Mónica Suárez era maestra de nivel inicial en el Distrito Escolar 20. Estaba dispensada por problemas de salud, pero su hijo de 11 años asistía a la escuela. La docente se contagió de coronavirus y, tras más de un mes internada, falleció este jueves. Marcela López, personal administrativo del Distrito Escolar 8, murió por covid este viernes. Sus casos se suman a los de docentes y auxiliares fallecidos en la Ciudad de Buenos Aires –y en todo el país- desde el inicio de la segunda ola de la pandemia. Y se dan cuando reflota el debate por la presencialidad escolar, a la espera de una definición de la Corte Suprema sobre el tema y tras el anuncio presidencial que dispone educación a distancia hasta el 21 de mayo, pese a la resistencia del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Una de las alternativas que baraja la gestión porteña apunta a recortar la presencialidad en nivel secundario, sosteniéndola en inicial y primario. En sentido contrario, la muerte de Mónica remontó reclamos que llegaban justamente desde las docentes de escuelas infantiles –jardines de infantes y maternales-. “En los niveles donde la educación depende de la proximidad, es muy difícil el respeto de la distancia. Primero porque por reglamento escolar a cualquier niño que le pase algo lo tenés que asistir. Si se hace pis, se cae, lo que sea. En segundo lugar, tenés un montón de actividades para que te acerques y muestres cómo se hace”, dijo Angélica Graciano, referenta de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) en diálogo con Tiempo. Y agregó: “A esto nos referimos cuando decimos que en realidad lo que está primando es más el criterio de que hay que tener a los chicos en algún lado para que las familias trabajen que el criterio del derecho social a la educación. En términos económicos el Gobierno de la Ciudad se para en ese lugar”.

A diferencia de lo planteado por la Ministra de Educación, Soledad Acuña, sobre la poca distancia de las familias con las escuelas –y, por lo tanto, el poco uso de transporte público en estos niveles-, Graciano advirtió que “los jardines no quedan cerca de la casa como dice la ministra. Quedan donde conseguís vacante. En general es al revés: conseguís vacante y adaptás tus cosas para tratar de acomodarte por ahí. Entonces el tema del viaje es nodal, porque no todos van en auto o taxi”. En las primeras salas de nivel inicial, de hecho, es donde hay más falta de vacantes en el distrito capitalino, por lo que muchas familias las aceptan aún si están a larga distancia de sus domicilios.

Por todo eso, “el nivel inicial demandó discutir mucho el protocolo y no se ha escuchado. Hemos planteado de conjunto con Camyp una discusión más profunda para escuelas infantiles y no se tomó en cuenta. Lo mismo con Educación Especial. Formulan reglas generales que después se garantizan mediante presiones y disciplinamiento”. Graciano señaló que “el tema central es que cada cosa que pasa lo que hace es desnudar la irresponsabilidad del Estado de la ciudad. Es un Estado que no te cuida”.

Paula Rosales, docente de nivel inicial en el Distrito 5 y miembro de Ademys, remarcó sobre la muerte de Mónica Suárez que “ella estaba dispensada pero su hijo de 11 iba a la escuela”. En relación a las dificultades de aplicar protocolos de cuidado con nenas y nenes de corta edad, sostuvo que “en inicial es muy contradictorio, porque es todo corporal. Trabajo en sala de tres y los chicos entienden, pero es difícil. ¿Cómo hacés? ¿No jugás? ¿Les decís que no toquen? Explorar es la base del nivel inicial. El compartir con el otro, la otra. Los protocolos son bastante inviables. Eso se dijo desde un primer momento”. En su escuela, con 20 docentes, sólo siete recibieron una dosis de la vacuna.

“Estuve escuchando que querían mantener la presencialidad en inicial y primaria, pero no están garantizando lo básico que es el derecho a la salud. No hay camas, no hay personal de salud que alcance para cubrir semejante pandemia. Lo que seguimos reclamando es la no presencialdiad. Todos queremos el retorno a la escuela, es lo más importante. Pero antes está la salud, y no se está garantizando: ni la de nuestros chicos y chicas, ni la de sus familias ni la de las nuestras. Hoy falleció una compañera de contables del Distrito 8. Son casos de todos los días”.