A una hora y media de Buenos Aires, sobrevolando el mar argentino, está la Milla 200. El límite con las aguas internacionales. Se observa un banco de nubes por donde emergen algunos reflejos luminosos apenas visibles. “Señoras y señores ajusten el cinturón, vamos a descender a menos de 3000 pies”, anuncia el capitán del vuelo, Enrique Piñeyro, organizador del avistaje nocturno. Debajo, una ciudad flotante formada por luces. Son embarcaciones extranjeras pescando. La iluminación, ubicada en las cubiertas, provoca que el calamar se sitúe debajo de los buques, lo que facilita su captura.

Frente al Golfo de San José, los buques pesqueros, mayoritariamente provenientes de China, Corea del Sur y España, forman una gran línea de alrededor de 600 barcos que, asegura el piloto, logran sortear la patrulla y controles marítimos para llevarse todo lo que encuentren a su paso. Desde el Boeing 787 se ven unos buques rondando la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del mar argentino para ejecutar, según cuenta, «la pesca indiscriminada e ilegal de todo tipo de especies marinas», especialmente calamares, merluzas y langostinos», esto sucede hace más de 40 años desde que comencé a volar, nadie controla nada y ni se sabe cuánto se llevan, sólo se sabe que desde 1982 esta actividad en la ZEE está prohibida y no se cumplen los controles”.

Este es el segundo vuelo de avistaje nocturno que organiza para difundir lo que considera una «depredación» de las especies que habitan nuestro mar: “en el primero, que ocurrió en abril del 2021 habían alrededor de 500 embarcaciones de las cuales sólo 170 mantenían el Sistema de Identificación Automática (AIS) encendida, que les permite comunicar su posición y estar visibles. En ningún lugar del mundo ocurre tal cantidad de AIS apagados”.

Según cuenta, las embarcaciones que se vieron esta vez son de un volumen mucho más grande. «En esta ocasión se comunicó con nosotros el buque patrullero ARA P-53 de la Armada Storni y le reportamos que estábamos viendo muchas embarcaciones dentro de la Zona Económica Exclusiva argentina. Nos respondió que no, que ellos estaban y eran pesqueros argentinos. Nosotros, que tenemos conexión a internet en el avión, podemos verificar la discordancia de las AIS de las embarcaciones que están respondiendo con las embarcaciones que estábamos viendo. Eran muchísimas más. Los que tenían el AIS encendidos eran los pesqueros argentinos”.

Foto: Juan Mabromata / AFP

Argentina es uno de los países con mayor litoral marítimo del mundo. Entre febrero y abril viene un convoy desde Ecuador, Perú y Chile compuesto con una flota de 300 a 500 buques. Se sitúan en la milla 201, en búsqueda del calamar Illex argentino, una especie migratoria que en algunos momentos sale fuera de la ZEE, y que representa el 16% de lo que se pesca en el mar argentino.

Milko Schvartzman, del programa de conservación y pesca del Círculo de Políticas Ambientales, aporta: «los países de los que provienen los barcos contribuyen con subsidios. Por ejemplo, con la carga de combustible”. En el vuelo organizado por el cineasta, médico y empresario gastronómico viajaron embajadores de Japón, Gran Bretaña y la Unión Europea, y diputados opositores, con un objetivo en común: China. “Esta es una problemática primero local, porque implica el avasallamiento de nuestros recursos, pero es también un problema global, donde es necesario que los diferentes países adhieran a los tratados internacionales en un camino a la resolución de este tema”, expresa el piloto.

Desde la Subsecretaría Nacional de Pesca, su titular Carlos Liberman sostiene que para que se configure “pesca ilegal” los buques deberían haber estado pescando dentro de nuestras 200 millas. En la milla 200 culmina la jurisdicción argentina y el dominio de los recursos pesqueros. Asegura que la Prefectura Naval Argentina acreditó que los buques extranjeros estaban fuera de nuestra ZEE: “todos ellos estaban más allá de la milla 200, es decir estaban desde la milla 201 en adelante. Por lo tanto se encontraban en aguas libres, aguas internacionales. Es entonces del todo falso el calificativo de pesca ilegal”.

Carlos Liberman.

Según datos oficiales, desde 1986 a 2020 Prefectura capturó 80 buques, 15 de ellos de bandera de Corea del Sur, 12 de China, 11 de Taiwán y 11 de España. Dos de estos cuatro países (China y España) son los principales destinos de las exportaciones de pesca argentinas.

Liberman agrega: “en estos tres años hemos incorporado cuatro buques patrulleros que se suman a los que ya teníamos, incrementamos las sanciones a quienes se atrevan a ingresar ilegalmente a nuestras aguas (antes eran de 10 millones de pesos, ahora llegan hasta casi 6 millones de dólares). En 2020 hemos capturado tres buques que se habían animado a cruzar una milla (estaban en la milla 199). Todas estas cosas han hecho que desde esa fecha no hayamos tenido nuevos ingresos ilegales”.

