El día que Gabriel Olmos decidió salir de Córdoba hacia Buenos Aires lo hizo escapando de una depresión de la que sentía no tenía salvación. “Me fui después de que llamara atención al suicida y no me atendieran”, cuenta a Tiempo Argentino, a través del teléfono este cordobés que hoy administra la cuenta La Britney de Cada Día en Instagram y en Facebook, lidera el Frente Britnificante y organiza las Fiestas Britney desde hace algunos años, que no sólo tiene el objetivo de realzar el pop de la vida, y sino que también que logra canalizar su espíritu militante y solidario.

“La página comenzó un poco sin querer y otro poco queriendo porque yo compartía memes de Britney en mi cuenta de Facebook personal, y tenía tanta cantidad seguidores que empecé a compartir una por día. Eran memes de internet los que compartía bajo el nombre de La Britney de cada día. A mis amigos le gustaba tanto que me decían que tenía que hacer una página, por eso la creé. Al ser página propia, empecé a crear yo el contenido y ahí surgió la idea de “britnificar” cada suceso político o de farándula argentino o internacional y fue muy divertido hacerlo”.

Para celebrar la cantidad de seguidores, Gabriel organizó la primera Fiesta Britney en Córdoba. Cuenta que no había una fiesta pop en la ciudad y la fiesta ocupó el lugar del evento pop más importante. Pero no tenía como único fin la diversión. “Se convirtió en un espacio de militancia porque ahí hacemos testeos de VIH, recaudamos alimentos para donar, y tenemos algunas exigencias como que siempre los baños sean unisex”, comenta Olmos. La fiesta –hace una semana se realizó una y el 15 de mayo hay otra- tiene hoy su celebración en forma virtual y varios playlist en Spotify donde se comparten los sets. Los bajos costos de las entradas virtuales permiten una mayor recaudación destinadas a entidades LGBTI. Todo se puede consultar en en este link.

“En el Frente si hay que hablar de  infecciones hablamos con un infectólogo, cuando son causas de de interés público como la desaparición de Astudillo Castro, llamar a un periodista preparado para eso, para hablar de alimentación a Soledad Barruti, es decir, que hablen los que saben”, expresa Gabriel. Afirma que lo que sucede en los medios, en la comunidad y en los gobiernos es falta de entendimiento, de empatía y de compromiso. “Hay muchas carencias, muchas faltantes. Por ejemplo, para la fiesta Britney en Rosario exigía baños mixtos, y tuve que ir a un espacio oficial para pedir este permiso y me respondieron ‘Haganlo mixto, pero si alguien viola a alguien, no nos hacemos cargo’. Eso viene desde la ignorancia, desde el prejuicio, desde la falta de información”.

El año pasado el Frente Britnificante fue quien se ocupó de acompañar y a ayudar a Zulma Lobato, quien era burlada por los medios de comunicación y redes sociales. Zulma estaba en la pobreza absoluta y en una situación de extrema vulnerabilidad. Hubo mucha respuesta por ser una figura pública. Creo que hay un cambio social y eso acompaña a una toma de conciencia individual que hacen que las personas hagan un mea culpa. Zulma como figura pública viene a ser la cara que encabeza a un colectivo que está bastante invisibilizado al día de hoy. Por medio de ella logramos generar un poco más de conciencia de cómo la pueden estar pasando otras personas de la comunidad travesti trans”.

Lo personal es político, siempre

(Foto: Gentileza: Gabriel Olmos)

La militancia de Gabriel este año fue un poco más allá y esta necesidad de compartir, militar y ayudar se unieron a su necesidad de sanar heridas de su propia historia personal. Así surgió una maravillosa y original fotonovela “Cómo conocí a mi padre” que se lee en las historias destacadas del  Instagram La Britney de Cada día. Allí, Gabriel en un tono coloquial y hasta divertido, las dificultades y el dolor de haber crecido sin saber quién era su padre. El relato se construye en un mundo de mujeres (quienes sostienen su crianza) y que en la fotonovela están representadas por Gladys, la bomba tucumana, Madonna, Cher, Mercedes Sosa, Gwen Stefani, Paris Hilton, Jennifer López o Cristina Aguilera.

“La idea tiene dos partes, la parte anecdótica y la parte emocional. Lo anecdótico es que una vez conté cómo una verdulera me había estafado con una compra y en base a eso surgió la manera de cómo contar las cosas en historias de IG”, cuenta Gabriel. “Ahí surgió el qué puedo contar a la gente que le resultara atractivo, y la historia de cómo conocí a mi padre es tan novelesca que decidí contarla”.

El formato tuvo un antecedente más agitado y divertido y fue justamente con Britney como protagonista. Hace unos años, en una fiesta, alguien se había robado una Britney de cartón. “Fue un secuestro”, cuenta Gabriel. “En historias destacadas está todo, cómo la gente fue sumándose a la búsqueda de la Britney robada y cómo la recuperamos. Ese formato también fue un antecedente de cómo armar un relato en Instagram”.

Cómo conocí a mi padre tiene descripciones puntuales de Tucumán, Córdoba y Buenos Aires. Un relato que ubica en un espacio marcado por las carencias, pero sin ninguna condena. Para Gabriel Olmos, haber podido construir una narrativa de estas características es gracias a muchos años de lectura. “Tiene que ver con haber nacido y crecido en un momento de pobreza bastante marcada y vivir en un barrio carenciado que me llevó a vivir y experimentar, no solamente en carne propia si no la realidad de mis vecinos que era peor que la mía”, afirma.  

