el título “Propuesta de renovación de la formación docente”, donde propone una fuerte reducción en la carga horaria y la eliminación de 24 cátedras. “Actualmente, tenemos 64 materias y quieren reducirlas a 40, esto nos quitaría todo un año de formación en nuestra carrera, ya que de cinco pasamos a cuatro”, señaló a Tiempo en junio de este año, Marcos Mabilia Garófalo, estudiante del ISEF N°2 “Federico Williams Dickens” y Presidente del Centro de Estudiantes.