Para Piñeyro se trata de una depredación de las especies marinas en la ZEE: “No hay autoridad de aplicación, los tratados internacionales deberían enfocarse en tratar de evitar este tipo de estragos porque en definitiva el impacto va a ser en todo el mundo, las aguas internacionales hoy son la alfombra bajo la cual se barre todo.

Liberman, por su parte, insiste en que cualquier buque que ingrese a pescar ilegalmente será apresado y sancionado: “nuestro control es fuerte y constante. No somos el Estado tonto que intentan vender que somos, todo lo contrario. Somos un Estado que realiza un control fuerte y tiene a toda la flota internacional monitoreada. Estamos listos para actuar ante cualquier eventual intromisión a nuestras aguas. Tenemos buques patrulleros, aviones monitoreando la zona, imágenes satelitales constantes, radares en tierra y abordo y una nueva ley con sanciones más fuertes. Los buques que están fuera de nuestras aguas no tienen la obligación de reportarnos su posición, pero ni así podrían evitar la acción del Estado argentino si alguno de ellos ingresa ilegalmente, porque nuestra Prefectura y nuestra Armada tienen los medios para detectarlos”.

El subsecretario comenta que los controles siempre fueron estrictos y van a seguir siéndolo: “aviones, buques patrulleros, imágenes satelitales, radares, agravamiento de las sanciones, antecedentes de capturas de buques ni bien cruzaron nuestra milla 200. También es por esto que la pesca argentina tuvo crecimiento en sus exportaciones desde los 800 millones de dólares que se exportaban en 2003 a los 1800 o 2200 millones que se exportaron en estos últimos años. Un crecimiento de más del 200 por ciento en exportaciones pesqueras de nuestras empresas en estos 20 años. Este hecho es verificable y ocurre gracias a una buena administración de nuestros recursos y al control de nuestra zona económica exclusiva”.

Foto: AFP
«Decir que depredan es falacia»

El secretario general de los Capitanes de Pesca Argentinos, Jorge Fría, también niega que exista la pesca ilegal y manifiesta que la flota china, española y de otros países están pescando fuera de las 200 millas marinas, en aguas abiertas internacionales y sin legislación alguna, algo que es materia todavía de discusión en la propia ONU. Fuera de las 200 millas, Argentina logró soberanía hasta las 350 millas «pero exclusivamente en el lecho marino y no en la columna de agua», especifica el secretario. Explica que al calamar lo suelen pescar sin tocar el fondo marino con artes de pesca selectiva como las llamadas “poteras”. Algunos pocos pescan de arrastre especies como la merluza pero en grandes profundidades. Comenta que nuestra flota podría también operar fuera de las 200 millas pero como tenemos pesca cerca no es conveniente por los costos operativos, entre ellos el gasoil, «entonces no nos afecta a los trabajadores pescadores argentinos en absolutamente nada». Y añade que la afectación económica «se produce en los mercados, porque Argentina exporta el 95% de lo que extrae y se lo vende a los mismos países que pescan afuera. China y España principalmente. Entonces a los trabajadores no nos afecta, sí complica el negocio de las empresas». Opina que no hay competencia desleal «porque no es pesca ilegal pero está claro que si China se autostockea lo hace con sus buques, su trabajadores y con las reglas de China. De todos modos, los empresarios nacionales no pierden dinero. Por eso con los trabajadores argentinos no pactan salarios a producción sino salarios fijos».

El calamar Illex argentino, el más buscado

Una de las especies marinas más codiciadas es la del calamar Illex argentinus, que representa casi a uno de cada cinco ejemplares pescados en la zona de la Milla 200.

Desde el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), con sede en Mar del Plata, explican que su distribución «está limitada al área de influencia de las aguas templado-frías de origen subantártico, particularmente de la Corriente de Malvinas. Dentro del esquema de los dominios biogeográficos del océano, se la encuentra en el subdominio de las aguas templado-frías, caracterizado por temperaturas medias anuales de superficie entre 6° y 20°C».

Pueden medir de 14 a 22 centímetros, dependiendo el estadío de madurez. La temporada de pesca se extiende entre el 1 de febrero y el 31 de agosto, cuando la especie se encuentra migrando sobre la plataforma continental, en tanto que, entre setiembre y enero se aplica una veda destinada a proteger a los juveniles. Sin embargo, la veda no alcanza a aquellos buques que pesquen fuera de la ZEE de Argentina. Desde el Conicet remarcan que el calamar Illex argentinus «es uno de los organismos más importantes para la industria pesquera de nuestro país debido a su abundancia en el Mar Argentino y el rol ecológico que cumple, siendo predador y presa. Entender los mecanismos de su dinámica poblacional permite mejorar las medidas de manejo de este recurso pesquero que es comercialmente explotado por varios países además de Argentina». Y remarcan la importancia de estudiarlo «ya que el ciclo de vida dura aproximadamente un año y es una especie semélpara, es decir, que tiene un único episodio reproductivo y muere después de este evento».