Si bien la fotonovela es totalmente gratuita, hay una opción de Propina para colaborar con Gabriel y su trabajo. “Fue la idea de unos amigos que vieron que hacer la fotonovela era mucho trabajo. La verdad es que no tengo ingresos. Yo pasé muchos años llegué de Córdoba casi en bolas. Me escapé de Córdoba de mi depresión, me vino porque llamé a atención al suicida y no me atendieron. El año pasado me termine vinculando con esa línea y descubrí que era una ONG no tienen ayuda del gobierno. Me di cuenta que lo que estaba mal eran las cosas y no yo. Porque acá se ignora la salud mental y en eso quiero colaborar desde mi página”.

-¿Qué te pasó al contar tu historia?

-Hubo una sanación personal, fue una manera de catarsis de cerrar un ciclo, lo siento en el pecho cómo concluye una etapa que estuvo marcada por la depresión. Depresión que le dio vida al Frente Britnificante porque salió de ahí. Alguna vez prometí desde la angustia de no conseguir trabajo que si consiguía algo en que me vaya bien económicamente y pasionalmente, lo iba a retribuir a la sociedad de alguna manera. Y salí de la depresión por medio de la Britney, del evento, de las redes y eso me llevó a construir el Frente Britnificante y una de las militancias es contar la historia de “Cómo conocí a mi padre” dejando en evidencia el patriarcado, el machismo, el concepto de abandono y la salud mental.

-¿Esperabas esta repercusión?

-No lo esperaba en lo absoluto. Uno repercusión espera porque lo hace por algo, esperaba las risas no la empatía ni despertar en tanta gente un tema tabú que nunca habían hablado, e incluso llevar a mover a familias que no se habían movido. Hay gente contactando a familiares que antes por un tabú no se habían animado a contactar, o por ese manto con el que se cubre el pasado, situaciones de violaciones incluso que se los pone en el plano de las infidencias son temas que no se hablan. Y esta vez, lo inesperado fue que termine pasando eso, o hacer parte del origen a un otro o a una otra.

-Cada capítulo tiene muchos comentarios, ¿cómo te llegan a vos cada uno de ellos?

-Es difícil, me pasa escuchándolo a mi propio padre y yo con él no hablo muy seguido no porque haya mala relación si no porque hay una ausencia de relación. Pero saber que lo que cuento él lo vivió en carne propia. Porque mi propia historia yo la tengo masticada gracias a la terapia pero hay gente que no. Entonces hay dos tipos de emociones, la satisfacción de ayudar a alguien de cerrar un ciclo o dar un paso, y el dolor de ver de gente que está lejos de saber la respuesta por el contexto en el que está. Una persona que te dice “sé que no soy hijo de mi madre pero ella no me responde”, o “sé que soy adoptada pero mis papás murieron”. De hecho mi padre, su madre murió y nunca supo él de su propio padre. Lo que quiero con esta historia es compartir una conclusión que lleve a que las personas puedan responder preguntas aunque no haya quien se las responda. Es decir, no necesariamente ser víctima del modelo patriarcal de padre y madre si no también ver que el origen es la historia tal cual la hemos vivido, que ante la ausencia de respuesta podemos nosotros completar esas preguntas abrazando nuestra historia por más dura que sea. Que la falta de respuestas en las personas en las que las buscamos no signifique vivir angustiados. Al fin y al cabo yo viví sin padre, por más que ahora sepa dónde nació y dónde vivó, eso sí responde una pregunta en mi vida, pero me gusta pensar el panorama que de no haber tenido esa respuesta, también encontrar una paz en mi vida. Porque mucha gente no tiene derecho al origen y eso es muy duro.

-La marca del patriarcado aparece en tu historia también en el silencio

-Sí. A mí me escriben muchas mujeres preguntándome qué hacer con sus hijos porque no conocen al padre, y yo les recomiendo es que hablen siempre, que no lo tomen como tema tabú, y que no hablen mal. Yo lo que rescato de mi historia es que a mí nunca me hablaron mal, dentro de no haber hablado nunca de él, no me hablaron mal. Porque yo no tuve que sacarme ninguna imagen, ningún preconcepto de él. Tal vez yo me enojé cuando él no fue corriendo a conocerme a mí, pero fuera de eso, nadie me metió ideas en la cabeza, ningún rencor que al nacer no tenés por qué cargarlo, porque no formás parte de esa estructura, a lo mejor padecés la estructura patriarcal pero no la estructura familiar.

-La identidad también es un gran tema en la Argentina, desde estos casos puntuales a por ejemplo, aquellos chicos robados durante la dictadura cívico militar

-Por suerte, ya hay una gran conciencia en este tema gracias al trabajo de años tan destacado en el mundo que es el de las Abuelas de Plaza de Mayo. Volvemos siempre a la militancia y a la militancia de las mujeres que siempre estuvo, pero que, gracias a la sororidad, a las redes que se tejieron y a la marea verde que se hizo notar más en estos últimos años.

«Cómo conocí a mi padre» se puede seguir en las historias destacadas del IG La Britney de cada día. El domingo 2 de mayo se presentará el capítulo final de la novela.