Hay sabores de la época de nuestras infancias que son imposibles de olvidar. Esas huellas son tan fuertes que cuando un producto cambia de dueño y se modifica la receta original, llega la angustia y el sabor amargo.

Lo sintió el piloto, cineasta y desde hace varios años, empresario gastronómico, Enrique Piñeyro. En marzo de este año, declaraba a la prensa que su cocina buscaba poner en valor los sabores de la infancia y “conectar con cuánto me gustaba el alfajor Havanna que el grupo Exxel destruyó. Nuestra reversión está a años luz, es más un gesto que otra cosa”. Su afirmación no se quedó en una mera opinión sino que fue plasmada en el menú del restaurante Anchoíta, ubicado en el barrio porteño de Chacarita, de la siguiente manera: “Reversión del famoso alfajor marplatense antes de que lo destruyera el grupo Exxel $ 780”.

Pero la empresa acusada de destruir uno de los postres más famosos del país no se quedó atrás. Según fue difundido en redes, desde 2019 hay una escalada en el conflicto y comenzaron a intercambiarse cartas documentos entre el grupo Exxel y Anchoíta SRL.

Lo que dicen las cartas documento

El presidente del Grupo Exxel, Jorge Luis Osorio, fue el primero en enviar la comunicación, con fecha del 31 de octubre de este año: “En mi carácter de presidente de The Exxel Group S.A., me dirijo a esa sociedad propietaria del restaurante denominado Anchoíta, sito en Juan Ramírez de Velazco 1520, CABA, a fin de INTIMARLA a remover de inmediato del menú el postre descripto del siguiente modo ‘Reversión del famoso alfajor marplatense antes de que lo destruyera el grupo Exxel’, bajo apercibimiento de iniciar las acciones legales pertinentes, incluso aquellas orientadas a la reparación del daño ocasionado”.

La respuesta de Enrique Piñeyro no se hizo esperar, quien remitió la siguiente contestación (también por medio de una carta documento): “En mi carácter de hombre adulto que se hace cargo del niño que fue, me dirijo a Ud. a fin de comunicarle que veo con buenos ojos, que haya Ud. dado un paso al frente y confiese ser el responsable del despojo de una de las reliquias de mi infancia”.

La misiva no solo reafirma los dichos del dueño del Anchoíta en su menú sino que redobla la apuesta expresando: “Acepto sin dudar su convite a dirimir nuestras diferencias  en los tribunales. Y cruce Ud. los dedos para que ninguno de los jueces que nos toquen en suerte hayan probado el famoso alfajor marplatense, antes de que Ud. y su desalmado Grupo Exxel lo destruyeran. Porque si alguno de los jueces llegó a probarlo, deberá Ud. prepararse para recibir un fallo adverso en todas las instancias. Enrique Piñeyro, repostero en jefe”.

Como corolario de una discusión que apunta a ser llevada a los estrados judiciales y a los faroles mediáticos, la carta documento de Piñeyro incluye una posdata donde expresamente aclara “por si no se entendió, no lo removemos nada” y suma una serie de hashtags “#ANCHOITARESISTE #DEVUELVANNOSELALFAJOR #NOALDESPOJODELASRELIQUIASDEINFANCIA #DESTRUIRALFAJORESESDELITO”.