Cincuenta y cuatro personas murieron y 3.367 fueron diagnosticadas con coronavirus este viernes en la Argentina.

Con las cifras oficiales anunciadas esta tarde, el número de fallecidos desde el inicio de la pandemia ascendió a 1.774 y y los contagios a 94.060.

También se reportó que hay 686 casos de pacientes internados en camas de terapia intensiva, de las cuales, el 58,3% corresponden a la zona AMBA y el 51,7% al resto del país.

La Provincia de Buenos Aires sumó 2118 casos, mientras que en CABA el registro fue de 1049. En relación al AMBA, las autoridades de los Gobiernos bonaerense y porteño coincidieron en que los próximos días serán clave para decidir cómo continúa la cuarentena después del 17 de julio, cuando vence la etapa estricta del aislamiento.

En la Ciudad adelantaron que pueden acudir a «tácticas diferentes» para la nueva etapa, pero «siempre en una estrategia conjunta».

El gobernador bonaerense Axel Kicillof expresó que es «bastante optimista» sobre el resultado de la actual fase del aislamiento con mayores restricciones en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pero advirtió que «entre las medidas que se toman y los resultados que se obtienen, pasa un tiempo bastante largo, de 10 o 15 días».

«Si hay una correlación directa y una consecuencia que tiene la baja de movilidad, es la baja de contagios, y eso todavía no se observa porque lo que se ve hoy en los tests son contagios ocurridos en días previos a la cuarentena más fuerte», explicó el gobernador Kicillof, que agregó que esperaba que «los resultados sean más determinantes», a partir de los datos vinculados al aislamiento estricto.

Por otra parte, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, estimó que después del próximo viernes se pueden llegar a «tomar decisiones con tácticas diferentes» entre la Ciudad y la Provincia, pero «siempre en una estrategia conjunta».

«La semana que viene será clave para definir qué tipo de cuarentena nos planteamos después del 17 porque vamos a saber qué pasó a partir del 1 de julio y se tomarán las decisiones en conjunto» con la Nación y la provincia de Buenos Aires, explicó.

En tanto, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, consideró que «no hay datos epidemiológicos que indiquen que se pueda liberar mucho la actividad» y estimó que «se puede liberar un poquito y muy organizado porque muy rápidamente se puede perder lo que se construyó».

En otro orden, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, dijo que entre el lunes y miércoles de la próxima semana se podrá observar «el impacto de la intensificación del esfuerzo» que se hizo a partir del 1 de julio para decidir una eventual apertura de actividades en la Ciudad.