El hombre que fue detenido el sábado último en el barrio porteño de Retiro a través del Sistema de Reconocimiento Facial, acusado de haber cometido un robo en 2016 en Bahía Blanca, fue liberado este jueves luego de pasar más de cinco días preso y aseguró que lo que vivió fue “una pesadilla”.

Se trata de Guillermo Federico Ibarrola (39), quien de acuerdo a la base de datos del sistema que utiliza la Policía de la Ciudad tenía un pedido de captura del Juzgado de Garantías 2 de esa ciudad bonaerense por el delito de «robo agravado».

Sin embargo, fuentes judiciales indicaron que cuando Ibarrola era trasladado advirtieron que “había habido un error en el informe policial que consignó mal el número de documento de la persona”, que era buscada.

“Cuando lo buscaron, había 23 con ese nombre en todo el país y se equivocaron en la carga, pusieron el DNI del joven que fue detenido en Retiro y vive en Ezeiza y no el de Bahía Blanca. Es decir, el sistema funcionó bien, pero estaba mal cargada la búsqueda”, precisó el vocero.

En tanto, desde la Policía de la Ciudad defendieron el uso del sistema, informaron que “se está trabajando para que la base quede limpia” y que lo habitual es que en 30 o 40 minutos se consulte con el juzgado y se sepa si la persona que fue detenida es la que está prófuga.

Por su parte, Ibarrola sostuvo al canal América 24: “Ojalá que esto sirva para que no le pase a alguien como yo, que nunca cometí un delito, que nunca estuve detenido, trabajé toda la vida pero me podrían haber arruinado la vida a mi y a mi familia”.

“Hoy estoy tranquilo, con mi familia pero fue una pesadilla que jamás pensé que me iba a tocar vivir. Me tocó, como le puede tocar a cualquier otra persona por un error en una máquina”, sostuvo el hombre, a quien sus familiares fueron a recibir apenas llegó en micro desde Bahía Blanca.

Ibarrola recordó que todo comenzó el sábado cuando se bajó del tren en la estación Retiro y unos policías le pidieron el documento y le pidieron que los acompañara.

“Me dicen que iba a quedar demorado porque tengo una causa en Bahía Blanca por robo agravado. Yo empecé a decir que nunca estuve ahí, me decían que si y me tuvieron demorado desde el sábado hasta ayer, jueves, que me pareció muy raro. Yo quería que me llevaran lo más rápido posible a Bahía para aclarar todo, pero seguía detenido acá, amargado, pensando cualquier cosa”, explicó el hombre.

Finalmente el jueves un móvil policial lo fue a buscar. “Una fiscal se comunicó con los policías y un jefe de ellos les dijo que me cuiden, que no me pase nada y preguntaron si iba esposado, que me saquen las esposas”, dijo.

“Ahí me sacaron las esposas, después me hicieron poner los cordones, me ofrecían café, comida, ya cambió el trato. Me atendió la fiscal y un secretario me empezó a explicar que podía quedarme en un hotel. Después la fiscal me compró un pasaje para regresar, mientras el secretario me comentaba que había sido un error de otra persona con mi nombre”, sostuvo.

La demora en el traslado se pudo deber a que no había móviles o personas disponibles para trasladar al detenido, a lo que también se sumó que todo sucedió en medio de la feria judicial.

Ibarrola advirtió que si lo llevaban a un penal podría pasarle “cualquier cosa” y que incluso podría haber perdido su trabajo pero que sus patrones lo conocen y en breve retomará su empleo. “Estoy feliz, me puedo reír de vuelta, pero pasé una semana de terror”, agregó.